La presencia del Clan del Golfo en Risaralda no solo preocupa a la Policía y a las autoridades locales y departamentales, sino también a la ...
La presencia del Clan del Golfo en Risaralda no solo preocupa a la Policía y a las autoridades locales y departamentales, sino también a la misma comunidad, que vive con miedo por los enfrentamientos con la fuerza pública y, sobre todo, por el negocio del microtráfico, con el que cada vez buscan enganchar a más consumidores en los municipios del occidente.

Las investigaciones de la Fiscalía han dejado al descubierto que este grupo criminal está empeñado en tener el control del tráfico de estupefacientes en Belén de Umbría, Guática y Mistrató, en medio de una guerra sangrienta contra la organización delincuencial Cordillera, que ha convertido a los homicidios selectivos en el pan de cada día.
La investigación que destapó todo
La encargada de esta investigación es la Fiscalía 32 de Belén de Umbría, que tiene bajo la lupa a 17 integrantes del Clan del Golfo que fueron identificados operando en Risaralda. De ellos, siete ya fueron capturados, mientras que alias Colonia, uno de los máximos cabecillas, cayó abatido en un operativo. El fin de semana lograron la captura de Víctor Manuel Hidalgo, alias Sierra, líder del brazo armado del grupo delictivo.
En las audiencias preliminares realizadas la Fiscalía reveló detalles impactantes: el grupo que operaba en Belén de Umbría, Guática y Mistrató, son integrantes de la subestructura Edwin Román Velásquez Valle, que delinque en el occidente de Antioquia.
El negocio de la droga
De acuerdo con la Fiscalía, los delincuentes se dedican al comercio de cocaína, sus derivados y drogas sintéticas, como tusibí; es decir, están ingresando esta droga a los municipios, la misma que tiene a Pereira como escenario del enfrentamiento de dos bandas por el control de la comercialización, guerra difícil de parar.
Según las investigaciones, el Clan distribuye la droga en bolsas plásticas con stickers de caricaturas. Estas etiquetas funcionan como marca registrada, con el fin de controlar a los expendedores, quién almacena la droga y así impedir que otros grupos ingresen al negocio.
“Trabajo social” para ganar territorio
Pero la estrategia del Clan del Golfo no solo se basa en la violencia. En municipios como Mistrató, los integrantes del grupo ilegal intentaron acercarse a la comunidad arreglando vías rurales y sosteniendo reuniones con campesinos, donde se presentaban como ‘protectores’ frente a otros actores armados. Con esa fachada buscaban ganarse la confianza de la gente y consolidar su dominio territorial.
En la mayoría de los allanamientos y capturas practicadas por las autoridades, además de droga se encontraron armas de fuego de uso privativo, lo que confirmaría la intención del Clan de fortalecer su aparato armado en la zona.
El testigo clave
En medio de la investigación, un exintegrante del Clan del Golfo se convirtió en testigo y reveló que la organización lleva seis meses instalada en Risaralda. Según su testimonio, el grupo ya tiene presencia activa en Guática, donde fue abatido el cabecilla alias Colonia, Mistrató y Belén de Umbría.
El hombre también señaló a Elmer José Muñoz, alias Colonia, como comandante regional y determinador de varios homicidios selectivos. Era él quien escogía a los autores materiales, daba las órdenes de ejecutar asesinatos y castigaba con la muerte a quienes no seguían las reglas del grupo ilegal.
Dos brazos criminales
La Fiscalía explicó que el Clan del Golfo en Risaralda está operando con dos estructuras claramente definidas:

Las investigaciones de la Fiscalía han dejado al descubierto que este grupo criminal está empeñado en tener el control del tráfico de estupefacientes en Belén de Umbría, Guática y Mistrató, en medio de una guerra sangrienta contra la organización delincuencial Cordillera, que ha convertido a los homicidios selectivos en el pan de cada día.
