Las autoridades tienen en sus hombros una gran labor para esclarecer el último homicidio ocurrido en el municipio industrial: un gran, quer...
Las autoridades tienen en sus hombros una gran labor para esclarecer el último homicidio ocurrido en el municipio industrial: un gran, querido y cariñoso hombre de 67 años de edad que fue encontrado muerto en la finca familiar ubicada en la vereda La Fría, allí vivía hace varios años.
Todo un misterio
Sobre las 10:40 de la mañana el sobrino de Juan Bautista Restrepo Zapata, a quien sus seres queridos llamaban Yiyo de cariño, le hizo una llamada a un vecino de la finca El Paraíso, que está ubicada en esta vereda del corregimiento de La Unión en Dosquebradas, ya que su tío, quien era el administrador y residente permanente, no le contestaba desde el miércoles en la noche.
Cuando el vecino llegó hasta el inmueble la perrita de Yiyo lo vio y empezó a ladrarle mientras lo llevaba en dirección a la habitación trasera donde se despulpa el café, allí estaba tendido en el piso y en medio de un charco de sangre el cuerpo sin vida de Juan Bautista, por lo que el hombre corrió a su casa para llamar al sobrino y darle la terrible noticia.
La familia avisó a la Policía Metropolitana sobre el mediodía de ayer y estos al confirmar lo que había pasado solicitaron el apoyo del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) para realizar la inspección, cerca de una hora después los investigadores llegaron hasta la finca que está bastante escondida después de muchas escaleras y realizaron la inspección.
La casa tenía varias puertas abiertas como las de la sala, la cocina y el cuarto de Yiyo, este último estaba totalmente desordenado como si estuvieran buscando algo, además de que al aparecer faltaban algunos objetos personales por lo que se cree que fue por hurtarlo que sucedió este horrible crimen.
La cifra
3 heridas ocasionadas con arma blanca tenía el cuerpo del adulto mayor, dos en el cuello y una en el pecho.
Su vida
El hombre de 67 años provenía de una familia muy numerosa, era uno de nueve hermanos y sin él en este momento ya solo quedan con vida seis, había tenido un solo hijo que vive hace varios años en el extrajero, pero siempre estaba acompañado de sus hermanos y en especial de su sobrino quien es el dueño de la finca El Paraiso.
Recuerdo
Los seres queridos de Yiyo nunca lo van a olvidar ya que era un hombre trabajador, dedicado, serio, con carácter, amoroso con todos los suyos, al que le gustaba mucho bailar y celebrar cumpleaños y reuniones, pero ante todo un gran ser humano.
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