La madrugada de ayer, la vida de una joven de apenas 22 años se apagó para siempre en Dosquebradas. María José Ramírez Ramírez, una mujer ll...
La madrugada de ayer, la vida de una joven de apenas 22 años se apagó para siempre en Dosquebradas. María José Ramírez Ramírez, una mujer llena de sueños, a quien sus amigos llamaban cariñosamente Mar, tomó la dolorosa decisión de acabar con su vida, dejando a su familia, que vive fuera del país, con un vacío imposible de llenar.

¿Qué pasó?
Todo ocurrió a la 1:21 de la madrugada en la calle 19 con calle 44A, en la zona residencial Palmar del Otún, de la comuna Frailes. Una de sus amigas más cercanas fue quien la encontró muerta. La joven relató a las autoridades que el jueves 7 de agosto, Mar la llamó para decirle que “el viernes no iba a estar” y, desde ese momento, no volvió a contestar las llamadas ni mensajes.
La amiga, preocupada por el extraño comentario y el silencio, comenzó a buscarla en algunos hoteles que ella solía visitar, pero no tuvo éxito. Finalmente, decidió ir hasta la casa de María José ya que tenía llaves. Al ingresar, se encontró con una imagen que jamás podrá borrar: su cuerpo reposaba en las escaleras internas de la vivienda.
De inmediato, la mujer dio aviso a la Policía. Al sitio llegaron uniformados y el grupo de criminalística del CTI de la Fiscalía, quienes realizaron la inspección técnica del lugar y del cuerpo. Posteriormente, el cadáver fue trasladado a Medicina Legal en Pereira para la respectiva necropsia.
Aunque los móviles exactos son materia de investigación, se conoció que la joven atravesaba momentos difíciles: sufría de depresión y ansiedad, y ya le había confesado a su amiga, en varias ocasiones, que no quería seguir viviendo.
Dato
María José era natural de Pereira, soltera y vivía sola en la casa donde ocurrió la tragedia, ya que su familia reside fuera del país.

¿Qué pasó?
Todo ocurrió a la 1:21 de la madrugada en la calle 19 con calle 44A, en la zona residencial Palmar del Otún, de la comuna Frailes. Una de sus amigas más cercanas fue quien la encontró muerta. La joven relató a las autoridades que el jueves 7 de agosto, Mar la llamó para decirle que “el viernes no iba a estar” y, desde ese momento, no volvió a contestar las llamadas ni mensajes.
La amiga, preocupada por el extraño comentario y el silencio, comenzó a buscarla en algunos hoteles que ella solía visitar, pero no tuvo éxito. Finalmente, decidió ir hasta la casa de María José ya que tenía llaves. Al ingresar, se encontró con una imagen que jamás podrá borrar: su cuerpo reposaba en las escaleras internas de la vivienda.
De inmediato, la mujer dio aviso a la Policía. Al sitio llegaron uniformados y el grupo de criminalística del CTI de la Fiscalía, quienes realizaron la inspección técnica del lugar y del cuerpo. Posteriormente, el cadáver fue trasladado a Medicina Legal en Pereira para la respectiva necropsia.
Aunque los móviles exactos son materia de investigación, se conoció que la joven atravesaba momentos difíciles: sufría de depresión y ansiedad, y ya le había confesado a su amiga, en varias ocasiones, que no quería seguir viviendo.
Dato
María José era natural de Pereira, soltera y vivía sola en la casa donde ocurrió la tragedia, ya que su familia reside fuera del país.
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