Tras varios días de estar internado en un centro médico, un adulto mayor de 73 años perdió la vida como consecuencia de las lesiones que le ...
Tras varios días de estar internado en un centro médico, un adulto mayor de 73 años perdió la vida como consecuencia de las lesiones que le causó un fuerte accidente de tránsito ocurrido en el centro de la ciudad, el motociclista que lo arrolló iba cometiendo varias infracciones.

Los hechos
El 19 de septiembre, alrededor de las 8:30 de la noche, Santiago Mejía Blandón estaba en la calle 19 del centro de Pereira junto a la reconocida panadería La Lucernam cuando decidió cruzar hacia la entrada del centro comercial Alcides Arevalo. Por desgracia, un joven en una moto que no tenía SOAT se pasó la luz de pare en carrera 7 y siguió con la misma velocidad bajando por la vía cuando estrelló de frente al adulto mayor, quien salió volando por los aires y cayó a la acera muy malherido; las personas que estaban cerca del sitio se acercaron para auxiliar al peatón y pedir una ambulancia.
Los paramédicos llegaron a los pocos minutos al sitio y trasladaron a Santiago al Hospital San Jorge de Pereira, mientras que al motociclista a la Clínica Los Rosales; por desgracia cuando llegaron los agentes de tránsito no encontraron la moto en el sitio, por lo que prácticamente no hubo escena y tuvieron que basar la investigación en las cámaras de seguridad.

Muy delicado
El hombre de la tercera edad permaneció la mayor parte del tiempo en la UCI, hasta hace una semana cuando lo pasaron al área de hospitalización por una mejoría en sus lesiones, por desgracia en la tarde del lunes 14 de octubre falleció a causa de una complicación de sus lesiones. Unidades del Instituto de Movilidad de Pereira realizaron la inspección y llevaron el cadáver a la sede de Medicina Legal.
La cifra
25 días estuvo Santiago luchando por recuperarse en el Hospital San Jorge.
Su vida
Santiago, quien nació y vivió toda su vida en la capital risaraldense, vivía en el barrio Belmonte, a pesar de su edad sus familiares lo describen como una persona muy independiente que hacía todo en su día a día por su cuenta, que no sufría de ninguna enfermedad, e incluso aún trabajaba con una sobrina que es abogada. El adulto mayor era uno de los menores entre sus hermanos quienes ya sobrepasan los 80 años y esperaban pasar mucho tiempo más con él ya que son de familia longeva.

Los hechos
El 19 de septiembre, alrededor de las 8:30 de la noche, Santiago Mejía Blandón estaba en la calle 19 del centro de Pereira junto a la reconocida panadería La Lucernam cuando decidió cruzar hacia la entrada del centro comercial Alcides Arevalo. Por desgracia, un joven en una moto que no tenía SOAT se pasó la luz de pare en carrera 7 y siguió con la misma velocidad bajando por la vía cuando estrelló de frente al adulto mayor, quien salió volando por los aires y cayó a la acera muy malherido; las personas que estaban cerca del sitio se acercaron para auxiliar al peatón y pedir una ambulancia.
Los paramédicos llegaron a los pocos minutos al sitio y trasladaron a Santiago al Hospital San Jorge de Pereira, mientras que al motociclista a la Clínica Los Rosales; por desgracia cuando llegaron los agentes de tránsito no encontraron la moto en el sitio, por lo que prácticamente no hubo escena y tuvieron que basar la investigación en las cámaras de seguridad.

Muy delicado
El hombre de la tercera edad permaneció la mayor parte del tiempo en la UCI, hasta hace una semana cuando lo pasaron al área de hospitalización por una mejoría en sus lesiones, por desgracia en la tarde del lunes 14 de octubre falleció a causa de una complicación de sus lesiones. Unidades del Instituto de Movilidad de Pereira realizaron la inspección y llevaron el cadáver a la sede de Medicina Legal.
La cifra
25 días estuvo Santiago luchando por recuperarse en el Hospital San Jorge.
Su vida
Santiago, quien nació y vivió toda su vida en la capital risaraldense, vivía en el barrio Belmonte, a pesar de su edad sus familiares lo describen como una persona muy independiente que hacía todo en su día a día por su cuenta, que no sufría de ninguna enfermedad, e incluso aún trabajaba con una sobrina que es abogada. El adulto mayor era uno de los menores entre sus hermanos quienes ya sobrepasan los 80 años y esperaban pasar mucho tiempo más con él ya que son de familia longeva.
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