La angustiosa búsqueda de un adulto mayor, de 63 años y residente del barrio Santa María en Cartago, terminó con el hallazgo de su cuerpo ba...
La angustiosa búsqueda de un adulto mayor, de 63 años y residente del barrio Santa María en Cartago, terminó con el hallazgo de su cuerpo bajo el puente Bernardo Arango en La Virginia, flotando en las aguas del Cauca.
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¿Qué pasó?
Ayer eran las 10:30 de la mañana, cuando lo encontraron en medio de las aguas, su cuerpo ya llevaba tantos días allí que el paso del tiempo lo había dejado irreconocible. Don Albeiro, Albeiro de Jesús Parra Rendón, desapareció desde el 13 de agosto al mediodía, cuando salió de su casa y no volvió.
Ese día dejó una nota en la que se despedía de su familia y mencionaba que estaría en el Cauca. Testigos aseguran que lo vieron caminar por la ruta hacia Ansermanuevo, y desde entonces nadie supo más de él.
Se desconocen las razones que lo llevaron a tomar esta decisión, y es esa la pregunta que más duele en su familia, ¿qué lo llevó a rendirse de esa manera? La tristeza de no tener respuestas se suma a la despedida que hoy lloran sus seres queridos.
La familia no se rindió
Días enteros lo buscaron con desespero, compartiendo fotos en redes, publicando en estados de WhatsApp y pidiendo ayuda en cada esquina. Aunque la noticia los destrozó, agradecen a quienes hicieron posible el hallazgo y no dejaron que la corriente lo siguiera arrastrando. Aunque desde esa nota ellos ya sentían lo que hoy se supo.
Las redes se inundaron de mensajes
Decenas de conocidos y vecinos de Cartago han llenado internet con palabras de aliento para la familia. Muchos lo describen como un hombre trabajador y noble, cuya partida deja un vacío imposible de llenar.
Palabras de un familiar
En medio del dolor, un pariente habló con Q’hubo y solo alcanzó a decir, “sí, ya lo encontramos, lamentamos mucho la decisión que tomó”.
Otro allegado contó que, como de costumbre, don Albeiro salió rumbo al parquecito, pero cuando cayó la noche y no regresaba, la preocupación se apoderó de todos. Había dicho en varias ocasiones que se sentía mal, que estaba aburrido, él ya tenía varios quebrantos de salud y tenía siempre los pies hinchados no lo dejaban estar tranquilo. Siempre fue un hombre independiente y trabajador, y quizás depender de otros lo hacía sentir todavía peor.
El último adiós
El cuerpo fue recuperado por los bomberos de La Virginia, con apoyo de la Sijín y trasladado al Instituto de Medicina Legal, donde le practicaron la necropsia de ley antes de ser entregado a su familia para la cristiana sepultura.
Dato
Sus sobrinas lo describen como el mejor tío, siempre presente en sus vidas. Don Albeiro vivía con unos familiares y no tuvo hijos, pero en ellas dejó sembrado el recuerdo de un hombre lleno de cariño y dedicación.
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¿Qué pasó?
Ayer eran las 10:30 de la mañana, cuando lo encontraron en medio de las aguas, su cuerpo ya llevaba tantos días allí que el paso del tiempo lo había dejado irreconocible. Don Albeiro, Albeiro de Jesús Parra Rendón, desapareció desde el 13 de agosto al mediodía, cuando salió de su casa y no volvió.
Ese día dejó una nota en la que se despedía de su familia y mencionaba que estaría en el Cauca. Testigos aseguran que lo vieron caminar por la ruta hacia Ansermanuevo, y desde entonces nadie supo más de él.
Se desconocen las razones que lo llevaron a tomar esta decisión, y es esa la pregunta que más duele en su familia, ¿qué lo llevó a rendirse de esa manera? La tristeza de no tener respuestas se suma a la despedida que hoy lloran sus seres queridos.
La familia no se rindió
Días enteros lo buscaron con desespero, compartiendo fotos en redes, publicando en estados de WhatsApp y pidiendo ayuda en cada esquina. Aunque la noticia los destrozó, agradecen a quienes hicieron posible el hallazgo y no dejaron que la corriente lo siguiera arrastrando. Aunque desde esa nota ellos ya sentían lo que hoy se supo.
Las redes se inundaron de mensajes
Decenas de conocidos y vecinos de Cartago han llenado internet con palabras de aliento para la familia. Muchos lo describen como un hombre trabajador y noble, cuya partida deja un vacío imposible de llenar.
Palabras de un familiar
En medio del dolor, un pariente habló con Q’hubo y solo alcanzó a decir, “sí, ya lo encontramos, lamentamos mucho la decisión que tomó”.
Otro allegado contó que, como de costumbre, don Albeiro salió rumbo al parquecito, pero cuando cayó la noche y no regresaba, la preocupación se apoderó de todos. Había dicho en varias ocasiones que se sentía mal, que estaba aburrido, él ya tenía varios quebrantos de salud y tenía siempre los pies hinchados no lo dejaban estar tranquilo. Siempre fue un hombre independiente y trabajador, y quizás depender de otros lo hacía sentir todavía peor.
El último adiós
El cuerpo fue recuperado por los bomberos de La Virginia, con apoyo de la Sijín y trasladado al Instituto de Medicina Legal, donde le practicaron la necropsia de ley antes de ser entregado a su familia para la cristiana sepultura.
Dato
Sus sobrinas lo describen como el mejor tío, siempre presente en sus vidas. Don Albeiro vivía con unos familiares y no tuvo hijos, pero en ellas dejó sembrado el recuerdo de un hombre lleno de cariño y dedicación.
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