Un hombre de 46 años fue denunciado por su familia, lo señalan de haber agredido al más adulto de sus miembros, al parecer desde hace mucho...
Un hombre de 46 años fue denunciado por su familia, lo señalan de haber agredido al más adulto de sus miembros, al parecer desde hace muchos años tenía esta conducta y ya no lo soportaban.
Los hechos
En horas de la noche del 28 de febrero, justo en la calle 16 con carrera 16 del centro de Santa Rosa de Cabal, varias personas pedían auxilio a un cuadrante de la Policía de Risaralda que pasaba por allí, al llegar los uniformados encontraron a Juan Carlos Restrepo López agrediendo a su padre de 77 años.
El sujeto en presencia de las autoridades lo estaba insultando, empujando y hasta amenazando de muerte, le decía que le quedaban poquitos días porque lo iba a matar ya que su progenitor no permitió que consumiera bebidas embriagantes y drogas en la casa.
Los vecinos y demás familiares salieron corriendo en busca de ayuda y trajeron los oficiales que vieron todo y se llevaron capturado a Juan Carlos; el día de ayer durante las audiencias de control de garantías el delegado de la Fiscalía le imputó el delito de violencia intrafamiliar agravada, cargo que no aceptó, para luego ser enviado a prisión gracias a todas las evidencias en su contra.
Antecedentes
Restrepo López tiene en su historial varias anotaciones desde el 2005 por este mismo delito, así como por tráfico de estupefacientes, y según su padre las agresiones hacia él empezaron en el 2010, además de atacar también a su hermana y sobrina; el 30 de enero esta familia recibió el fallo de una comisaría de familia en el que este hombre debía abandonar la vivienda, cosa que no hizo.
La cifra
13 años habría agredido a su padre.
Defensa
El abogado de Juan Carlos trató de hacerlo ver como una persona inimputable por ser consumidor recurrente de estupefacientes, ya que al parecer los episodios de violencia serían cuando está bajo los efectos de los alucinógenos.
Dato
El padre de Juan Carlos lo denunció para que por fin lo saquen de su casa, ya que ni la restricción de la Comisaría de Familia bastó.
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