La investigación que destapó todo
La encargada de esta investigación es la Fiscalía 32 de Belén de Umbría, que tiene bajo la lupa a 17 integrantes del Clan del Golfo que fueron identificados operando en Risaralda. De ellos, siete ya fueron capturados, mientras que alias Colonia, uno de los máximos cabecillas, cayó abatido en un operativo. El fin de semana lograron la captura de Víctor Manuel Hidalgo, alias Sierra, líder del brazo armado del grupo delictivo.
En las audiencias preliminares realizadas la Fiscalía reveló detalles impactantes: el grupo que operaba en Belén de Umbría, Guática y Mistrató, son integrantes de la subestructura Edwin Román Velásquez Valle, que delinque en el occidente de Antioquia.
El negocio de la droga
De acuerdo con la Fiscalía, los delincuentes se dedican al comercio de cocaína, sus derivados y drogas sintéticas, como tusibí; es decir, están ingresando esta droga a los municipios, la misma que tiene a Pereira como escenario del enfrentamiento de dos bandas por el control de la comercialización, guerra difícil de parar.
Según las investigaciones, el Clan distribuye la droga en bolsas plásticas con stickers de caricaturas. Estas etiquetas funcionan como marca registrada, con el fin de controlar a los expendedores, quién almacena la droga y así impedir que otros grupos ingresen al negocio.
“Trabajo social” para ganar territorio
Pero la estrategia del Clan del Golfo no solo se basa en la violencia. En municipios como Mistrató, los integrantes del grupo ilegal intentaron acercarse a la comunidad arreglando vías rurales y sosteniendo reuniones con campesinos, donde se presentaban como ‘protectores’ frente a otros actores armados. Con esa fachada buscaban ganarse la confianza de la gente y consolidar su dominio territorial.
En la mayoría de los allanamientos y capturas practicadas por las autoridades, además de droga se encontraron armas de fuego de uso privativo, lo que confirmaría la intención del Clan de fortalecer su aparato armado en la zona.
El testigo clave
En medio de la investigación, un exintegrante del Clan del Golfo se convirtió en testigo y reveló que la organización lleva seis meses instalada en Risaralda. Según su testimonio, el grupo ya tiene presencia activa en Guática, donde fue abatido el cabecilla alias Colonia, Mistrató y Belén de Umbría.
El hombre también señaló a Elmer José Muñoz, alias Colonia, como comandante regional y determinador de varios homicidios selectivos. Era él quien escogía a los autores materiales, daba las órdenes de ejecutar asesinatos y castigaba con la muerte a quienes no seguían las reglas del grupo ilegal.
Dos brazos criminales
La Fiscalía explicó que el Clan del Golfo en Risaralda está operando con dos estructuras claramente definidas:
Una dedicada al microtráfico, desde la producción y el almacenamiento hasta la distribución en expendios locales. Y otra encargada de ejecutar homicidios selectivos, con los que mantienen el control del negocio y amedrentan a rivales y a la población.
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Refuerzos desde Antioquia
Aunque la Policía de Risaralda y las tropas del Batallón San Mateo han realizado operativos, capturas y allanamientos, la organización criminal parece no tener freno. De manera extraoficial, Q’hubo conoció que el Clan del Golfo estaría planeando traer a más de 50 hombres desde Antioquia para reforzar su presencia en el occidente del departamento y continuar con su plan de expansión.Por ahora, las autoridades mantienen la ofensiva en la zona contra este grupo ilegal pretende consolidar a punta de drogas, armas y muerte.
Comandante de la Policía de Risaralda
El coronel Hernando Téllez Ariza, sobre esta estrategia dijo que “los integrantes del Clan del Golfo buscan tener unos acercamientos con la comunidad, mostrarse solidarios, que vienen a ayudar, pero lo que hacen es establecerse y empezar a amedrentar a los pobladores. Eso lo tenemos completamente claro como Fuerza Pública. Lo que hacemos nosotros desde el punto de vista de la seguridad es fortalecer esas operaciones de inteligencia, generar operaciones contra estos criminales; ellos saben que la Fuerza Pública está preparada para enfrentarlos”.

