La comunidad del municipio de Mistrató, incluyendo transportadores y población indígena, manifiesta su temor ante la posible incursión del C...
La comunidad del municipio de Mistrató, incluyendo transportadores y población indígena, manifiesta su temor ante la posible incursión del Clan del Golfo en la región, lo que ha generado un ambiente de zozobra. En los últimos días, se han reportado combates en la zona rural, lo que ha obligado al desplazamiento forzado de una familia.

Fotografía de Roberto Betancourt/ El Diario
¿Qué pasó?
Mistrató, ubicado a 86 kilómetros al noroccidente de Pereira, se caracteriza por su geografía montañosa y por el aporte hídrico de los ríos Risaralda, San Juan, Mistrató y Chamí, entre otras corrientes menores. Su economía se basa en la agricultura, la ganadería, la explotación forestal y la minería.
Durante una visita de este medio para evaluar la situación de orden público y recoger testimonios de la comunidad, se constató que, pese a la presencia de controles policiales en los accesos, patrullajes del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) y la permanencia del Ejército Nacional, el temor entre los habitantes es evidente. La posibilidad de un desplazamiento masivo ha alertado a las autoridades judiciales y a la administración municipal, especialmente por el historial de violencia en la zona, que en el pasado fue blanco de grupos guerrilleros. La ubicación estratégica del municipio, cercano a Chocó, Antioquia y Tolima, lo convierte en un corredor de interés para organizaciones al margen de la ley.
Fotografía de Roberto Betancourt/ El Diario
Desplazamiento
A raíz de estos enfrentamientos, una pareja que residía en la vereda El Cedro se vio obligada a desplazarse. Aunque no estaban en su finca al momento de los combates, al enterarse de la situación decidieron trasladarse al casco urbano de Mistrató. Allí, acudieron a la Personería Municipal para informar que, debido a la violencia en la zona, rendían una declaración juramentada y abandonaban su hogar, dejando atrás sus pertenencias, animales y su vida construida durante años. Además, quedaron separados de su familia en San Antonio del Chamí.
La Alcaldía de Mistrató les brindó apoyo humanitario y remitió el caso a la Fiscalía para activar la ruta de protección. Los afectados temen regresar, y las autoridades locales tampoco lo permiten hasta que el Ejército garantice la seguridad, verifique la ausencia de actores armados y realice un barrido de minas antipersonal.
Transportadores
Conductores del municipio temen que la inseguridad afecte la movilidad y la economía local.
Alberto, conductor de transporte público manifestó que "No sabemos quiénes son, pero sí hay preocupación. Este pueblo es muy tranquilo, pero ahora uno se asusta. La presencia del Ejército da tranquilidad, pero cuando se vayan, ¿qué?"
Por su parte Juan Carlos, transportador de alimentos dijo: "Nos afecta porque llevar productos a una zona donde están la guerrilla o los paramilitares genera miedo. No es solo por la mercancía, sino porque pueden atentar contra uno. Hay temor de que nos quemen los camiones o nos hagan algo."
El miedo persiste
La comunidad teme que la violencia desemboque en un desplazamiento masivo, similar al del Catatumbo. Ricardo de Jesús Carmona Giraldo: "Parece que estamos retrocediendo a la violencia de años atrás... estamos asustados" y Mario de Jesús Guevara Grajales agregó: "Cuando se habla de combates, la gente prefiere callar por miedo. Solo comentan que la situación es dura".
Preocupación indígena
Alberto Guasorna, representante del Resguardo Unificado Embera Chamí, declaró que "somos 9 mil indígenas y estamos preocupados. No queremos desplazamientos ni problemas con nuestras autoridades y líderes. Solicitamos la presencia de Naciones Unidas y la Cruz Roja Internacional, porque estas confrontaciones ponen en riesgo a indígenas y campesinos".
Declaraciones del Ejército
El coronel Edward Vicente Martínez Antefeliz, comandante de la Octava Brigada, dijo frente a la presencia del Clan del Golfo en zona limítrofe con Antioquia que "el Ejército no permitirá que grupos armados se asienten en Risaralda. Respondimos en combate y seguiremos protegiendo el departamento".

