Un balazo en la cabeza para cada uno, un capítulo de una serie criminal que parece no tener fin. Ayer con una noticia que, lamentablemente, ...
Un balazo en la cabeza para cada uno, un capítulo de una serie criminal que parece no tener fin. Ayer con una noticia que, lamentablemente, ya no sorprende, una madre y su hijo fueron asesinados a plena luz del día en el barrio San Martín de Loba. Un par de sicarios, sin prisa pero sin pausa, llegaron al sector con la certeza de que no necesitarían más que un par de balas para cerrar el asunto.

Y así lo hicieron
El crimen ocurrió en la carrera 16 bis con calle 28b 04, una zona donde las mochilas no son para la escuela, sino para transportar cosas más pesadas. El conocido parque de los consumidores, como le dicen en la zona, fue testigo del nuevo ajuste de cuentas entre bandas. No es que los vecinos no supieran qué pasaba por ahí, pero el no meterse siempre ha sido la mejor política. Ahora, claro, la cosa se ha puesto seria.
Según los testigos, y si se puede creer a los que viven por ahí, la moto de los sicarios estaba esperando en la esquina, lista para emprender la huida, mientras los dos fueron cazados en ese callejón sin salida. Otros aseguran que los sicarios se bajaron directamente al lugar y ahí, como quien no quiere la cosa, les pusieron fin a la historia. Sin testigos directos y sin nada que los frene, el crimen se cometió en cuestión de segundos.

Y así lo hicieron
El crimen ocurrió en la carrera 16 bis con calle 28b 04, una zona donde las mochilas no son para la escuela, sino para transportar cosas más pesadas. El conocido parque de los consumidores, como le dicen en la zona, fue testigo del nuevo ajuste de cuentas entre bandas. No es que los vecinos no supieran qué pasaba por ahí, pero el no meterse siempre ha sido la mejor política. Ahora, claro, la cosa se ha puesto seria.
Según los testigos, y si se puede creer a los que viven por ahí, la moto de los sicarios estaba esperando en la esquina, lista para emprender la huida, mientras los dos fueron cazados en ese callejón sin salida. Otros aseguran que los sicarios se bajaron directamente al lugar y ahí, como quien no quiere la cosa, les pusieron fin a la historia. Sin testigos directos y sin nada que los frene, el crimen se cometió en cuestión de segundos.
Madre e hijo
Carolina Castillo Mejía, de 40 años, y su hijo David Delgado Castillo, de 16, fueron trasladados de urgencia al hospital San Jorge, donde la vida les dio la espalda. La madre, con un disparo en la parte posterior de la cabeza, y el hijo, con una bala en la frente, nunca tuvieron oportunidad de cambiar su destino.
Carolina Castillo Mejía, de 40 años, y su hijo David Delgado Castillo, de 16, fueron trasladados de urgencia al hospital San Jorge, donde la vida les dio la espalda. La madre, con un disparo en la parte posterior de la cabeza, y el hijo, con una bala en la frente, nunca tuvieron oportunidad de cambiar su destino.
Las autoridades no tardaron en calificar el caso como un ajuste de cuentas y, aunque las víctimas no tenían antecedentes judiciales, sí eran conocidas en el barrio como actores criminales y por su contribución al mercado de las sustancias estupefacientes de marihuana y cocaína. Y claro, como siempre, la vida y la muerte de aquellos que eligen este camino suelen estar marcadas por la misma bala.
Con este nuevo crimen, Pereira ya suma 68 homicidios este año, un récord triste pero predecible, dado que los parques no solo son lugares para jugar, sino también para hacer ‘negocios’. Mientras tanto, la comunidad sigue aguardando respuestas, y las autoridades siguen buscando culpables.
Sin padre
Con este doble crimen, de la familia solo queda un integrante; hace solo un par de días tanto Carolina como David lamentaban en sus redes sociales el deceso del esposo y padre, aunque no fue en hechos violentos.
Con este nuevo crimen, Pereira ya suma 68 homicidios este año, un récord triste pero predecible, dado que los parques no solo son lugares para jugar, sino también para hacer ‘negocios’. Mientras tanto, la comunidad sigue aguardando respuestas, y las autoridades siguen buscando culpables.
Sin padre
Con este doble crimen, de la familia solo queda un integrante; hace solo un par de días tanto Carolina como David lamentaban en sus redes sociales el deceso del esposo y padre, aunque no fue en hechos violentos.
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