Pertenecer al Cuerpo Oficial de Bomberos de Pereira, ha sido para los elegidos motivo de satisfacción y entrega. El grupo despidió a uno de ...
Pertenecer al Cuerpo Oficial de Bomberos de Pereira, ha sido para los elegidos motivo de satisfacción y entrega. El grupo despidió a uno de los suyos quien pasó al uso del buen retiro.
Rodrigo Alonso Castaño, el pasado domingo 1 de septiembre, a las 8:00 en punto de la mañana entregó turno por última vez. En un gesto que llenó de sentimiento a sus compañeros, se arrodilló con el corazón lleno de gratitud ante la fachada de la Base 1 Central, al fondo una pequeña imagen de la Virgen del Carmen, también fue testigo de la calle de honor que le hicieron los miembros de la familia bomberil en medio de aplausos.
La voz jovial del cabo Castaño, se mantiene intacta, como si apenas estuviera saliendo desde Anserma, Caldas, tras una oferta de empleo, porque le dijeron que en Pereira, había una vacante por contrato. “Traje mi documentación, en ese tiempo el comandante era el mayor Ramón Salcedo. A los cuatro o cinco meses se presentó la oportunidad de inscribirme en concurso por Carrera Administrativa de la Función Pública, había dos vacantes y éramos 43 bomberos los aspirantes. Afortunadamente fui nombrado por meritocracia desde 1994”.
Se describe a sí mismo como un visionario, por eso ha hecho parte de la modernización del Cuerpo Oficial a través de las líneas especializadas que lo identificaron como conductor operador de bomba certificado, jefe de operaciones en emergencias sobre todo en 1995 y 1999, cuando sucedieron los terremotos en la ciudad, hizo parte de USAR Col-22 Pereira, tuvo la oportunidad de participar en la Subcomisión Nacional de Rescate con Cuerdas, con la que se creó un grupo conformado con otros ocho Cuerpos de Bomberos, crearon el curso Rescate con Cuerdas nivel operaciones. Según Castaño: “Ni la Dirección Nacional, ni el país contaban con esta matriz de formación para los bomberos, así se construyó el nivel de operaciones para Colombia, me siento muy complacido por eso”.
Son muchas más las conquistas de este héroe sin capa y se necesitaría el periódico entero para exaltar tan ardua labor que desempeñó y la de los compañeros que quedan. Ahora solo queda agradecerle y desearle un buen descanso.
El día a día de un bombero es una ruleta de emociones. |
Una historia predestinada
Al que le van a dar, le guardan y le calientan cuando llega, así se puede resumir el lugar que el destino tenía reservado para él y para las vidas de cientos de pereiranos que ayudó a rescatar en todos estos años de servicio. La primera vez que salió de su pueblo lo hizo hacia Medellín en busca de una oportunidad laboral, pero se vio obligado a regresar a razón de la cruda violencia que azotaba la capital antioqueña en los primeros años de la década del 90, la experiencia que había adquirido en esa ciudad, le dio la seguridad para presentarse donde estaría su verdadera historia.La voz jovial del cabo Castaño, se mantiene intacta, como si apenas estuviera saliendo desde Anserma, Caldas, tras una oferta de empleo, porque le dijeron que en Pereira, había una vacante por contrato. “Traje mi documentación, en ese tiempo el comandante era el mayor Ramón Salcedo. A los cuatro o cinco meses se presentó la oportunidad de inscribirme en concurso por Carrera Administrativa de la Función Pública, había dos vacantes y éramos 43 bomberos los aspirantes. Afortunadamente fui nombrado por meritocracia desde 1994”.
30 años de servicio
Cuando se escucha el relato del suboficial, la historia y el pasado parece que fueron apenas ayer, tiene cada detalle y cada recuerdo intacto. “Comencé atendiendo emergencias en la línea de fuego, fui conductor del comandante, tuve la oportunidad de un ascenso a través del director operativo de aquella época, el doctor Mauricio Alejandro Galeano, a quien le agradezco muchísimo el haber depositado su confianza en mí”.Un momento lleno de simbolismo y agradecimiento a la vida. |
Se describe a sí mismo como un visionario, por eso ha hecho parte de la modernización del Cuerpo Oficial a través de las líneas especializadas que lo identificaron como conductor operador de bomba certificado, jefe de operaciones en emergencias sobre todo en 1995 y 1999, cuando sucedieron los terremotos en la ciudad, hizo parte de USAR Col-22 Pereira, tuvo la oportunidad de participar en la Subcomisión Nacional de Rescate con Cuerdas, con la que se creó un grupo conformado con otros ocho Cuerpos de Bomberos, crearon el curso Rescate con Cuerdas nivel operaciones. Según Castaño: “Ni la Dirección Nacional, ni el país contaban con esta matriz de formación para los bomberos, así se construyó el nivel de operaciones para Colombia, me siento muy complacido por eso”.
Son muchas más las conquistas de este héroe sin capa y se necesitaría el periódico entero para exaltar tan ardua labor que desempeñó y la de los compañeros que quedan. Ahora solo queda agradecerle y desearle un buen descanso.
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