Carlos Andrés Ospina Ocampo fue capturado por golpear y tratar de asfixiar a su pareja en Villasantana; el juez le dio detención domiciliari...
Carlos Andrés Ospina Ocampo fue capturado por golpear y tratar de asfixiar a su pareja en Villasantana; el juez le dio detención domiciliaria, lo que generó indignación.
Con una rabia ciega y movido por los celos, el hombre de 23 años de edad casi mata a su compañera sentimental en plena sala de la casa, delante de su hija de apenas 4 añitos. La Policía lo capturó de inmediato y la Fiscalía pidió cárcel, pero el juez lo mandó fue para la casa.
¿Qué pasó?
El caso ocurrió el viernes 2 de mayo a las 12:20 del mediodía en el barrio Guayabal. Según el testimonio de la víctima, ella se encontraba con Carlos Andrés, su pareja y padre de su hija cuando, de repente, el tipo la tomó del cuello, cegado por los celos, y le lanzó una amenaza que le heló la sangre: “No me importa pagarla en una cárcel o en un cementerio”.
Según la denuncia, el hombre le hizo maniobras de asfixia y la habría lanzado contra la pared, todo delante de su pequeña hija, que no paraba de llorar del susto; aún así, él no la soltaba. Solo cuando la víctima logró zafarse, tomó a la niña y corrió directo donde la Policía a denunciar el infierno que acababa de vivir.
La audiencia
La Fiscalía 33 Local URI de Pereira le imputó el delito de violencia intrafamiliar agravada, cargos que Carlos Andrés no aceptó. El fiscal pidió medida de aseguramiento en centro carcelario, argumentando la gravedad del caso, el riesgo para la víctima y la presencia de una menor durante la agresión.
Sin embargo, el Juzgado Único Promiscuo Municipal de La Celia decidió darle detención domiciliaria. La Fiscalía apeló la decisión, insistiendo en que el agresor debe estar tras las rejas y mencionó que se evaluó la necesidad de proteger a la víctima. Ahora será un juez de segunda instancia quien decida si Carlos Andrés Ospina termina en la cárcel o sigue en casa, a pesar del brutal ataque.
Con una rabia ciega y movido por los celos, el hombre de 23 años de edad casi mata a su compañera sentimental en plena sala de la casa, delante de su hija de apenas 4 añitos. La Policía lo capturó de inmediato y la Fiscalía pidió cárcel, pero el juez lo mandó fue para la casa.
¿Qué pasó?
El caso ocurrió el viernes 2 de mayo a las 12:20 del mediodía en el barrio Guayabal. Según el testimonio de la víctima, ella se encontraba con Carlos Andrés, su pareja y padre de su hija cuando, de repente, el tipo la tomó del cuello, cegado por los celos, y le lanzó una amenaza que le heló la sangre: “No me importa pagarla en una cárcel o en un cementerio”.
Según la denuncia, el hombre le hizo maniobras de asfixia y la habría lanzado contra la pared, todo delante de su pequeña hija, que no paraba de llorar del susto; aún así, él no la soltaba. Solo cuando la víctima logró zafarse, tomó a la niña y corrió directo donde la Policía a denunciar el infierno que acababa de vivir.
La audiencia
La Fiscalía 33 Local URI de Pereira le imputó el delito de violencia intrafamiliar agravada, cargos que Carlos Andrés no aceptó. El fiscal pidió medida de aseguramiento en centro carcelario, argumentando la gravedad del caso, el riesgo para la víctima y la presencia de una menor durante la agresión.
Sin embargo, el Juzgado Único Promiscuo Municipal de La Celia decidió darle detención domiciliaria. La Fiscalía apeló la decisión, insistiendo en que el agresor debe estar tras las rejas y mencionó que se evaluó la necesidad de proteger a la víctima. Ahora será un juez de segunda instancia quien decida si Carlos Andrés Ospina termina en la cárcel o sigue en casa, a pesar del brutal ataque.
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