La comunidad del barrio Bellavista alertó a las autoridades sobre la presencia de un hombre en grave estado de salud, quien se encontraba t...
La comunidad del barrio Bellavista alertó a las autoridades sobre la presencia de un hombre en grave estado de salud, quien se encontraba tendido en la vía pública.
¿Qué pasó?
El 9 de marzo, alrededor de las 10:00 de la mañana, vecinos de la manzana 10, en un callejón, jurisdicción de Villasanta, notaron la presencia de Jorge Enrique Londoño Ríos, un hombre de 53 años, quien parecía estar sufriendo una crisis de salud.
Debido a su delicado estado, fue trasladado de inmediato al Hospital San Jorge de Pereira, a donde ingresó inconsciente y con múltiples politraumatismos. A pesar de recibir atención médica por varios días, falleció el 14 de marzo a las 6:00 de la tarde.
El 9 de marzo, alrededor de las 10:00 de la mañana, vecinos de la manzana 10, en un callejón, jurisdicción de Villasanta, notaron la presencia de Jorge Enrique Londoño Ríos, un hombre de 53 años, quien parecía estar sufriendo una crisis de salud.
Debido a su delicado estado, fue trasladado de inmediato al Hospital San Jorge de Pereira, a donde ingresó inconsciente y con múltiples politraumatismos. A pesar de recibir atención médica por varios días, falleció el 14 de marzo a las 6:00 de la tarde.
Búsqueda de familiares
Funcionarios del CTI de la Fiscalía llegaron hasta el hospital San Jorge para realizar la inspección técnica del cadáver y lo trasladaron a Medicina Legal .
Dato
Sus familiares, en medio del dolor, indicaron que Jorge Enrique ya tenía problemas de salud, pues padecía tuberculosis y VIH. Además, había estado hospitalizado durante 20 días en el hospital de Kennedy antes de su deceso.
Según contaron, su estilo de vida lo llevó a deteriorarse, pues le gustaba viajar de pueblo en pueblo trabajando en la cosecha de café. En los últimos meses, vivía en la calle, lo que, sumado a la falta de cuidados y las bajas temperaturas, agravó su estado de salud.
Su vida
Jorge Enrique Londoño Rios, natural de Pereira, trabajaba como agricultor en fincas de la región, especialmente en la zona de variante El Pollo. Deja dos hijos y será recordado como un hombre trabajador, apasionado por buscar el sustento diario.
Aunque llevaba una vida solitaria, le gustaba el licor y era servicial con las personas que lo rodeaban que hoy lamentan su partida.
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