Lo que para muchos fue una noche de descanso con el arrullo del aguacero, para otros se convirtió en la escena de una tragedia. Una madrugad...
Lo que para muchos fue una noche de descanso con el arrullo del aguacero, para otros se convirtió en la escena de una tragedia. Una madrugada de terror vivieron 14 familias del sector Pueblo Sol Bajo, a quienes la montaña se les vino encima y sepultó varias casas. Dos adultos mayores murieron atrapados bajo el lodo.

Fotografía del periódico Qhubo
¡Qué tragedia!
El deslizamiento ocurrió cerca de las 2:00 de la madrugada del miércoles 7 de mayo, en la manzana 27 de la invasión de Pueblo Sol Bajo. Todos estaban durmiendo, como fue el caso de Jair de Jesús Grisales Gil y su esposa María Miriam Córdoba Cuartas, ambos de 59 años, quienes estaban acostados en sus camas y murieron juntos. Sus cuerpos fueron encontrados uno al lado del otro.
Alejandra Martínez, líder social de esa zona, manifestó que el alud cayó sobre 12 viviendas, dejando a 14 familias damnificadas y cobrando las vidas de Jair y María Miriam. “Con el aguacero no se escuchaba si estaban gritando, nos dimos cuenta cuando otros vecinos salieron a pedir ayuda".
La casa de don Jair y doña Miriam estaba hecha de material; de resto, todas las otras viviendas eran construidas en material liviano. “Ellos quedaron atrapados ahí porque no fueron capaces de salir y tampoco la familia que vivía cerca los pudo sacar, ya que estaban auxiliando a los niños. Los adultos mayores vivían solos en la casita y cuando los familiares fueron por doña Miriam y don Jair ya no podían hacer nada, estaban bajo el lodo”, relató Alejandra con voz entrecortada.
Respuesta inmediata
El Cuerpo de Bomberos recibió el llamado de emergencia a las 2:57 a.m. y ya a las 3:05 a.m. estaban en la zona. La Dirección de Gestión del Riesgo (Diger) llegó minutos después, a las 3:30 a.m. Mientras trabajaban en la remoción de escombros, se presentaron otros pequeños deslizamientos, lo que complicó aún más las labores de rescate.
El grupo de criminalística del CTI de la Fiscalía de Pereira fue el encargado de realizar la inspección técnica a los cadáveres, los cuales fueron trasladados a Medicina Legal para su respectiva necropsia.
La Administración municipal anunció que asumirá los gastos funerarios de las víctimas y dispuso de un equipo especializado para brindar atención psicosocial a los familiares y afectados. Gracias a la colaboración entre la comunidad y los organismos de socorro, la recuperación de los cuerpos se logró en tiempo récord, en medio de una tragedia que hoy enluta a todo el municipio.

Fotografía del periódico Qhubo
Una evacuación
José Joaquín Ocampo Pérez, comandante del Cuerpo de Bomberos de Dosquebradas, entregó detalles sobre la tragedia ocurrida en Pueblo Sol Bajo. El oficial manifestó que desde muy temprano respondieron a un llamado de emergencia hecho por la comunidad, y que al llegar al sitio se encontraron con que los mismos vecinos ya estaban evacuando por su cuenta, tratando de salvarse como podían y apoyando el rescate de las dos personas que estaban inicialmente desaparecidas.
Según explicó, en el lugar se presentaron tres deslizamientos, lo que obligó a evacuar de inmediato al personal de socorro para proteger sus vidas. En el segundo deslizamiento, la tierra llegó hasta el punto donde estaban trabajando y afectó otras tres viviendas más.
“Con pitos y alarmas estábamos avisando porque el deslizamiento se sigue moviendo en su cabecera, es un alto riesgo para las comunidades que sigan ahí. Hay que evacuar totalmente las viviendas que están abajo”, advirtió el comandante, dejando claro que la zona sigue en peligro y que es urgente que nadie permanezca allí.

