Julián Andrés Santa El deporte es una pasión sin fecha de vencimiento y un testimonio puro de ello es el de Jaime de Jesús Vélez Hoyos, atl...
Julián Andrés Santa
El deporte es una pasión sin fecha de vencimiento y un testimonio puro de ello es el de Jaime de Jesús Vélez Hoyos, atleta aficionado nacido en Guática hace 69 años y quien lleva ya 44 años radicado en Pereira. Tiene tres hijos y hace 10 años trabaja con su puesto de dulces y revistas en pleno centro de la Perla del Otún, ubicado en la carrera octava con calle 21. Su gran amor es el atletismo, deporte que no deja, por lo que siempre que tiene sus ratos libres, aprovecha para trotar y participar en las principales carreras de Risaralda y algunas del país, demostrando que la edad simplemente es una estadística más.
“Hasta que Dios me lo permita”
Jaime cuenta que esta pasión nació desde niño. “Llegó a mi vida desde el colegio donde fui atleta del Instituto Guática y de ahí nació el amor y la pasión por el atletismo; es algo que llevo en mi sangre y no lo dejaré hasta que Dios me lo permita”.
Un accidente por poco le cuesta la vida
“Se puede tomar como un testimonio de vida: tuve un accidente entre Boquerón y la Romelia viniendo de Santa Rosa. Estuve 20 días en coma, tuve rotura de nervios ópticos, rotura de maxilofacial derecho y golpes severos de cara y leve en el cerebro. Gracias a Dios y a los profesionales de la salud y a mi deporte se puede decir que es un milagro estar acá dando esta entrevista”.
Su pasión le dio vida
“Continué con mi deporte a los seis meses de haber salido de la clínica y después de estos años de recuperación, corrí la Maratón completa en Medellín de 42 k. Fue un honor para mí haber podido hacer tan buen recorrido en la que es la reina de las carreras a nivel atletismo. Mi tiempo fue de 4 horas y 30 minutos pero la terminé gracias a Dios”.
“El atletismo es la mejor medicina”
“El atletismo es el mejor médico, es la mejor medicina que hay para que el cuerpo humano se mantenga disponible. El que hace atletismo está haciendo el papá de los deportes porque por ahí pasan todos los deportistas. Después del accidente, gracias a Papá Dios quedé mejor, cero mareos, cero dolores de cabeza, la visión se normalizó al igual que la audición. Soy un hombre altamente muy bien de salud”.
Su propósito en el deporte
“Soy el fundador de Matecaña Runners Pereira, un grupo de veteranos que nos dedicamos al deporte para dar el ejemplo a los jóvenes que vienen detrás de nosotros y también fui fundador de Piratas Runners Club y de Apachequi Runners Club. Mi propósito es dar una enseñanza a los jóvenes y a los niños que vienen detrás de nosotros para que sigan el ejemplo nuestro y para que no caigan en vicios que existen a nivel mundial”.
Ya prepara las de este 2025
Vélez Hoyos manifestó que ya tiene en mente las carreras en las que quiere participar para este 2025. “Estoy programado para, queriendo Dios y me consigo los viáticos, la Media Maratón de Lima, Perú; es mi proyecto para este año y correr también la Media Maratón de Cali y la Media Maratón de Palmira y posiblemente la Media Maratón de Bogotá que está cumpliendo 25 años”, puntualiza.
El deporte es una pasión sin fecha de vencimiento y un testimonio puro de ello es el de Jaime de Jesús Vélez Hoyos, atleta aficionado nacido en Guática hace 69 años y quien lleva ya 44 años radicado en Pereira. Tiene tres hijos y hace 10 años trabaja con su puesto de dulces y revistas en pleno centro de la Perla del Otún, ubicado en la carrera octava con calle 21. Su gran amor es el atletismo, deporte que no deja, por lo que siempre que tiene sus ratos libres, aprovecha para trotar y participar en las principales carreras de Risaralda y algunas del país, demostrando que la edad simplemente es una estadística más.
“Hasta que Dios me lo permita”
Jaime cuenta que esta pasión nació desde niño. “Llegó a mi vida desde el colegio donde fui atleta del Instituto Guática y de ahí nació el amor y la pasión por el atletismo; es algo que llevo en mi sangre y no lo dejaré hasta que Dios me lo permita”.
Un accidente por poco le cuesta la vida
“Se puede tomar como un testimonio de vida: tuve un accidente entre Boquerón y la Romelia viniendo de Santa Rosa. Estuve 20 días en coma, tuve rotura de nervios ópticos, rotura de maxilofacial derecho y golpes severos de cara y leve en el cerebro. Gracias a Dios y a los profesionales de la salud y a mi deporte se puede decir que es un milagro estar acá dando esta entrevista”.
Su pasión le dio vida
“Continué con mi deporte a los seis meses de haber salido de la clínica y después de estos años de recuperación, corrí la Maratón completa en Medellín de 42 k. Fue un honor para mí haber podido hacer tan buen recorrido en la que es la reina de las carreras a nivel atletismo. Mi tiempo fue de 4 horas y 30 minutos pero la terminé gracias a Dios”.
“El atletismo es la mejor medicina”
“El atletismo es el mejor médico, es la mejor medicina que hay para que el cuerpo humano se mantenga disponible. El que hace atletismo está haciendo el papá de los deportes porque por ahí pasan todos los deportistas. Después del accidente, gracias a Papá Dios quedé mejor, cero mareos, cero dolores de cabeza, la visión se normalizó al igual que la audición. Soy un hombre altamente muy bien de salud”.
Su propósito en el deporte
“Soy el fundador de Matecaña Runners Pereira, un grupo de veteranos que nos dedicamos al deporte para dar el ejemplo a los jóvenes que vienen detrás de nosotros y también fui fundador de Piratas Runners Club y de Apachequi Runners Club. Mi propósito es dar una enseñanza a los jóvenes y a los niños que vienen detrás de nosotros para que sigan el ejemplo nuestro y para que no caigan en vicios que existen a nivel mundial”.
Ya prepara las de este 2025
Vélez Hoyos manifestó que ya tiene en mente las carreras en las que quiere participar para este 2025. “Estoy programado para, queriendo Dios y me consigo los viáticos, la Media Maratón de Lima, Perú; es mi proyecto para este año y correr también la Media Maratón de Cali y la Media Maratón de Palmira y posiblemente la Media Maratón de Bogotá que está cumpliendo 25 años”, puntualiza.
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