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Dos barrios con muchos problemas

Usted qué pensaría de las administraciones locales que con su voto ha ayudado a elegir por años y años, si cuando se presenta una emergencia en el lugar que usted habita ya no puede seguir viviendo, entonces lo trasladan a un nuevo espacio pero ve que allí lo ponen nuevamente en zona de riesgo. Deja todo que desear ¿No es así?




Esto es lo que les pasa a las 98 familias de Altos de Camilo Torres, pero que al mismo tiempo afecta a los habitantes de Zona Siete en Dosquebradas. El sentido común no da crédito a los demás órganos sensoriales que dan testimonio de los indebidos manejos políticos con las personas de más escasos recursos económicos.



Hace 10 años, casi 500 personas fueron reubicadas en lo que se denominó Altos de Camilo Torres, pero contradictoriamente a la lucha de este cura por las desigualdades, allí se presentan todas y lo peor es que se conjugan con las necesidades del barrio contiguo, al que le dieron el nombre de Zona Siete, porque el nombre hace alusión a campo de concentración o zona de guerra, que es prácticamente lo que deben hacer a diario los residentes.


Caminar por ‘calles’ empantanadas y a oscuras, acostarse pensando en que el lleno de terreno en el que está la vía principal no colapse ante el asentamiento del terreno de arriba o no sea arrasado por el agua de una quebrada que se enlagunó y que se tarden en llegar las enfermedades ante tanta infestación de animales de todo tipo.



Pelea de tigre con burro amarrado


A. Los zancudos. Ver las piernas y brazos de los habitantes de Altos Camilo Torres, genera preocupación por no decir que terror. Se convirtieron en presa fácil del vector transmisor de dengue y enfermedades.

B. Desde que los reubicaron están sin calles pavimentadas, de eso han pasado 10 años. Allá solo echaron una capa de afirmado en el último mes que se incrementaron las lluvias, pero al no tener cunetas, el material se lava.

C. Sin alumbrado público. Con las dos situaciones nombradas antes, este que es un problema en sí mismo se convierte en factor de accidentes e inseguridad, porque el alimentador que va hasta Camilo Torres los deja en la intersección.

D. Una cancha que quedó en promesa. Durante la alcaldía de Luz Ensueño se les propuso levantar el terreno que tenían destinado para construir algo mejor, pero todo salió mal, porque no les hicieron un polideportivo y la cancha que les entregaron es una loza de cemento que se encharca y no tiene porterías o aros de baloncesto.

E. ¿Dónde jugarán los niños? No es la canción de Maná. Es la ausencia de juegos infantiles, solo queda lo que una vez sostuvo los columpios y esa estructura está podrida, si un niño viene a colgarse de ahí lo más seguro es que salga lastimado.

F. No se sabe nada del terreno de la caseta para la acción comunal de Altos de Camilo Torres y la que se encuentra junto a la cancha encharcada es la del barrio Zona Siete pero deja mucho qué desear.

G. Un gavión que sostiene el terreno de las casas de Altos frente a la entrada de Zona Siete genera más preocupación que mitigación.

H. Sin respuesta de Obras Públicas de Dosquebradas, el secretario no da señales de vida y en la oficina de comunicaciones se quedaron gestionando la respuesta desde la semana pasada.

I. Los habitantes de los dos barrios se sienten molestos y defraudados. Dicen que el alcalde Diego Ramos, sólo va a hablar bonito pero que las obras no se concretan.


Cifra

800 personas es el aproximado de los afectados y sin soluciones a la vista.









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