Fotografía de Roberto Betancourt/ El Diario
Reunión
El alcalde de Mistrató, Diego Parra Mejía, oriundo del corregimiento de San Antonio del Chamí, se desplazó hasta la zona para reunirse con la comunidad y brindarle un parte de tranquilidad. Además, el miércoles 12 de febrero se reunió con la Policía, el Ejército y representantes de la comunidad indígena para abordar la situación de seguridad en el territorio. Así mismo enfatizar con mesas de trabajo con la comunidad indígena sobre la importancia de que colaboren, permitiendo el ingreso de la fuerza pública e impidiendo que los grupos armados utilicen el municipio como corredor para su actuar delictivo.

Dato
La comunidad indigena Embera Chami está a dos horas de la zona donde se registraron los combates.
Turismo
Estos hechos de orden público afectan no solo la tranquilidad de los habitantes de Mistrató, también su economía. Justo cuando el municipio se prepara para celebrar sus 100 años el próximo 18 de marzo y trabaja en su proyección turística. Los habitantes esperan que las autoridades logren garantizar la seguridad en la región, permitiendo que el turismo y la economía local continúen su proceso de crecimiento.

Fotografía de Roberto Betancourt/ El Diario
¿Qué pasó?
Mistrató, ubicado a 86 kilómetros al noroccidente de Pereira, se caracteriza por su geografía montañosa y por el aporte hídrico de los ríos Risaralda, San Juan, Mistrató y Chamí, entre otras corrientes menores. Su economía se basa en la agricultura, la ganadería, la explotación forestal y la minería.
Durante una visita de este medio para evaluar la situación de orden público y recoger testimonios de la comunidad, se constató que, pese a la presencia de controles policiales en los accesos, patrullajes del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) y la permanencia del Ejército Nacional, el temor entre los habitantes es evidente. La posibilidad de un desplazamiento masivo ha alertado a las autoridades judiciales y a la administración municipal, especialmente por el historial de violencia en la zona, que en el pasado fue blanco de grupos guerrilleros. La ubicación estratégica del municipio, cercano a Chocó, Antioquia y Tolima, lo convierte en un corredor de interés para organizaciones al margen de la ley.
Los combates
El martes 11 de febrero, en el corregimiento de San Antonio del Chamí, en límites con Antioquia, tropas de la Octava Brigada del Ejército Nacional sostuvieron combates con integrantes del Clan del Golfo. Esto llevó al despliegue de tres pelotones en la zona. Como consecuencia, las clases en el corregimiento fueron suspendidas y solo se reactivaron el jueves 13 de febrero. La administración municipal tuvo conocimiento de los hechos por un habitante de la zona. Aunque las autoridades no reportaron bajas, se conoció extraoficialmente que un soldado resultó herido y que, presuntamente, se perdió un fusil de alta precisión.
El martes 11 de febrero, en el corregimiento de San Antonio del Chamí, en límites con Antioquia, tropas de la Octava Brigada del Ejército Nacional sostuvieron combates con integrantes del Clan del Golfo. Esto llevó al despliegue de tres pelotones en la zona. Como consecuencia, las clases en el corregimiento fueron suspendidas y solo se reactivaron el jueves 13 de febrero. La administración municipal tuvo conocimiento de los hechos por un habitante de la zona. Aunque las autoridades no reportaron bajas, se conoció extraoficialmente que un soldado resultó herido y que, presuntamente, se perdió un fusil de alta precisión.
Desplazamiento
A raíz de estos enfrentamientos, una pareja que residía en la vereda El Cedro se vio obligada a desplazarse. Aunque no estaban en su finca al momento de los combates, al enterarse de la situación decidieron trasladarse al casco urbano de Mistrató. Allí, acudieron a la Personería Municipal para informar que, debido a la violencia en la zona, rendían una declaración juramentada y abandonaban su hogar, dejando atrás sus pertenencias, animales y su vida construida durante años. Además, quedaron separados de su familia en San Antonio del Chamí.
La Alcaldía de Mistrató les brindó apoyo humanitario y remitió el caso a la Fiscalía para activar la ruta de protección. Los afectados temen regresar, y las autoridades locales tampoco lo permiten hasta que el Ejército garantice la seguridad, verifique la ausencia de actores armados y realice un barrido de minas antipersonal.
Transportadores
Conductores del municipio temen que la inseguridad afecte la movilidad y la economía local.
Alberto, conductor de transporte público manifestó que "No sabemos quiénes son, pero sí hay preocupación. Este pueblo es muy tranquilo, pero ahora uno se asusta. La presencia del Ejército da tranquilidad, pero cuando se vayan, ¿qué?"
Por su parte Juan Carlos, transportador de alimentos dijo: "Nos afecta porque llevar productos a una zona donde están la guerrilla o los paramilitares genera miedo. No es solo por la mercancía, sino porque pueden atentar contra uno. Hay temor de que nos quemen los camiones o nos hagan algo."
El miedo persiste
La comunidad teme que la violencia desemboque en un desplazamiento masivo, similar al del Catatumbo. Ricardo de Jesús Carmona Giraldo: "Parece que estamos retrocediendo a la violencia de años atrás... estamos asustados" y Mario de Jesús Guevara Grajales agregó: "Cuando se habla de combates, la gente prefiere callar por miedo. Solo comentan que la situación es dura".
Preocupación indígena
Alberto Guasorna, representante del Resguardo Unificado Embera Chamí, declaró que "somos 9 mil indígenas y estamos preocupados. No queremos desplazamientos ni problemas con nuestras autoridades y líderes. Solicitamos la presencia de Naciones Unidas y la Cruz Roja Internacional, porque estas confrontaciones ponen en riesgo a indígenas y campesinos".
Declaraciones del Ejército
El coronel Edward Vicente Martínez Antefeliz, comandante de la Octava Brigada, dijo frente a la presencia del Clan del Golfo en zona limítrofe con Antioquia que "el Ejército no permitirá que grupos armados se asienten en Risaralda. Respondimos en combate y seguiremos protegiendo el departamento".

