Carlos Antonio Velásquez Orozco terminó privado de la libertad en su lugar de residencia, luego de que la Fiscalía lo señalara como el hombr...
Carlos Antonio Velásquez Orozco terminó privado de la libertad en su lugar de residencia, luego de que la Fiscalía lo señalara como el hombre que habría contratado a tres sujetos para extorsionar a un reconocido empresario de bienes raíces de Pereira, quien terminó huyendo del país por miedo a ser asesinado.

La extorsión
Los hechos ocurrieron el 28 de junio del año 2024. El empresario, cuya identidad se mantiene bajo reserva por razones de seguridad, tuvo que salir del país junto con su familia, este fue víctima de amenazas de muerte y extorsión por parte de los tres detenidos. Los hechos se desencadenaron después de que el empresario interpusiera una demanda civil por la restitución de un inmueble arrendado en una zona prestigiosa de Pereira. El arrendatario incumplió con los pagos y usufructuó ilegalmente de los locales comerciales, lo que motivó la acción legal.
Días después de obtener un fallo favorable en su demanda, el empresario fue abordado en una zona céntrica de la ciudad y obligado a proporcionar su número telefónico. Posteriormente, fue contactado por una persona que se identificó como integrante de la banda criminal Los Rastrojos, con el alias Cachetes, quien mediante amenazas de muerte contra él y los familiares, ejerció violencia psicológica.
A la víctima le enviaban fotografías de su residencia en un prestigioso sector residencial de Cerritos, a la par que exigían la suma de $900 millones de pesos, para salvaguardar la vida de sus familiares, dinero que argumentaron haber invertido en la construcción de los locales comerciales.
Posteriormente y ante una nueva llamada amenazante, se comunicó el supuesto jefe de esta organización quien se identificó como uno de los extraditables que trabaja con narcotráfico y le exigió el dinero para el pago de sus trabajadores con un anticipo para el día viernes 28 de junio del año 2024 de $50 millones de pesos.
La captura
Ante la grave situación, el empresario decidió denunciar. Fue así como se desplegó la operación militar denominada plan entrega, en la cual participaron el Gaula Militar y el CTI de la Fiscalía. La acción culminó en el Mall Plazuela Castilla, kilómetro 10 vía Cerritos, donde cayeron en flagrancia los tres sujetos que recibían el dinero. Los capturados fueron identificados como Uver Herney Garrido, Juan Pablo Figueredo Peláez y Cristian Ruiz Mosquera, alias Cachetes. Los tres fueron judicializados y enviados a la cárcel La 40 de Pereira, y posteriormente, el 12 de marzo de 2025, condenados por el Juzgado Séptimo Penal del Circuito a 36 meses de prisión por tentativa de extorsión agravada.
Confesó
Según reveló la Fiscalía, durante un interrogatorio, Cristian Ruiz Mosquera, alias Cachetes, (capturado ) confesó que fue Carlos Antonio Velásquez Orozco quien lo contrató para ejecutar la extorsión. Señaló que este hombre era el verdadero cerebro detrás del millonario cobro y que exigía no menos de $900 millones, ya que de esa suma dependía el pago a los extorsionistas.
Alias Cachetes detalló además que la exigencia inicial fue de 1.500 millones de pesos, supuestamente por las remodelaciones realizadas en el local del barrio Modelo de Pereira, bajo el argumento de que el contrato decía que todo lo que Carlos Antonio invirtiera en el local quedaba en beneficio del propietario, es decir que no se hacía responsable de esas mejoras o inversiones.Como la víctima se negó a devolver ese dinero, vino la presión violenta, las amenazas de muerte y la persecución que terminó obligando al empresario y a su familia a abandonar Colombia.

La extorsión
Los hechos ocurrieron el 28 de junio del año 2024. El empresario, cuya identidad se mantiene bajo reserva por razones de seguridad, tuvo que salir del país junto con su familia, este fue víctima de amenazas de muerte y extorsión por parte de los tres detenidos. Los hechos se desencadenaron después de que el empresario interpusiera una demanda civil por la restitución de un inmueble arrendado en una zona prestigiosa de Pereira. El arrendatario incumplió con los pagos y usufructuó ilegalmente de los locales comerciales, lo que motivó la acción legal.
Días después de obtener un fallo favorable en su demanda, el empresario fue abordado en una zona céntrica de la ciudad y obligado a proporcionar su número telefónico. Posteriormente, fue contactado por una persona que se identificó como integrante de la banda criminal Los Rastrojos, con el alias Cachetes, quien mediante amenazas de muerte contra él y los familiares, ejerció violencia psicológica.
A la víctima le enviaban fotografías de su residencia en un prestigioso sector residencial de Cerritos, a la par que exigían la suma de $900 millones de pesos, para salvaguardar la vida de sus familiares, dinero que argumentaron haber invertido en la construcción de los locales comerciales.
Posteriormente y ante una nueva llamada amenazante, se comunicó el supuesto jefe de esta organización quien se identificó como uno de los extraditables que trabaja con narcotráfico y le exigió el dinero para el pago de sus trabajadores con un anticipo para el día viernes 28 de junio del año 2024 de $50 millones de pesos.
La captura
Ante la grave situación, el empresario decidió denunciar. Fue así como se desplegó la operación militar denominada plan entrega, en la cual participaron el Gaula Militar y el CTI de la Fiscalía. La acción culminó en el Mall Plazuela Castilla, kilómetro 10 vía Cerritos, donde cayeron en flagrancia los tres sujetos que recibían el dinero. Los capturados fueron identificados como Uver Herney Garrido, Juan Pablo Figueredo Peláez y Cristian Ruiz Mosquera, alias Cachetes. Los tres fueron judicializados y enviados a la cárcel La 40 de Pereira, y posteriormente, el 12 de marzo de 2025, condenados por el Juzgado Séptimo Penal del Circuito a 36 meses de prisión por tentativa de extorsión agravada.
Confesó
Según reveló la Fiscalía, durante un interrogatorio, Cristian Ruiz Mosquera, alias Cachetes, (capturado ) confesó que fue Carlos Antonio Velásquez Orozco quien lo contrató para ejecutar la extorsión. Señaló que este hombre era el verdadero cerebro detrás del millonario cobro y que exigía no menos de $900 millones, ya que de esa suma dependía el pago a los extorsionistas.
Alias Cachetes detalló además que la exigencia inicial fue de 1.500 millones de pesos, supuestamente por las remodelaciones realizadas en el local del barrio Modelo de Pereira, bajo el argumento de que el contrato decía que todo lo que Carlos Antonio invirtiera en el local quedaba en beneficio del propietario, es decir que no se hacía responsable de esas mejoras o inversiones.Como la víctima se negó a devolver ese dinero, vino la presión violenta, las amenazas de muerte y la persecución que terminó obligando al empresario y a su familia a abandonar Colombia.
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