Siguen las alertas y promesas de ayuda
Por su parte, Luz Adriana Mejía, directora de la Unidad de Gestión del Riesgo del municipio industrial, informó que se han realizado cuatro reuniones del Puesto de Mando Unificado (PMU), enfocadas en continuar con las operaciones en el sitio de la emergencia y definir nuevas decisiones desde el Consejo de Gestión del Riesgo.
Mejía manifestó que existe un riesgo inminente y que aún no han podido consolidar un censo claro debido a que las familias están dispersas por la situación de búsqueda y rescate. “Sin embargo, de acuerdo con la información de la comunidad, son alrededor de 12 familias, 12 viviendas en este sitio”, indicó.
La funcionaria lamentó que dos adultos mayores perdieran la vida en medio de la tragedia, pero aclaró que no hubo más víctimas fatales. Aseguró que se están adelantando gestiones para garantizar alojamiento temporal en un hotel a los damnificados, para que puedan descansar, ducharse y recuperarse tras haber ayudado en las labores de rescate.
“También se les garantizará la alimentación y vienen otras medidas como arrendamientos. Vamos a mirar cómo gestionamos ayudas como ropa, porque quedaron sin nada, y también enseres básicos para que ellos puedan restablecer sus condiciones”, expresó.
Finalmente, advirtió que si las lluvias continúan, las autoridades han emitido recomendaciones estrictas, como no realizar ninguna actividad en la zona. El terreno sigue inestable y no es seguro. “Todavía no podemos dar tranquilidad porque el terreno está totalmente saturado”, concluyó Luz Adriana Mejía.
Alejandra Martínez líder social del barrio
“Eran unas grandes personas, muy amables, muy buenos vecinos. La verdad en nuestra comunidad somos unas personas muy unidas, somos muy solidarios. Estamos muy tristes porque ellos no alcanzaron a salir, nos cogió dormidos”
Luz Adriana Mejía directora de la Unidad de Gestión del Riesgo
Esta zona ya estaba identificada como un asentamiento subnormal y que en años anteriores la administración municipal había adelantado procesos de relocalización a través de proyectos con el Fondo de Adaptación.“Es una zona que incluso ya había sido intervenida. Ahora, con la Secretaría de Gobierno y Control Físico, se va a evaluar cuáles van a ser las medidas que se tomarán frente a este nuevo proceso de asentamiento”, explicó la funcionaria.
cifras
4 máquinas de incendio llegaron al lugar de la emergencia
2 ambulancias
119 organismos de socorro entre defensa civil, bomberos, policía y funcionarios de la alcaldía
Las víctimas
La tragedia cobró la vida de una pareja de adultos mayores que vivía sola en el lugar del desastre. Jair de Jesús Grisales, quien ya no podía trabajar debido a que había sido operado a corazón abierto.Tenían tres hijos y llevaban cerca de cuatro años habitando la vivienda donde ocurrió la emergencia. Era su hogar, su refugio, y terminó siendo su última morada.

Fotografía del periódico Qhubo
¡Qué tragedia!
El deslizamiento ocurrió cerca de las 2:00 de la madrugada del miércoles 7 de mayo, en la manzana 27 de la invasión de Pueblo Sol Bajo. Todos estaban durmiendo, como fue el caso de Jair de Jesús Grisales Gil y su esposa María Miriam Córdoba Cuartas, ambos de 59 años, quienes estaban acostados en sus camas y murieron juntos. Sus cuerpos fueron encontrados uno al lado del otro.
Alejandra Martínez, líder social de esa zona, manifestó que el alud cayó sobre 12 viviendas, dejando a 14 familias damnificadas y cobrando las vidas de Jair y María Miriam. “Con el aguacero no se escuchaba si estaban gritando, nos dimos cuenta cuando otros vecinos salieron a pedir ayuda".
La casa de don Jair y doña Miriam estaba hecha de material; de resto, todas las otras viviendas eran construidas en material liviano. “Ellos quedaron atrapados ahí porque no fueron capaces de salir y tampoco la familia que vivía cerca los pudo sacar, ya que estaban auxiliando a los niños. Los adultos mayores vivían solos en la casita y cuando los familiares fueron por doña Miriam y don Jair ya no podían hacer nada, estaban bajo el lodo”, relató Alejandra con voz entrecortada.
