Si bien las fiestas y carnavales tienen un origen pagano al ser analizadas desde la tradición religiosa occidental, esta es solo una forma ...
Si bien las fiestas y carnavales tienen un origen pagano al ser analizadas desde la tradición religiosa occidental, esta es solo una forma de abordaje, y por poco crucifijo que tengan, tampoco es para que con ellas se haga apología a de los bacanales romanos en los que la fiesta era desenfrenada, se comía, bebía y se mantenían relaciones sexuales sin moderación.
Por esta razón es que desde la redacción de este periódico se buscó la opinión de un experto, él es el sociólogo Carlos Orozco, quien entregó un contexto sobre este llamado que se hace desde la administración municipal a las fiestas que arrancarán en menos de un mes y culminarán con el cumpleaños número 159 de la ciudad.
Desde la concepción sociológica hay mucho que analizar, Orozco comienza por decir que “Las fiestas como expresión cultural de los pueblos, son la esencia en sí misma y es la forma que estos tienen de representar sus costumbres y tradiciones en todos los ámbitos. Las fiestas nacen como una congregación alrededor de la comida para dar gracias por la cosecha, son de las primeras expresiones de la humanidad”.
Ante esto se tiene entonces que las Fiestas de la Cosecha de Pereira, no podían tener un mejor nombre, porque hace referencia a todo ese ritual de dar gracias por la tierra bendecida, por la abundancia y todo lo bueno. Además, si se une a la tradición cafetera, con mayor razón exalta la cosecha mitaca. Entonces ¿por qué ponerle un remoquete que desvirtúe tal tradición?
El sociólogo continúa con su explicación: “Las fiestas han estado enfocadas en resaltar lo mejor de los pueblos a través de representaciones artísticas, gastronómicas entre otras, pero a lo que estamos asistiendo en estos momentos con la connotación que le da la administración y con la que se define, es la de arraigo en la cultura de los traquetos”.
¿Gastar por gastar?
Un buen abogado del diablo diría que este nombre se puede deber a un jugoso patrocinio de cualquier empresa de licores, pero mientras esto no se confirme toca asumir, como dice Carlos Orozco y es que esta concepción del ‘Chupe’, es una degradación de la concepción de las fiestas y del pueblo pereirano.
“Los dos años anteriores que no hubo fiestas, nada pasó. Ahora se concibe la fiesta como un elemento meramente comercial, porque no pone nada nuevo en el escenario del pueblo. En este espacio de tiempo concreto es una expresión mediocre y vulgar, cosa que no representa el espíritu de las fiestas”, afirma el sociólogo.
Escuche música, emborráchese y ya
Antes de las Fiestas de la Cosecha, se hacían dos fiestas: una en febrero y otra en agosto, alrededor de estas había todo un tema cultural; salían los colegios, la iglesia que son las expresiones propias de la sociedad. El periódico tuvo conocimiento de muy buena fuente que los artistas locales estaban muy molestos, por la forma en que los ignoraron para la contratación y que el miércoles tuvieron una reunión de urgencia en la Secretaría de Cultura, en la que llegaron a un arreglo para hacer sus presentaciones, falta saber quiénes quedaron por fuera.
Orozco asegura: “Acabamos de salir de una Pandemia, Pereira tiene el mayor índice de consumo de sustancias psicoactivas y que la administración proponga un escenario de esta naturaleza, lo que propicia es lo contrario a la prevención y las buenas prácticas sociales. Es que $6.000 millones en un momento como el actual no está bien desde el punto de vista económico, ni desde el enfoque que se le da”.
Lo anterior le consta a los lectores que día a día llaman para contar una situación que requiere de la atención e inversión de la alcaldía, pero que ven cómo pasa el tiempo y hacen oídos sordos a su clamor. Es más, no habría problema con ese elevado monto se utilizara para contratar grupos folclóricos, pero que los recursos quedarán aquí mismo, circulando en la economía de la gente.
“La música del Charrito Negro, Luis Alberto Posada, Pipe Bueno, Jhonny Rivera, Paola Jara, no es mala en sí misma, es porque está rodeada de una cultura traqueta que no simbolizan los valores del pueblo pereirano”. El experto asegura que se está convocando a una degradación, porque se fomenta el alcoholismo literalmente ¿Cómo se va regular? Es como si el padre de familia le dijera a los hijos que pueden beber dos semanas seguidas con los amigos en la casa, sin pedirles que no consuman más alcohol del debido y que no vayan borrachos a trabajar o estudiar.
Detrás del licor están los embarazos no deseados, la transmisión de infecciones sexuales, los índices de violencia y que la mujer se cosifique, cosa que en otro tiempo hizo que los pereiranos se rasgaran las vestiduras. Ya no sería para nada extraño en este marco el reinado de la Web Cam. Es concebir a Pereira, como una discoteca gigante y no como una despensa agrícola. ¿Qué pensaría don José Manuel Jaramillo?
“No hay que ser un genio para saber que en un pueblo que se está muriendo de hambre (cifras del DANE) no se puede ser tan irresponsable de trasladar tal cantidad de dinero a unas fiestas que son menos importantes que otros temas. Pan y Circo, con un agravante que hay circo, pero no hay pan”.
COMENTARIOS