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Se nos fue el hombre del pollo frito y el buen ejemplo

Toda Peira está de luto por la muerte de don Alfredo Hoyos Mazuera, tal vez el empresario más querido de la capital, no solo por la marca Frisby que nos representa en todo el país y es un orgullo regional, sino por su calidad como persona, un hombre íntegro que nos enseñó el valor del trabajo, la persistencia y la honestidad.




A la edad de 74 años una enfermedad se lo llevó de este mundo convulsionado, según su familia murió rodeado de sus seres queridos en su propiedad de La Florida, sitio donde tenía parte de su producción y donde se sentía más agusto.

Desde su partida no han cesado los homenajes, palabras de condolencia y admiración por el empresario a quien se le dará el último adiós hoy 15 de diciembre en la Iglesia San José.

Su historia

Don Alfredo Hoyos fue un visionario que buscó oportunidades en un mercado no muy conocido a mediados de la década de los años 70, como era el negocio del pollo frito.

Nació en Pereira, el 7 de mayo de 1946, pero con raíces antioqueñas, hijo de padres emprendedores quienes le enseñaron y lo orientaron para que a través del tiempo se convirtiera en uno de los empresarios más reconocidos de este país.

Desde muy joven al lado de su padre también llamado Alfredo Hoyos aprendió el negocio avícola ayudándole en las granjas, y en otras actividades como la vacunación y la recolección de huevos.

Fue un gran lector de Filosofía y Psicología e investigador de la conducta humana, enseñanzas que lo llevaron a que Frisby no fuera solo un negocio sino, un agente de transformación social.

Alfredo Hoyos Mazuera, después de adelantar estudios en Estados Unidos, regresó a Pereira, y cuando apenas tenía 18 años le dio vida a su primera empresa que tuvo como razón social: Importadora Avícola de Colombia, con la cual por una década le ofreció asistencia técnica a los avicultores del país.


Pollo y pizza

La tradición del pollo frito apanado nació en 1977, por el ingenio de Alfredo Hoyos Mazuera y su esposa Liliana Restrepo, quienes inicialmente montaron una pizzería en la esquina de la calle 25 con carrera 7 de la capital risaraldense, pero rápidamente el pollo se convirtió en su producto insignia, que le dio gran reconocimiento en el país, reforzado con su típico slogan de “Nadie lo hace como Frisby lo hace”.

Era la primera vez que en Colombia se ofrecía el pollo preparado de esta manera, por lo que no tardó en convertirse en el producto más pedido por los clientes y en el ícono de ventas de la naciente cadena de restaurantes. En el año de 1978 se inició la apertura de nuevos puntos en diferentes ciudades del Eje Cafetero. Para 1987 se abrieron los primeros locales en Bogotá y en 1990 en Medellín.

Actualmente Frisby cuenta con más de 200 puntos de venta en 50 cabeceras municipales, siendo así una de las cadenas con mayor cobertura en el territorio nacional. Frisby tiene 3,500 colaboradores que se encargan de mantener en cada entrega las premisas de sabor, servicio y calidad.


El maestro de vida

De su primer matrimonio con Yamile Bojanini, tuvo dos hijos Alejandro y Carolina, mientras que con su segunda esposa Liliana Restrepo, procrearon a Catalina y Alvaro, quienes reconocieron en su padre a un maestro de vida, quien a través de su ejemplo les enseñó a hacer empresa con propósito y corazón.

“Nos deja un legado de transformación y entrega a la sociedad, y un mensaje altruista de que sí se pueden hacer las cosas con honestidad, altura, y mucho amor”. Alvaro Hoyos Restrepo recordó que su padre creó junto a su mamá una cultura empresarial basada en el capitalismo consciente en la cual estaba primero cumplir con todos los grupos de interés para generar prosperidad colectiva.

Un gran ser humano que nos deja miles de enseñanzas, pero la principal es la de tener un propósito superior y luchar con todas nuestras fuerzas para conseguirlo, 
 precisó Álvaro uno de los herederos del alma y nervio de Frisby.

La Fundación Frisby

La familia Frisby adelanta procesos educativos con infancia, adolescencia, adultos y familias a través de la educación formal, formación en habilidades para la vida a través del deporte, educación biocéntrica y emprendimiento.

  • En el año de 1975, Alfredo Hoyos fundó a Pimpollo, luego se convirtió en socio de Kokoriko. 
  • En 1995 nace la Fundación Frisby, como expresión del compromiso social que caracterizó a los fundadores de la organización.

Reconocimientos

Don Alfredo gozó en vida de múltiples reconocimientos por los logros obtenidos con su marcha Frisby y la labor social que realizaba por intermedio de su fundación Frisby y el Instituto Tecnológico de Dosquebradas. El priódico El Diario le otorgó su máximo galardón en la ceremonia de las ‘500 empresas que hacen grande a Risaralda’ en dos oportunidades.

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