Respuesta inmediata
El Cuerpo de Bomberos recibió el llamado de emergencia a las 2:57 a.m. y ya a las 3:05 a.m. estaban en la zona. La Dirección de Gestión del Riesgo (Diger) llegó minutos después, a las 3:30 a.m. Mientras trabajaban en la remoción de escombros, se presentaron otros pequeños deslizamientos, lo que complicó aún más las labores de rescate.
El grupo de criminalística del CTI de la Fiscalía de Pereira fue el encargado de realizar la inspección técnica a los cadáveres, los cuales fueron trasladados a Medicina Legal para su respectiva necropsia.
La Administración municipal anunció que asumirá los gastos funerarios de las víctimas y dispuso de un equipo especializado para brindar atención psicosocial a los familiares y afectados. Gracias a la colaboración entre la comunidad y los organismos de socorro, la recuperación de los cuerpos se logró en tiempo récord, en medio de una tragedia que hoy enluta a todo el municipio.

Fotografía del periódico Qhubo
Piden que no los olviden
En medio del dolor, la incertidumbre se apoderó de las familias afectadas. Aunque las autoridades locales ofrecieron apoyo con alojamiento, alimentación y el sepelio de los adultos mayores fallecidos, la angustia va más allá. Según los afectados, no son solo 12 viviendas las que quedaron damnificadas, sino casi 60, ya que muchas familias no tienen autorización para regresar a sus casas por riesgo de nuevos deslizamientos.
“Yo vivo en la invasión y nos van a evacuar”, contó Alejandra Martínez, líder social del barrio y una de las mujeres damnificadas, quien además lanzó un fuerte llamado a las autoridades para que no los abandonen, a pesar de vivir en una zona considerada como asentamiento informal.
“Que por ser invasión no vayan con pañitos de agua tibia a decir que nos van a dar ayudas por un tiempo. Hay aquí madres cabeza de hogar que vivimos del día a día, no tenemos cómo acceder a una vivienda digna. Si estamos aquí es porque hemos hecho muchas solicitudes para tener una vivienda, no nos da la capacidad de endeudamiento, no nos alcanza el dinero. Le pedimos encarecidamente a Roberto Jiménez, el alcalde de Dosquebradas, que no nos vaya a abandonar, que se ponga la mano en el corazón, que no nos deje en la calle, prácticamente como nos estamos quedando con nuestros hijos y nuestros ancianos”, expresó la afectada entre lágrimas.
En medio del dolor, la incertidumbre se apoderó de las familias afectadas. Aunque las autoridades locales ofrecieron apoyo con alojamiento, alimentación y el sepelio de los adultos mayores fallecidos, la angustia va más allá. Según los afectados, no son solo 12 viviendas las que quedaron damnificadas, sino casi 60, ya que muchas familias no tienen autorización para regresar a sus casas por riesgo de nuevos deslizamientos.
“Yo vivo en la invasión y nos van a evacuar”, contó Alejandra Martínez, líder social del barrio y una de las mujeres damnificadas, quien además lanzó un fuerte llamado a las autoridades para que no los abandonen, a pesar de vivir en una zona considerada como asentamiento informal.
“Que por ser invasión no vayan con pañitos de agua tibia a decir que nos van a dar ayudas por un tiempo. Hay aquí madres cabeza de hogar que vivimos del día a día, no tenemos cómo acceder a una vivienda digna. Si estamos aquí es porque hemos hecho muchas solicitudes para tener una vivienda, no nos da la capacidad de endeudamiento, no nos alcanza el dinero. Le pedimos encarecidamente a Roberto Jiménez, el alcalde de Dosquebradas, que no nos vaya a abandonar, que se ponga la mano en el corazón, que no nos deje en la calle, prácticamente como nos estamos quedando con nuestros hijos y nuestros ancianos”, expresó la afectada entre lágrimas.
