El primer asesinato del mes de agosto en Obando quedó marcado con sangre el domingo 3, cuando un joven fue emboscado en un terreno baldío ce...
El primer asesinato del mes de agosto en Obando quedó marcado con sangre el domingo 3, cuando un joven fue emboscado en un terreno baldío cerca al acueducto de la zona donde vivía.

¿Qué pasó?
Todo comenzó a las 3 de la tarde, Jhon Mauricio Vanegas Valencia, de 22 años, recibió una llamada que lo hizo salir de su vivienda en el barrio Las Brisas. Caminó hacia el sitio donde lo habían citado a pocos metros de su casa, sin sospechar que lo estaban esperando para matarlo.
Al llegar al potrero, los asesinos le salieron al paso con las armas listas. Sin cruzar palabra, lo atacaron a quemarropa, disparándole en varias partes del cuerpo. Cayó en el acto.
Los habitantes del sector, al escuchar las detonaciones, corrieron a ver qué sucedía. Al llegar, encontraron al joven tendido en el suelo, sin signos vitales. Entre la multitud también llegó su madre, quien al ver a su hijo muerto, no soportó la escena y se desvaneció en medio de la desesperación. Trataron de auxiliarla, pero la tristeza la dejó sin fuerzas.
La comunidad no tuvo más opción que alertar a las autoridades, mientras los responsables desaparecían sin dejar rastro.

Los sicarios
No se sabe a ciencia cierta si los sicarios llegaron a pie o en motocicleta. Lo único claro es que ya lo estaban esperando en el potrero y, tras cometer el asesinato, lograron su objetivo y se esfumaron con rumbo desconocido.
El levantamiento
El CTI de Cartago se encargó de la inspección técnica en el sitio del crimen. Luego, trasladaron el cuerpo a Medicina Legal, donde se le practicó la necropsia. El lunes, los familiares reclamaron el cadáver para llevarlo de regreso a Obando, donde será sepultado hoy martes.

¿Qué pasó?
Todo comenzó a las 3 de la tarde, Jhon Mauricio Vanegas Valencia, de 22 años, recibió una llamada que lo hizo salir de su vivienda en el barrio Las Brisas. Caminó hacia el sitio donde lo habían citado a pocos metros de su casa, sin sospechar que lo estaban esperando para matarlo.
Al llegar al potrero, los asesinos le salieron al paso con las armas listas. Sin cruzar palabra, lo atacaron a quemarropa, disparándole en varias partes del cuerpo. Cayó en el acto.
Los habitantes del sector, al escuchar las detonaciones, corrieron a ver qué sucedía. Al llegar, encontraron al joven tendido en el suelo, sin signos vitales. Entre la multitud también llegó su madre, quien al ver a su hijo muerto, no soportó la escena y se desvaneció en medio de la desesperación. Trataron de auxiliarla, pero la tristeza la dejó sin fuerzas.
La comunidad no tuvo más opción que alertar a las autoridades, mientras los responsables desaparecían sin dejar rastro.

Los sicarios
No se sabe a ciencia cierta si los sicarios llegaron a pie o en motocicleta. Lo único claro es que ya lo estaban esperando en el potrero y, tras cometer el asesinato, lograron su objetivo y se esfumaron con rumbo desconocido.
El levantamiento
El CTI de Cartago se encargó de la inspección técnica en el sitio del crimen. Luego, trasladaron el cuerpo a Medicina Legal, donde se le practicó la necropsia. El lunes, los familiares reclamaron el cadáver para llevarlo de regreso a Obando, donde será sepultado hoy martes.
COMENTARIOS