Luis Miguel era papá, profesor de barbería y el orgullo de su casa. Un tipo querido por todos, menos por el ‘amigo’ que le quitó la vida. ...
Luis Miguel era papá, profesor de barbería y el orgullo de su casa. Un tipo querido por todos, menos por el ‘amigo’ que le quitó la vida.

Su hermano lo describe como su héroe, como un guerrero que ya sabía para dónde iba. Era el mayor de tres hombres, el que daba ejemplo, el que enseñaba. No solo cortaba pelo, enseñaba barbería, era un “educador”, como él mismo se hacía llamar.
Tenía dos hijos que lo adoraban, era hincha a muerte del Nacional, y con sus hermanos compartía hasta el alma. Dejó consejos, enseñanzas y una ausencia que no se llena con nada.
Queremos justicia
“Mi hermano no era de problemas. No se metía con nadie. Era un hombre de bien. No entendemos porqué pasó esto… ni por qué el tipo que lo mató hoy está libre”, dice uno de los hermanos, con el alma hecha trizas.


Su hermano lo describe como su héroe, como un guerrero que ya sabía para dónde iba. Era el mayor de tres hombres, el que daba ejemplo, el que enseñaba. No solo cortaba pelo, enseñaba barbería, era un “educador”, como él mismo se hacía llamar.
Tenía dos hijos que lo adoraban, era hincha a muerte del Nacional, y con sus hermanos compartía hasta el alma. Dejó consejos, enseñanzas y una ausencia que no se llena con nada.
Queremos justicia
“Mi hermano no era de problemas. No se metía con nadie. Era un hombre de bien. No entendemos porqué pasó esto… ni por qué el tipo que lo mató hoy está libre”, dice uno de los hermanos, con el alma hecha trizas.

La audiencia
En la audiencia se supo que un testigo vio salir a los tres hombres del estanquillo Café Par Dólar, justo antes del crimen. Vio la escena, pero no pudo identificar bien al atacante.
Aunque la Policía capturó al presunto agresor, Alexander M. I., de 49 años, con un cuchillo y en una moto, en el corregimiento de Puerto Caldas, el juez lo dejó libre, alegando errores en la captura. Pero sigue vinculado al proceso.
El abogado defensor dijo: “Hay muchas motos iguales. La línea de tiempo no coincide”. Eso fue suficiente para que hoy camine por las calles como si nada, mientras la familia Giraldo carga con el dolor.
Dato
El presunto agresor huyó en una motocicleta Bajaj Pulsar azul, placa HUN31C.
Recorderis
El lamentable hecho ocurrió hacia las 3:28 de la madrugada de este sábado 5 de julio, en el barrio Milán, exactamente en la Diagonal 25 #17-29, zona del parqueadero del Centro Comercial Único. Luis Miguel Giraldo Valencia, de 28 años, no murió en un accidente ni en una pelea callejera con desconocidos. Lo mató alguien cercano, el amigo de un primo, uno con el que compartía tragos esa noche y que, en medio del descontrol, le encajó dos puñaladas directas al corazón. Estaba tomando con dos personas más. Una traición silenciosa, sin aviso, sin chance de defenderse. Lo dejó tirado como si fuera un extraño cualquiera, como si no lo hubiera conocido nunca.
Dato
Luis Miguel fue enterrado este martes, pero su recuerdo está más vivo que nunca. Su familia está destrozada, por la tristeza y la impotencia.
En la audiencia se supo que un testigo vio salir a los tres hombres del estanquillo Café Par Dólar, justo antes del crimen. Vio la escena, pero no pudo identificar bien al atacante.
Aunque la Policía capturó al presunto agresor, Alexander M. I., de 49 años, con un cuchillo y en una moto, en el corregimiento de Puerto Caldas, el juez lo dejó libre, alegando errores en la captura. Pero sigue vinculado al proceso.
El abogado defensor dijo: “Hay muchas motos iguales. La línea de tiempo no coincide”. Eso fue suficiente para que hoy camine por las calles como si nada, mientras la familia Giraldo carga con el dolor.
Dato
El presunto agresor huyó en una motocicleta Bajaj Pulsar azul, placa HUN31C.
Recorderis
El lamentable hecho ocurrió hacia las 3:28 de la madrugada de este sábado 5 de julio, en el barrio Milán, exactamente en la Diagonal 25 #17-29, zona del parqueadero del Centro Comercial Único. Luis Miguel Giraldo Valencia, de 28 años, no murió en un accidente ni en una pelea callejera con desconocidos. Lo mató alguien cercano, el amigo de un primo, uno con el que compartía tragos esa noche y que, en medio del descontrol, le encajó dos puñaladas directas al corazón. Estaba tomando con dos personas más. Una traición silenciosa, sin aviso, sin chance de defenderse. Lo dejó tirado como si fuera un extraño cualquiera, como si no lo hubiera conocido nunca.
Dato
Luis Miguel fue enterrado este martes, pero su recuerdo está más vivo que nunca. Su familia está destrozada, por la tristeza y la impotencia.
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