Una evacuación
José Joaquín Ocampo Pérez, comandante del Cuerpo de Bomberos de Dosquebradas, entregó detalles sobre la tragedia ocurrida en Pueblo Sol Bajo. El oficial manifestó que desde muy temprano respondieron a un llamado de emergencia hecho por la comunidad, y que al llegar al sitio se encontraron con que los mismos vecinos ya estaban evacuando por su cuenta, tratando de salvarse como podían y apoyando el rescate de las dos personas que estaban inicialmente desaparecidas.
Según explicó, en el lugar se presentaron tres deslizamientos, lo que obligó a evacuar de inmediato al personal de socorro para proteger sus vidas. En el segundo deslizamiento, la tierra llegó hasta el punto donde estaban trabajando y afectó otras tres viviendas más.
“Con pitos y alarmas estábamos avisando porque el deslizamiento se sigue moviendo en su cabecera, es un alto riesgo para las comunidades que sigan ahí. Hay que evacuar totalmente las viviendas que están abajo”, advirtió el comandante, dejando claro que la zona sigue en peligro y que es urgente que nadie permanezca allí.
Siguen las alertas y promesas de ayuda
Por su parte, Luz Adriana Mejía, directora de la Unidad de Gestión del Riesgo del municipio industrial, informó que se han realizado cuatro reuniones del Puesto de Mando Unificado (PMU), enfocadas en continuar con las operaciones en el sitio de la emergencia y definir nuevas decisiones desde el Consejo de Gestión del Riesgo.
Mejía manifestó que existe un riesgo inminente y que aún no han podido consolidar un censo claro debido a que las familias están dispersas por la situación de búsqueda y rescate. “Sin embargo, de acuerdo con la información de la comunidad, son alrededor de 12 familias, 12 viviendas en este sitio”, indicó.
La funcionaria lamentó que dos adultos mayores perdieran la vida en medio de la tragedia, pero aclaró que no hubo más víctimas fatales. Aseguró que se están adelantando gestiones para garantizar alojamiento temporal en un hotel a los damnificados, para que puedan descansar, ducharse y recuperarse tras haber ayudado en las labores de rescate.
“También se les garantizará la alimentación y vienen otras medidas como arrendamientos. Vamos a mirar cómo gestionamos ayudas como ropa, porque quedaron sin nada, y también enseres básicos para que ellos puedan restablecer sus condiciones”, expresó.
Finalmente, advirtió que si las lluvias continúan, las autoridades han emitido recomendaciones estrictas, como no realizar ninguna actividad en la zona. El terreno sigue inestable y no es seguro. “Todavía no podemos dar tranquilidad porque el terreno está totalmente saturado”, concluyó Luz Adriana Mejía.
Alejandra Martínez líder social del barrio
“Eran unas grandes personas, muy amables, muy buenos vecinos. La verdad en nuestra comunidad somos unas personas muy unidas, somos muy solidarios. Estamos muy tristes porque ellos no alcanzaron a salir, nos cogió dormidos”
Luz Adriana Mejía directora de la Unidad de Gestión del Riesgo
Esta zona ya estaba identificada como un asentamiento subnormal y que en años anteriores la administración municipal había adelantado procesos de relocalización a través de proyectos con el Fondo de Adaptación.“Es una zona que incluso ya había sido intervenida. Ahora, con la Secretaría de Gobierno y Control Físico, se va a evaluar cuáles van a ser las medidas que se tomarán frente a este nuevo proceso de asentamiento”, explicó la funcionaria.
cifras
4 máquinas de incendio llegaron al lugar de la emergencia
2 ambulancias
119 organismos de socorro entre defensa civil, bomberos, policía y funcionarios de la alcaldía
Las víctimas
La tragedia cobró la vida de una pareja de adultos mayores que vivía sola en el lugar del desastre. Jair de Jesús Grisales, quien ya no podía trabajar debido a que había sido operado a corazón abierto.Tenían tres hijos y llevaban cerca de cuatro años habitando la vivienda donde ocurrió la emergencia. Era su hogar, su refugio, y terminó siendo su última morada.
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