Fotografía de Roberto Betancourt/ El Diario
Situación controlada
Según información reciente, la situación en la zona ya está bajo control luego de que el Ejército Nacional lograra expulsar a aproximadamente 60 hombres del Clan del Golfo del territorio. No obstante, las fuerzas militares mantienen su presencia en el área, mientras que las autoridades municipales han solicitado un aumento del pie de fuerza y una mayor atención por parte del Estado en materia de seguridad. Paralelamente, las autoridades locales continúan adelantando reuniones estratégicas con el fin de estar preparadas ante un posible desplazamiento masivo, el cual se espera que no llegue a ocurrir.
Según información reciente, la situación en la zona ya está bajo control luego de que el Ejército Nacional lograra expulsar a aproximadamente 60 hombres del Clan del Golfo del territorio. No obstante, las fuerzas militares mantienen su presencia en el área, mientras que las autoridades municipales han solicitado un aumento del pie de fuerza y una mayor atención por parte del Estado en materia de seguridad. Paralelamente, las autoridades locales continúan adelantando reuniones estratégicas con el fin de estar preparadas ante un posible desplazamiento masivo, el cual se espera que no llegue a ocurrir.
Reunión
El alcalde de Mistrató, Diego Parra Mejía, oriundo del corregimiento de San Antonio del Chamí, se desplazó hasta la zona para reunirse con la comunidad y brindarle un parte de tranquilidad. Además, el miércoles 12 de febrero se reunió con la Policía, el Ejército y representantes de la comunidad indígena para abordar la situación de seguridad en el territorio. Así mismo enfatizar con mesas de trabajo con la comunidad indígena sobre la importancia de que colaboren, permitiendo el ingreso de la fuerza pública e impidiendo que los grupos armados utilicen el municipio como corredor para su actuar delictivo.

Dato
La comunidad indigena Embera Chami está a dos horas de la zona donde se registraron los combates.
Turismo
Estos hechos de orden público afectan no solo la tranquilidad de los habitantes de Mistrató, también su economía. Justo cuando el municipio se prepara para celebrar sus 100 años el próximo 18 de marzo y trabaja en su proyección turística. Los habitantes esperan que las autoridades logren garantizar la seguridad en la región, permitiendo que el turismo y la economía local continúen su proceso de crecimiento.
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