Mientras los demás se relajaban en el parque principal del municipio, Jorge Alberto Taborda Ramírez, de 30 años, ni se imaginaba que ese ser...
Mientras los demás se relajaban en el parque principal del municipio, Jorge Alberto Taborda Ramírez, de 30 años, ni se imaginaba que ese sería su último tinto en libertad. La Policía lo abordó en plena calle 5 con carrera 7 para una verificación de rutina… y pum, orden de captura encima.
¿Qué pasó?
Al revisar los antecedentes, los uniformados descubrieron que este agricultor, oriundo de Cartago, Valle, y residente en la vereda La Unión del municipio de Santuario, tenía una orden judicial vigente por concierto para delinquir agravado, homicidio agravado y porte ilegal de armas.
Dato clave
La orden fue emitida el 11 de junio de 2025 por el Juzgado Segundo Penal del Circuito de Pereira. O sea, ya lo estaban esperando.
No era su primera vez
A Taborda ya le figuran dos anotaciones judiciales anteriores por homicidio agravado y tráfico o porte de armas. Lo suyo no son las segundas oportunidades, sino los reincidentes episodios con la ley.
¡Pa’ la cárcel!
Fue dejado a disposición de la autoridad competente para que cumpla su condena. La justicia le dio alcance antes de que volviera a escabullirse.
El operativo se realizó esta semana, en plena zona urbana de Santuario. Así, la Policía Nacional sigue poniéndole el tatequieto a los que creen que con una cédula limpia en el bolsillo se borran los muertos del pasado.
¿Qué pasó?
Al revisar los antecedentes, los uniformados descubrieron que este agricultor, oriundo de Cartago, Valle, y residente en la vereda La Unión del municipio de Santuario, tenía una orden judicial vigente por concierto para delinquir agravado, homicidio agravado y porte ilegal de armas.
Dato clave
La orden fue emitida el 11 de junio de 2025 por el Juzgado Segundo Penal del Circuito de Pereira. O sea, ya lo estaban esperando.
No era su primera vez
A Taborda ya le figuran dos anotaciones judiciales anteriores por homicidio agravado y tráfico o porte de armas. Lo suyo no son las segundas oportunidades, sino los reincidentes episodios con la ley.
¡Pa’ la cárcel!
Fue dejado a disposición de la autoridad competente para que cumpla su condena. La justicia le dio alcance antes de que volviera a escabullirse.
El operativo se realizó esta semana, en plena zona urbana de Santuario. Así, la Policía Nacional sigue poniéndole el tatequieto a los que creen que con una cédula limpia en el bolsillo se borran los muertos del pasado.
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