En el municipio de Dosquebradas, las autoridades policiales han afirmado en repetidas ocasiones que no existen barrios vetados. Sin embargo,...
En el municipio de Dosquebradas, las autoridades policiales han afirmado en repetidas ocasiones que no existen barrios vetados. Sin embargo, surge una realidad contrapuesta al observar el caso del Barrio Pueblo Sol, uno de los menos intervenidos por las fuerzas del orden en términos de operativos, capturas e incluso allanamientos. Este barrio, aparentemente tranquilo, se destaca no por la presencia de la fuerza pública, sino por la influencia del líder local conocido como el Chemo, quien ostenta un elaborado esquema de seguridad que le proporciona una visión detallada de las acciones policiales.
Control de acceso y poder cambiante
Según informantes cercanos al conflicto emergente en el área, se presume que el Sureño, un sujeto reconocido como actor criminal en Dosquebradas, quería tomar el control del barrio tras la pérdida de poder y asesinato de alias Chuky, el antiguo líder de Pueblo Sol Alto, Bajo y Medio. Tras estos eventos, el Chemo hizo salir al sureño y se ha posicionado como el actual líder indiscutible del barrio y allí tiene como su mano derecha y le da órdenes a alias el Negro Harod, quien tiene dos perros pitbull en su casa para prestar seguridad y alertar sobre la presencia de personas, es decir funcionan como sus campaneros a la hora de que alguien llegue a su predio e inclusive la misma fuerza pública.
Control de acceso y poder cambiante
Según informantes cercanos al conflicto emergente en el área, se presume que el Sureño, un sujeto reconocido como actor criminal en Dosquebradas, quería tomar el control del barrio tras la pérdida de poder y asesinato de alias Chuky, el antiguo líder de Pueblo Sol Alto, Bajo y Medio. Tras estos eventos, el Chemo hizo salir al sureño y se ha posicionado como el actual líder indiscutible del barrio y allí tiene como su mano derecha y le da órdenes a alias el Negro Harod, quien tiene dos perros pitbull en su casa para prestar seguridad y alertar sobre la presencia de personas, es decir funcionan como sus campaneros a la hora de que alguien llegue a su predio e inclusive la misma fuerza pública.
Alias el Chemo
Microtráfico y organización criminal
En el Barrio Pueblo Sol persisten centros de comercialización de sustancias ilegales como marihuana, basuco y perico, identificados por un sello distintivo en forma de tortuga. La organización, que opera bajo la dirección de alias el Negro Harold y su máximo líder el Chemo, cuenta con una nómina mensual de 20 millones de pesos destinada al pago de sus miembros. Además, se ha conocido que poseen chalecos antibalas, radios de comunicación, armas de diversos calibres y cámaras de seguridad, así como acceso a la frecuencia policial.
No obedece a Cordillera
Es relevante destacar que los barrios bajo el control del Chemo y su organización no están sujetos al poder de la banda delincuencial Cordillera, y tampoco contribuyen con impuestos a esta organización. La droga, proveniente de la ciudad de Medellín, es distribuida y comercializada exclusivamente en esta zona.
Control y vigilancia permanente
Según testimonios de la comunidad local, los miembros de la organización patrullan constantemente el área en motocicletas, fuertemente armados, realizando más rondas que la propia policía. Tienen un conocimiento detallado de las personas que entran y salen del barrio, manteniendo un control absoluto desde la entrada hasta la salida. La ciudadanía afirma que la presencia constante de la organización ha creado un ambiente de aparente tranquilidad, ya que los residentes locales sienten que la zona está protegida y evitan intervenciones policiales, alias el Chemo tiene el control y dominio del barrio.
En el Barrio Pueblo Sol persisten centros de comercialización de sustancias ilegales como marihuana, basuco y perico, identificados por un sello distintivo en forma de tortuga. La organización, que opera bajo la dirección de alias el Negro Harold y su máximo líder el Chemo, cuenta con una nómina mensual de 20 millones de pesos destinada al pago de sus miembros. Además, se ha conocido que poseen chalecos antibalas, radios de comunicación, armas de diversos calibres y cámaras de seguridad, así como acceso a la frecuencia policial.
No obedece a Cordillera
Es relevante destacar que los barrios bajo el control del Chemo y su organización no están sujetos al poder de la banda delincuencial Cordillera, y tampoco contribuyen con impuestos a esta organización. La droga, proveniente de la ciudad de Medellín, es distribuida y comercializada exclusivamente en esta zona.
Control y vigilancia permanente
Según testimonios de la comunidad local, los miembros de la organización patrullan constantemente el área en motocicletas, fuertemente armados, realizando más rondas que la propia policía. Tienen un conocimiento detallado de las personas que entran y salen del barrio, manteniendo un control absoluto desde la entrada hasta la salida. La ciudadanía afirma que la presencia constante de la organización ha creado un ambiente de aparente tranquilidad, ya que los residentes locales sienten que la zona está protegida y evitan intervenciones policiales, alias el Chemo tiene el control y dominio del barrio.
COMENTARIOS