La lluvia y el río se llevaron las dudas, un joven apareció muerto y nadie sabe si fue un asesinato, un accidente o una mezcla de todo. El m...
La lluvia y el río se llevaron las dudas, un joven apareció muerto y nadie sabe si fue un asesinato, un accidente o una mezcla de todo. El muchacho, según se supo, estaba amenazado y además habría tenido problemas de salud que le provocaban ataques.
¿Qué pasó?
La tarde del domingo, mientras llovía sin parar, se corrió la voz en el barrio, habían encontrado el cuerpo de un hombre flotando en el río. Al principio nadie lo reconocía, así que lo llevaron a Medicina Legal como N.N. (cuerpo no identificado).
Horas después, se supo su identidad, se trataba de Juan Esteban Ibarra Otálvaro, de 23 años. Versiones extraoficiales cuentan que el joven estaba amenazado desde hace un tiempo, y que además sufría de ataques que lo dejaban sin control. Por eso no se descarta que se haya caído por un episodio de salud… o que alguien se haya aprovechado para empujarlo.

Dos habitantes del barrio se lanzaron sin pensarlo a las frías aguas del río Consota, bajo la fuerte lluvia, lo agarraron y lo arrastraron hasta la orilla, para evitar que el caudal se lo llevara y lo desapareciera.
Dato
Al cuerpo solo se le evidenció un golpe en la cara, que pudo haberse producido en el momento de la caída.
Dato
El río estaba bajito, lo que facilitó que estas dos personas rescataran el cadáver y lo llevaran hasta la orilla.
El grupo de criminalística de la Sijín llegó al sitio, hizo la inspección técnica del cadáver y luego lo trasladó a Medicina Legal para practicarle la necropsia de ley correspondiente y así poder entregarlo a sus familiares.
¿Qué pasó?
La tarde del domingo, mientras llovía sin parar, se corrió la voz en el barrio, habían encontrado el cuerpo de un hombre flotando en el río. Al principio nadie lo reconocía, así que lo llevaron a Medicina Legal como N.N. (cuerpo no identificado).
Horas después, se supo su identidad, se trataba de Juan Esteban Ibarra Otálvaro, de 23 años. Versiones extraoficiales cuentan que el joven estaba amenazado desde hace un tiempo, y que además sufría de ataques que lo dejaban sin control. Por eso no se descarta que se haya caído por un episodio de salud… o que alguien se haya aprovechado para empujarlo.

Dos habitantes del barrio se lanzaron sin pensarlo a las frías aguas del río Consota, bajo la fuerte lluvia, lo agarraron y lo arrastraron hasta la orilla, para evitar que el caudal se lo llevara y lo desapareciera.
Dato
Al cuerpo solo se le evidenció un golpe en la cara, que pudo haberse producido en el momento de la caída.
Dato
El río estaba bajito, lo que facilitó que estas dos personas rescataran el cadáver y lo llevaran hasta la orilla.
El grupo de criminalística de la Sijín llegó al sitio, hizo la inspección técnica del cadáver y luego lo trasladó a Medicina Legal para practicarle la necropsia de ley correspondiente y así poder entregarlo a sus familiares.

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