Johana Casaña, conocida como alias la Flaca o Joa, fue capturada por la Sijín de Dosquebradas durante un allanamiento en su vivienda del bar...
Johana Casaña, conocida como alias la Flaca o Joa, fue capturada por la Sijín de Dosquebradas durante un allanamiento en su vivienda del barrio Las Colinas, donde cumplía detención domiciliaria. La mujer, señalada de estar vinculada al microtráfico en el municipio, fue sorprendida con estupefacientes en su poder, lo que dejó en evidencia que, a pesar de la medida judicial, continuaba delinquiendo desde su propia casa.

¿Qué pasó?
Las autoridades policiales obtuvieron información por medio de una fuente humana que señalaba que en la vivienda de alias la Flaca, ubicada en el barrio Las Colinas, se almacenaban sustancias provenientes del sector de Guadualito y que allí también llegaban personas de ese mismo barrio a esconderse. Según lo narrado por el fiscal del caso, en ese inmueble estaría una persona conocida con el alias de Tomate, quien también sería uno de los encargados de dinamizar el tráfico de estupefacientes en Guadualito.
El operativo se llevó a cabo el martes 24 de junio, cuando uniformados de la Sijín de Dosquebradas hicieron efectiva una orden de registro y allanamiento emitida por la Fiscalía 46 EDA. Durante la intervención en la vivienda de alias la Flaca, ubicada en el barrio Las Colinas, las autoridades encontraron 13 tarros de ketamina, 19 pastillas de droga sintética tipo éxtasis con un peso total de 10.1 gramos, 12 gramos de marihuana, dos paquetes de bolsas herméticas y varios elementos utilizados para la fabricación de tusibí.
Según las investigaciones, alias la Flaca no comercializaba tusibí ya preparado, sino que vendía los ingredientes necesarios para fabricarlo, todos en presentaciones similares a las que se manejan en la olla de Guadualito, uno de los focos más críticos del microtráfico en Dosquebradas. La mujer, al parecer, era una de las encargadas de dinamizar la venta de ketamina y pastillas en el municipio, ofreciendo incluso frascos dosificados de 10 mililitros para facilitar la distribución.
La Sijín de Dosquebradas no les pierde el rastro a los colaboradores de la olla de Guadualito, donde se comercializa heroína. Debido a la presión de las autoridades, los delincuentes han tenido que mover la droga a viviendas aledañas para evitar ser descubiertos, pero los uniformados ya tienen conocimiento de estas maniobras y mantienen vigilancia constante sobre todos los puntos de almacenamiento. Además, están tras la pista del cabecilla de esta estructura criminal que opera en este sector del municipio.
La audiencia
Durante la audiencia ante el Juzgado Primero Penal Municipal con Función de Control de Garantías de Pereira, la Fiscalía le imputó el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, cargos que alias la Flaca no aceptó. No obstante, el ente acusador solicitó medida de aseguramiento en centro carcelario argumentando que la mujer ya estaba cumpliendo una condena en su vivienda, y allí mismo le encontraron nuevamente droga. El juez acogió la solicitud y la envió a la cárcel La Badea.
El dato
Alias la Flaca, ya había sido detenida en 2023 durante un allanamiento en el barrio Guadualito. En ese entonces le fue otorgada la detención domiciliaria en el barrio Camilo Torres, pero se la pasó por alto y se trasladó a otro sector, motivo por el cual le quedó una anotación por fuga de presos. Ahora sí, le tocó pagar en cárcel.

¿Qué pasó?
Las autoridades policiales obtuvieron información por medio de una fuente humana que señalaba que en la vivienda de alias la Flaca, ubicada en el barrio Las Colinas, se almacenaban sustancias provenientes del sector de Guadualito y que allí también llegaban personas de ese mismo barrio a esconderse. Según lo narrado por el fiscal del caso, en ese inmueble estaría una persona conocida con el alias de Tomate, quien también sería uno de los encargados de dinamizar el tráfico de estupefacientes en Guadualito.
El operativo se llevó a cabo el martes 24 de junio, cuando uniformados de la Sijín de Dosquebradas hicieron efectiva una orden de registro y allanamiento emitida por la Fiscalía 46 EDA. Durante la intervención en la vivienda de alias la Flaca, ubicada en el barrio Las Colinas, las autoridades encontraron 13 tarros de ketamina, 19 pastillas de droga sintética tipo éxtasis con un peso total de 10.1 gramos, 12 gramos de marihuana, dos paquetes de bolsas herméticas y varios elementos utilizados para la fabricación de tusibí.
Según las investigaciones, alias la Flaca no comercializaba tusibí ya preparado, sino que vendía los ingredientes necesarios para fabricarlo, todos en presentaciones similares a las que se manejan en la olla de Guadualito, uno de los focos más críticos del microtráfico en Dosquebradas. La mujer, al parecer, era una de las encargadas de dinamizar la venta de ketamina y pastillas en el municipio, ofreciendo incluso frascos dosificados de 10 mililitros para facilitar la distribución.
La Sijín de Dosquebradas no les pierde el rastro a los colaboradores de la olla de Guadualito, donde se comercializa heroína. Debido a la presión de las autoridades, los delincuentes han tenido que mover la droga a viviendas aledañas para evitar ser descubiertos, pero los uniformados ya tienen conocimiento de estas maniobras y mantienen vigilancia constante sobre todos los puntos de almacenamiento. Además, están tras la pista del cabecilla de esta estructura criminal que opera en este sector del municipio.
La audiencia
Durante la audiencia ante el Juzgado Primero Penal Municipal con Función de Control de Garantías de Pereira, la Fiscalía le imputó el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, cargos que alias la Flaca no aceptó. No obstante, el ente acusador solicitó medida de aseguramiento en centro carcelario argumentando que la mujer ya estaba cumpliendo una condena en su vivienda, y allí mismo le encontraron nuevamente droga. El juez acogió la solicitud y la envió a la cárcel La Badea.
El dato
Alias la Flaca, ya había sido detenida en 2023 durante un allanamiento en el barrio Guadualito. En ese entonces le fue otorgada la detención domiciliaria en el barrio Camilo Torres, pero se la pasó por alto y se trasladó a otro sector, motivo por el cual le quedó una anotación por fuga de presos. Ahora sí, le tocó pagar en cárcel.
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