La madrugada de este viernes le metieron freno a una de las estructuras criminales más peligrosas de Pereira. La Policía y la Fiscalía tocar...
La madrugada de este viernes le metieron freno a una de las estructuras criminales más peligrosas de Pereira. La Policía y la Fiscalía tocaron nueve puertas al tiempo. Iban tras alias la Negra, una mujer que, según las autoridades, no solo lideraba el miedo en la comuna Villasantana, sino que también tenía a sus pies una banda de delincuentes encargados de desplazar a familias, matar por encargo y cobrar vacunas a punta de pistola.
Los allanamientos
A eso de las 2 a. m., se desplegó la operación denominada 'Amón' coordinada entre el Gaula, la Unipol, la Policía Metropolitana, la Fiscalía Quinta Especializada y demás unidades de inteligencia. ¿El objetivo? Desmantelar la estructura delincuencial, brazo armado de Cordillera, que era liderada por esta mujer.
Nueve allanamientos simultáneos en puntos estratégicos de la comuna Villasantana permitieron la captura de cinco personas. En los operativos no se encontraron caletas de droga ni armamento pesado. Solo una pistola traumática y mucha información que los dejó al descubierto.
Aunque el objetivo central era cumplir las órdenes judiciales, las autoridades se llevaron una foto completa de cómo operaba esta red que tenía bajo control varias zonas del oriente de Pereira.
¿Quiénes cayeron?
Los presuntos criminales son, alias la Negra, Yurleyda Patricia Hurtado Mosquera, de Nóvita, Chocó; Mateo Morales Giraldo, 23 años; José Aníbal Ríos Gallegos, 36 años, de San José del Palmar; Cristian Camilo Bermúdez Ramírez, 28 años, de Pereira y Edwin Alberto Hincapié Grisales, 26 años, también pereirano.

A eso de las 2 a. m., se desplegó la operación denominada 'Amón' coordinada entre el Gaula, la Unipol, la Policía Metropolitana, la Fiscalía Quinta Especializada y demás unidades de inteligencia. ¿El objetivo? Desmantelar la estructura delincuencial, brazo armado de Cordillera, que era liderada por esta mujer.
Nueve allanamientos simultáneos en puntos estratégicos de la comuna Villasantana permitieron la captura de cinco personas. En los operativos no se encontraron caletas de droga ni armamento pesado. Solo una pistola traumática y mucha información que los dejó al descubierto.
Aunque el objetivo central era cumplir las órdenes judiciales, las autoridades se llevaron una foto completa de cómo operaba esta red que tenía bajo control varias zonas del oriente de Pereira.
¿Quiénes cayeron?
Los presuntos criminales son, alias la Negra, Yurleyda Patricia Hurtado Mosquera, de Nóvita, Chocó; Mateo Morales Giraldo, 23 años; José Aníbal Ríos Gallegos, 36 años, de San José del Palmar; Cristian Camilo Bermúdez Ramírez, 28 años, de Pereira y Edwin Alberto Hincapié Grisales, 26 años, también pereirano.

