Como un mensaje de esperanza, de fe y unión frente a la difícil situación por cuenta del coronavirus, la patrullera Lady Paulina Cárdenas P...
Como un mensaje de esperanza, de fe y unión frente a la difícil situación por cuenta del coronavirus, la patrullera Lady Paulina Cárdenas Parra le canta a la vida y esta vez llegó hasta los hospitales y clínicas para agradecerles a los héroes que arriesgan sus vidas para salvar las de los demás.
Paulina siente que en este aislamiento obligatorio no puede ver todo como una tragedia, por el contrario le ve el lado positivo, pues en este momento las personas están en casa, unidas en familia.
“Es un momento para reflexionar sobre nuestro comportamiento, tiempo para entregar todo nuestro amor a nuestros hijos y familia, tiempo para agradecer y orar a Dios, pasamos nuestros días normalmente trabajando y en afanes, cuando llegamos a casa no nos despegamos del celular, estamos dejando a nuestros hijos solos, ya ni tiempo les dedicamos y mantenemos de mal humor, aparte de eso estamos acabando con el medio ambiente, tal vez esta pandemia nos da la lección para nuestra vida, no hay nada más importante que Dios, nuestra familia y el cuidado especial que debemos tener con el medio ambiente, nuestra casa”.
¿Qué tipo de música canta en esta pandemia?
Amo las baladas, siento que llegan al corazón, para este tipo escogí dos canciones una es ‘Volveremos a brindar’ de la española Lucía Gil, es hermosa, creo que deja un lindo mensaje en especial la unión mundial que hemos tenido ante esta situación desde nuestras casas y el reconocimiento a nuestro personal de la salud; la otra canción se llama ‘Más allá’ de Gloria Estefan, esta canción es aún más profunda, deja un mensaje hermoso, me gusta una estrofa que dice “más allá del rencor de las lágrimas y el dolor, brilla la luz del amor dentro de cada corazón”, en este momento debemos unirnos, dejar los rencores, el odio, todos los sentimientos negativos, solo brindar amor, eso debemos hacer, tener paz en nuestro corazón, aprender a amar y para eso debes buscar a Dios”.
¿Qué sensación tiene al cantarles a los médicos y en los barrios?
Estuve llevando amor y esperanza en 7 clínicas, en conjuntos cerrados, canté a una niña de 15 años en este aislamiento, amo llevar mensajes de paz, amor, unión y reconciliación a las personas, a los médicos un reconocimiento inmenso a través de estas canciones porque son nuestros héroes, son quienes han puesto su vida y sus familias en riesgo, sus trabajos de extensas horas, es un acto de verdadero amor y entrega, merecen todo nuestro reconocimiento y respeto. Cantar a las personas que solo pueden ver desde sus ventanas y balcones es especial, es un acto de esperanza y de apoyo por parte de la Policía Nacional a quienes se sienten tristes y preocupados.
Paulina siente que en este aislamiento obligatorio no puede ver todo como una tragedia, por el contrario le ve el lado positivo, pues en este momento las personas están en casa, unidas en familia.
“Es un momento para reflexionar sobre nuestro comportamiento, tiempo para entregar todo nuestro amor a nuestros hijos y familia, tiempo para agradecer y orar a Dios, pasamos nuestros días normalmente trabajando y en afanes, cuando llegamos a casa no nos despegamos del celular, estamos dejando a nuestros hijos solos, ya ni tiempo les dedicamos y mantenemos de mal humor, aparte de eso estamos acabando con el medio ambiente, tal vez esta pandemia nos da la lección para nuestra vida, no hay nada más importante que Dios, nuestra familia y el cuidado especial que debemos tener con el medio ambiente, nuestra casa”.
¿Qué tipo de música canta en esta pandemia?
Amo las baladas, siento que llegan al corazón, para este tipo escogí dos canciones una es ‘Volveremos a brindar’ de la española Lucía Gil, es hermosa, creo que deja un lindo mensaje en especial la unión mundial que hemos tenido ante esta situación desde nuestras casas y el reconocimiento a nuestro personal de la salud; la otra canción se llama ‘Más allá’ de Gloria Estefan, esta canción es aún más profunda, deja un mensaje hermoso, me gusta una estrofa que dice “más allá del rencor de las lágrimas y el dolor, brilla la luz del amor dentro de cada corazón”, en este momento debemos unirnos, dejar los rencores, el odio, todos los sentimientos negativos, solo brindar amor, eso debemos hacer, tener paz en nuestro corazón, aprender a amar y para eso debes buscar a Dios”.
¿Qué sensación tiene al cantarles a los médicos y en los barrios?
Estuve llevando amor y esperanza en 7 clínicas, en conjuntos cerrados, canté a una niña de 15 años en este aislamiento, amo llevar mensajes de paz, amor, unión y reconciliación a las personas, a los médicos un reconocimiento inmenso a través de estas canciones porque son nuestros héroes, son quienes han puesto su vida y sus familias en riesgo, sus trabajos de extensas horas, es un acto de verdadero amor y entrega, merecen todo nuestro reconocimiento y respeto. Cantar a las personas que solo pueden ver desde sus ventanas y balcones es especial, es un acto de esperanza y de apoyo por parte de la Policía Nacional a quienes se sienten tristes y preocupados.
¿Qué siente cuando la aplauden?
Siento que los aplausos llegan a mi corazón, ya que quiere decir que la melodía de mi corazón ha tocado a sus almas, me encanta compartir mi música con las demás personas.
¿Esa voz dulce le cambia a la hora de patrullar?
Formé parte del modelo nacional de vigilancia por cuadrantes, actualmente laboro en la oficina de Comunicaciones Estratégicas de la Policía Metropolitana de Pereira, estuve en la Estación de Cuba pero cuando estaba en vigilancia y atendía los casos, siempre me caractericé por ser muy amable, hablar con tranquilidad a la comunidad y con una sonrisa.
¿De dónde salió ese amor por el canto?
Creo que lo traigo en la sangre, uno de mis abuelos fue mariachi y otro cantaba y tocaba el tiple, el solo sentir la música me hace feliz vine a descubrir esa pasión a los 10 años.
¿Quién es Paulina?
Paulina tiene 36 años, es de familia de policías, su amor por la institución lo lleva en la sangre, es madre de gemelos de 7 años y esposa de un policía. Nació en el municipio de Manizales, Caldas, desde muy pequeña vivió en la ciudad de Medellín hasta la edad de los 7 años. Hija de Luz Stella Amaya y Rubén Cárdenas, quien era también miembro de la Policía Nacional y fue asesinado en 1990 en un plan pistola, en época de Pablo Escobar, tras la pérdida de su padre regresó con su mamá y hermana a su tierra natal. Agregó que cuando fue a ingresar a la Policía en el consejo de admisión dijo que amaba la música, la pusieron a cantar y terminó recibiendo aplausos; le dijeron que en la institución podía ejercer el canto y así es, siempre ha tenido la oportunidad de interpretar y compartir su voz en la policía y con la comunidad.
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