Diego Fernando López Restrepo decidió aceptar el homicidio de su madre, Blanca Amanda Restrepo Mena, de 67 años, en hechos ocurridos en el b...
Diego Fernando López Restrepo decidió aceptar el homicidio de su madre, Blanca Amanda Restrepo Mena, de 67 años, en hechos ocurridos en el barrio Popular del municipio de Santuario, hace 13 meses.
Tras el proceso judicial, el Juzgado Promiscuo del Circuito de Apía decidió condenarlo a 20 años de prisión. Las autoridades destacaron la contundencia de las pruebas presentadas, que permitieron esclarecer el execrable delito y obligaron al joven a declararse culpable, antes de ir al juicio oral; el preacuerdo fue por 240 meses y firmado con la fiscalía 23 seccional de Apía, que realizó la investigación.
Los hechos
Recordemos que el crimen ocurrió el jueves 1 de febrero del año 2024 a las 7:20 de la noche en la calle 7A con carrera 2 del barrio Popular Modelo de Santuario. La policía respondió a una llamada de alerta sobre la ocurrencia de una riña, al llegar al barrio, se encontraron con López Restrepo, que tenía las manos manchadas de sangre. El hombre de 27 años confesó haber asesinado a una persona dentro de la casa. Al ingresar, los uniformados hallaron el cuerpo de doña Blanca tendido en el piso de la cocina, descalza y rodeada de sangre.
Desde el momento en que se reportó el homicidio, los investigadores iniciaron la reconstrucción de los hechos. Descubrieron que, tras cometer el crimen, Diego Fernando López Restrepo llamó a su amigo Andrés Mauricio Bonil y le pidió que fuera a su casa de inmediato.
En su declaración, Bonil narró que el día de los hechos se encontraba en una cita cuando recibió una llamada desde el número de Blanca Amanda Restrepo Mena. Al contestar, era Diego Fernando, quien le dijo textualmente: "Mauro, necesito que baje en este preciso momento a la casa".
Bonil relató que llegó a la vivienda de su amigo a las 7:17 p.m., abrió la reja y notó rastros de sangre en la entrada. Golpeó fuertemente la puerta y, al mirar a través del cristal, vio que Diego Fernando se acercó y le pidió que estuviera calmado. Cuando abrió, Bonil lo vio completamente ensangrentado y le pidió que entrara.
Tras preguntarle qué había ocurrido, el acusado le dio dos golpes en el pecho y le advirtió que debía ser fuerte para lo que estaba a punto de ver. Bonil miró hacia la cocina y vio a Blanca Amanda tendida en el suelo con sangre a su alrededor. En un primer momento, pensó que estaba herida, pero fue entonces cuando Diego Fernando le confesó: "está muerta".
Bonil decidió grabar la conversación con su celular mientras intentaba mantener la calma. Minutos después, el padre del acusado, Diego López García, ingresó a la vivienda y se encontró con la escena escalofriante.
El testimonio del padre
Diego López García relató que el 1 de febrero estaba trabajando en la finca de su hermano, en la vereda La Bamba. Aproximadamente al mediodía, su esposa lo llamó para pedirle que bajara a la casa, ya que sus hijas María Viviana y Luz Hedit López Restrepo llegarían de Ecuador.
Alrededor de las 6:00 p.m., López García notó varias llamadas perdidas de su esposa y decidió devolverle la llamada. Para su sorpresa, quien contestó fue su hijo Diego Fernando, preguntándole "¿Pa' dónde está?". El padre respondió que acababa de salir de la finca y que iba camino a casa, pero la llamada le parecía inusual, ya que su hijo raramente lo contactaba.
Aproximadamente a las 6:30 p.m., llegó a la vivienda, tocó la puerta, pero nadie le abrió. Decidió ingresar con sus llaves y se sentó en la sala. Fue entonces cuando el amigo de su hijo salió y le pidió que se retirara, lo que le pareció extraño.
Pocos instantes después, Diego Fernando apareció con el rostro cubierto de sangre. Al preguntarle qué había ocurrido, el joven lo abrazó y le confesó: "Maté a mi mamá".
El padre vio que su hijo tenía un cuchillo oculto en la mano derecha. Cuando intentó pasarlo a la mano izquierda, López García forcejeó con él fuera de la casa por aproximadamente media cuadra hasta que logró desarmarlo, partió el cuchillo y lo arrojó a un lado. En ese instante, llegó la policía y capturó al agresor.
Hermana
Luz Hedit López Restrepo, hermana, dijo que “yo estaba viajando, llamé a mi mamá y le dije que el vuelo tuvo un retraso, llegué a Medellín y de ahí salía a Pereira, me mandó unos mensajes, dijo que Diego llegó borracho y estaba muy raro”. Cuando llegué, mi papá estaba forcejeando con él. Pregunté qué pasó, y mi papá me dijo que Diego había matado a mi mamá.
Agregó la familiar que el médico le dijo que no tomara bebidas alcohólicas porque era una bomba para él. Él era una persona medicada y depresiva. Él estaba siendo tratado hace 4 años en el hospital mental Homeris, era agresivo con nosotros, los de la casa, dañaba las cosas, golpeaba las paredes...