Todos con orden de captura y con nexos directos a la estructura criminal que, según las autoridades, tiene responsabilidad en desplazamientos forzados, extorsión, homicidios y microtráfico.
Perfiles
Cristian Camilo Bermúdez Ramírez, tiene antecedentes por extorsión en dos ocasiones, porte ilegal de armas de fuego o municiones, y amenazas agravadas con intención de causar daño físico.
Edwin Alberto Hincapié Grisales, registra extorsión, fabricación y porte ilegal de armas, secuestro simple agravado y amenazas de muerte o lesión.
José Aníbal Ríos Gallego, figura con anotaciones por inasistencia alimentaria, violencia intrafamiliar y lesiones personales.
Mateo Morales Giraldo, enfrenta procesos por homicidio, extorsión, secuestro simple y amenazas graves.
El prontuario de la Negra
No es ninguna novata en el mundo del crimen. Ha sido capturada en 2021 y 2024 por delitos como concierto para delinquir, homicidio agravado, tráfico y porte de estupefacientes, porte ilegal de armas, extorsión, hurtos y lesiones personales. Y por si fuera poco, hoy está vinculada presuntamente a 8 homicidios entre 2022 y 2023, así como a otras acciones violentas que este año tienen a Villasantana bajo fuego cruzado entre Cordillera y los Rebeldes o Independientes.
¿Por qué están en guerra?
Porque la plata no da tregua. El negocio del microtráfico, sobre todo la venta de tussi, ha dividido las calles. Cordillera no quiere competencia y los Rebeldes decidieron armar su propio imperio. Resultado, una guerra sin pausa que ya deja 125 homicidios en Pereira solo este año. La mayoría, dicen, relacionados directamente con el control del narcomenudeo.
La estructura
No era solo una estructura más, era la mano derecha de Cordillera en Villasantana. Controlaban a punta de miedo, sacaban familias de sus casas y se apoderaban de viviendas para convertirlas en caletas, oficinas del miedo o simplemente en puntos de venta. No contentos con eso, le ponían precio al trabajo ajeno, comerciantes, vendedores y mototaxistas debían entregarles una cuota si querían seguir operando tranquilos. Si no pagaban, sabían que podían terminar en una bolsa negra.
Todo ese control criminal estaba camuflado detrás de una supuesta vocación comunitaria. La Negra se mostraba como lideresa del barrio, organizaba reuniones, sonreía para la foto y se ganaba la confianza mientras seguía dirigiendo su negocio bajo cuerda.
Y no solo controlaban el espacio físico, también el económico, comerciantes locales y conductores informales eran sometidos a una obligación de pagos mensuales que rondaban entre los 2 y 3 millones de pesos, bajo amenazas constantes que buscaban silenciarlos o forzarlos a abandonar la zona si se negaban.
¿Y ahora qué?
Hoy mismo, en horas de la tarde, se realizará la audiencia de legalización de captura, imputación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento. El destino de los cinco capturados se definirá frente al juez.
Delitos a imputar
Secuestro simple, extorsión, concierto para delinquir, desplazamiento forzado.
Su otro método de control
Según las investigaciones, la estructura dirigida por alias la Negra imponía su ley sobre comerciantes del sector y conductores informales, obligándolos a entregar pagos mensuales si querían trabajar en paz. Quienes se resistían, eran víctimas de intimidaciones o amenazas veladas. Así se garantizaban el silencio, la obediencia y, claro, el flujo constante de dinero.
El heredero que también cayó
El pasado 5 de junio, durante la Operación 90H, la Policía también le dio un golpe certero a la Negra. Ese día capturaron en Villasantana a tres de sus fichas más cercanas, incluyendo a su propio hijo, alias Mundo Malo, Jefferson Alexis Hurtado Mosquera, de 18 años. Aprendió desde pequeño a vivir del miedo ajeno. Ya tenía antecedentes por agredir a un policía y se perfilaba como el próximo jefe del grupo. Pero su reinado, igual que el de su mamá, no duró mucho.
Perfiles
Cristian Camilo Bermúdez Ramírez, tiene antecedentes por extorsión en dos ocasiones, porte ilegal de armas de fuego o municiones, y amenazas agravadas con intención de causar daño físico.
Edwin Alberto Hincapié Grisales, registra extorsión, fabricación y porte ilegal de armas, secuestro simple agravado y amenazas de muerte o lesión.
José Aníbal Ríos Gallego, figura con anotaciones por inasistencia alimentaria, violencia intrafamiliar y lesiones personales.
Mateo Morales Giraldo, enfrenta procesos por homicidio, extorsión, secuestro simple y amenazas graves.
El prontuario de la Negra
No es ninguna novata en el mundo del crimen. Ha sido capturada en 2021 y 2024 por delitos como concierto para delinquir, homicidio agravado, tráfico y porte de estupefacientes, porte ilegal de armas, extorsión, hurtos y lesiones personales. Y por si fuera poco, hoy está vinculada presuntamente a 8 homicidios entre 2022 y 2023, así como a otras acciones violentas que este año tienen a Villasantana bajo fuego cruzado entre Cordillera y los Rebeldes o Independientes.
¿Por qué están en guerra?
Porque la plata no da tregua. El negocio del microtráfico, sobre todo la venta de tussi, ha dividido las calles. Cordillera no quiere competencia y los Rebeldes decidieron armar su propio imperio. Resultado, una guerra sin pausa que ya deja 125 homicidios en Pereira solo este año. La mayoría, dicen, relacionados directamente con el control del narcomenudeo.
La estructura
No era solo una estructura más, era la mano derecha de Cordillera en Villasantana. Controlaban a punta de miedo, sacaban familias de sus casas y se apoderaban de viviendas para convertirlas en caletas, oficinas del miedo o simplemente en puntos de venta. No contentos con eso, le ponían precio al trabajo ajeno, comerciantes, vendedores y mototaxistas debían entregarles una cuota si querían seguir operando tranquilos. Si no pagaban, sabían que podían terminar en una bolsa negra.
Todo ese control criminal estaba camuflado detrás de una supuesta vocación comunitaria. La Negra se mostraba como lideresa del barrio, organizaba reuniones, sonreía para la foto y se ganaba la confianza mientras seguía dirigiendo su negocio bajo cuerda.
Y no solo controlaban el espacio físico, también el económico, comerciantes locales y conductores informales eran sometidos a una obligación de pagos mensuales que rondaban entre los 2 y 3 millones de pesos, bajo amenazas constantes que buscaban silenciarlos o forzarlos a abandonar la zona si se negaban.
¿Y ahora qué?
Hoy mismo, en horas de la tarde, se realizará la audiencia de legalización de captura, imputación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento. El destino de los cinco capturados se definirá frente al juez.
Delitos a imputar
Secuestro simple, extorsión, concierto para delinquir, desplazamiento forzado.
Su otro método de control
Según las investigaciones, la estructura dirigida por alias la Negra imponía su ley sobre comerciantes del sector y conductores informales, obligándolos a entregar pagos mensuales si querían trabajar en paz. Quienes se resistían, eran víctimas de intimidaciones o amenazas veladas. Así se garantizaban el silencio, la obediencia y, claro, el flujo constante de dinero.
El heredero que también cayó
El pasado 5 de junio, durante la Operación 90H, la Policía también le dio un golpe certero a la Negra. Ese día capturaron en Villasantana a tres de sus fichas más cercanas, incluyendo a su propio hijo, alias Mundo Malo, Jefferson Alexis Hurtado Mosquera, de 18 años. Aprendió desde pequeño a vivir del miedo ajeno. Ya tenía antecedentes por agredir a un policía y se perfilaba como el próximo jefe del grupo. Pero su reinado, igual que el de su mamá, no duró mucho.

COMENTARIOS