Según analistas
Expresaron que el ingreso del Clan del Golfo con su enorme músculo financiero y capacidad militar, desestabiliza al departamento y al eje cafetero. La llegada de un actor de ese tamaño, que además no arranca por Pueblo Rico, si no por Belén de Umbría y va extendiendo su influencia, prontamente podría llegar al Área Metropolitana. Es una situación que puede generar gravísimos problema a los risaraldenses y desafortunadamente no le ven solución, ya que en la medida que hay tanto poder financiero detrás, la llegada de esos hombres va ser muy difícil de parar; con ese grupo no hay posibilidad de una negociación política como la hubo con los paramilitares, o la guerilla, ya que es una organización delicada a las rentas ilícitas; debe haber entonces una gran actuación policial y es allí donde se va a medir la la capacidad del gobernador de Risaralda y del Batallón San Mateo.
Gobernación
Por su parte, Maicol Castaño Alfonso, director de Seguridad y Convivencia Ciudadana de la Secretaría de Gobierno de Risaralda, manifestó que la Gobernación está firme en garantizar la presencia institucional en todo el territorio:La Gobernación ha garantizado la presencia de todas sus secretarías mediante la oferta dispuesta en cada rincón del departamento, sin ninguna restricción. Salud, infraestructura, gobierno, todos estamos llegando a las comunidades. Además, reforzamos los canales de comunicación para que tanto en las zonas urbanas como rurales, las personas puedan informarnos a nosotros y a la Policía cualquier situación de intimidación que se presente contra ellos o sus familias”.
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Refuerzos desde Antioquia
Aunque la Policía de Risaralda y las tropas del Batallón San Mateo han realizado operativos, capturas y allanamientos, la organización criminal parece no tener freno. De manera extraoficial, Q’hubo conoció que el Clan del Golfo estaría planeando traer a más de 50 hombres desde Antioquia para reforzar su presencia en el occidente del departamento y continuar con su plan de expansión.Por ahora, las autoridades mantienen la ofensiva en la zona contra este grupo ilegal pretende consolidar a punta de drogas, armas y muerte.
Comandante de la Policía de Risaralda
El coronel Hernando Téllez Ariza, sobre esta estrategia dijo que “los integrantes del Clan del Golfo buscan tener unos acercamientos con la comunidad, mostrarse solidarios, que vienen a ayudar, pero lo que hacen es establecerse y empezar a amedrentar a los pobladores. Eso lo tenemos completamente claro como Fuerza Pública. Lo que hacemos nosotros desde el punto de vista de la seguridad es fortalecer esas operaciones de inteligencia, generar operaciones contra estos criminales; ellos saben que la Fuerza Pública está preparada para enfrentarlos”.

Según analistas
Expresaron que el ingreso del Clan del Golfo con su enorme músculo financiero y capacidad militar, desestabiliza al departamento y al eje cafetero. La llegada de un actor de ese tamaño, que además no arranca por Pueblo Rico, si no por Belén de Umbría y va extendiendo su influencia, prontamente podría llegar al Área Metropolitana. Es una situación que puede generar gravísimos problema a los risaraldenses y desafortunadamente no le ven solución, ya que en la medida que hay tanto poder financiero detrás, la llegada de esos hombres va ser muy difícil de parar; con ese grupo no hay posibilidad de una negociación política como la hubo con los paramilitares, o la guerilla, ya que es una organización delicada a las rentas ilícitas; debe haber entonces una gran actuación policial y es allí donde se va a medir la la capacidad del gobernador de Risaralda y del Batallón San Mateo.
Gobernación
Por su parte, Maicol Castaño Alfonso, director de Seguridad y Convivencia Ciudadana de la Secretaría de Gobierno de Risaralda, manifestó que la Gobernación está firme en garantizar la presencia institucional en todo el territorio:La Gobernación ha garantizado la presencia de todas sus secretarías mediante la oferta dispuesta en cada rincón del departamento, sin ninguna restricción. Salud, infraestructura, gobierno, todos estamos llegando a las comunidades. Además, reforzamos los canales de comunicación para que tanto en las zonas urbanas como rurales, las personas puedan informarnos a nosotros y a la Policía cualquier situación de intimidación que se presente contra ellos o sus familias”.
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