Dato
Diego es natural de Pereira y vive en el barrio Popular.
Tras el proceso judicial, el Juzgado Promiscuo del Circuito de Apía decidió condenarlo a 20 años de prisión. Las autoridades destacaron la contundencia de las pruebas presentadas, que permitieron esclarecer el execrable delito y obligaron al joven a declararse culpable, antes de ir al juicio oral; el preacuerdo fue por 240 meses y firmado con la fiscalía 23 seccional de Apía, que realizó la investigación.
Los hechos
Recordemos que el crimen ocurrió el jueves 1 de febrero del año 2024 a las 7:20 de la noche en la calle 7A con carrera 2 del barrio Popular Modelo de Santuario. La policía respondió a una llamada de alerta sobre la ocurrencia de una riña, al llegar al barrio, se encontraron con López Restrepo, que tenía las manos manchadas de sangre. El hombre de 27 años confesó haber asesinado a una persona dentro de la casa. Al ingresar, los uniformados hallaron el cuerpo de doña Blanca tendido en el piso de la cocina, descalza y rodeada de sangre.
Desde el momento en que se reportó el homicidio, los investigadores iniciaron la reconstrucción de los hechos. Descubrieron que, tras cometer el crimen, Diego Fernando López Restrepo llamó a su amigo Andrés Mauricio Bonil y le pidió que fuera a su casa de inmediato.
En su declaración, Bonil narró que el día de los hechos se encontraba en una cita cuando recibió una llamada desde el número de Blanca Amanda Restrepo Mena. Al contestar, era Diego Fernando, quien le dijo textualmente: "Mauro, necesito que baje en este preciso momento a la casa".
Bonil relató que llegó a la vivienda de su amigo a las 7:17 p.m., abrió la reja y notó rastros de sangre en la entrada. Golpeó fuertemente la puerta y, al mirar a través del cristal, vio que Diego Fernando se acercó y le pidió que estuviera calmado. Cuando abrió, Bonil lo vio completamente ensangrentado y le pidió que entrara.
Tras preguntarle qué había ocurrido, el acusado le dio dos golpes en el pecho y le advirtió que debía ser fuerte para lo que estaba a punto de ver. Bonil miró hacia la cocina y vio a Blanca Amanda tendida en el suelo con sangre a su alrededor. En un primer momento, pensó que estaba herida, pero fue entonces cuando Diego Fernando le confesó: "está muerta".
Bonil decidió grabar la conversación con su celular mientras intentaba mantener la calma. Minutos después, el padre del acusado, Diego López García, ingresó a la vivienda y se encontró con la escena escalofriante.
El testimonio del padre
Diego López García relató que el 1 de febrero estaba trabajando en la finca de su hermano, en la vereda La Bamba. Aproximadamente al mediodía, su esposa lo llamó para pedirle que bajara a la casa, ya que sus hijas María Viviana y Luz Hedit López Restrepo llegarían de Ecuador.
Alrededor de las 6:00 p.m., López García notó varias llamadas perdidas de su esposa y decidió devolverle la llamada. Para su sorpresa, quien contestó fue su hijo Diego Fernando, preguntándole "¿Pa' dónde está?". El padre respondió que acababa de salir de la finca y que iba camino a casa, pero la llamada le parecía inusual, ya que su hijo raramente lo contactaba.
Aproximadamente a las 6:30 p.m., llegó a la vivienda, tocó la puerta, pero nadie le abrió. Decidió ingresar con sus llaves y se sentó en la sala. Fue entonces cuando el amigo de su hijo salió y le pidió que se retirara, lo que le pareció extraño.
Pocos instantes después, Diego Fernando apareció con el rostro cubierto de sangre. Al preguntarle qué había ocurrido, el joven lo abrazó y le confesó: "Maté a mi mamá".
El padre vio que su hijo tenía un cuchillo oculto en la mano derecha. Cuando intentó pasarlo a la mano izquierda, López García forcejeó con él fuera de la casa por aproximadamente media cuadra hasta que logró desarmarlo, partió el cuchillo y lo arrojó a un lado. En ese instante, llegó la policía y capturó al agresor.
Hermana
Luz Hedit López Restrepo, hermana, dijo que “yo estaba viajando, llamé a mi mamá y le dije que el vuelo tuvo un retraso, llegué a Medellín y de ahí salía a Pereira, me mandó unos mensajes, dijo que Diego llegó borracho y estaba muy raro”. Cuando llegué, mi papá estaba forcejeando con él. Pregunté qué pasó, y mi papá me dijo que Diego había matado a mi mamá.
Agregó la familiar que el médico le dijo que no tomara bebidas alcohólicas porque era una bomba para él. Él era una persona medicada y depresiva. Él estaba siendo tratado hace 4 años en el hospital mental Homeris, era agresivo con nosotros, los de la casa, dañaba las cosas, golpeaba las paredes...
Dato
Diego es natural de Pereira y vive en el barrio Popular.
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