Los hurtos a establecimientos comerciales en la ciudad de Pereira continúan en aumento, afectando a los comerciantes que ven sus negocios co...
Los hurtos a establecimientos comerciales en la ciudad de Pereira continúan en aumento, afectando a los comerciantes que ven sus negocios constantemente vulnerados por delincuentes reincidentes. La problemática se agrava con la impunidad, ya que tres hombres en condición de calle, capturados en múltiples ocasiones por ingresar a robar a locales, son liberados repetidamente debido a que los delitos son considerados de menor cuantía.




Son reincidentes
Las autoridades policiales tienen identificados a dos de los principales responsables de esta ola de robos como alias Yesid y alias Cocua, quienes han sido señalados como los azotadores del comercio en sectores como la Comuna Centro, Comuna Villavicencio, Comuna Primero de Febrero, Avenida 30 de Agosto, Circunvalar, Álamos y Pinares. Utilizan el método de ‘rompevidrios’ y ‘rompetechos’ para ingresar a los establecimientos comerciales.
Según información recopilada, estos sujetos, que viven en las calles, ingresan a locales comerciales como mueblerías, ferreterías y tiendas de electrodomésticos, pero no se interesan por la mercancía de alto valor. Su principal objetivo es la caja registradora, el dinero en efectivo, celulares y cualquier elemento de fácil acceso y transporte. Para perpetrar los robos, rompen vidrios o techos, activando en muchos casos las alarmas de seguridad, lo que alerta a la Policía quienes llaman a las víctimas para que verifiquen el avalúo del hurto.
Uno de los delincuentes opera en la Comuna Villavicencio, Circunvalar, Álamos y Providencia, mientras que los otros se enfocan en el Centro de Pereira. A pesar de los constantes operativos y capturas, los uniformados se enfrentan a un círculo vicioso: los delincuentes son detenidos, judicializados y, al poco tiempo, puestos en libertad y, en cuestión de horas o días, regresan a las calles para seguir robando. Su reincidencia es tan frecuente que los propios uniformados ya los reconocen y, al momento de la captura, la frase que se repite es: “¿Otra vez usted?”
Muchos comerciantes desisten de presentar denuncias ante la justicia debido al trámite o el tiempo que se lleva denunciar y que muchas veces los delincuentes son dejados en libertad en poco tiempo. Estos sujetos suelen portar armas blancas y en cada requisa se les encuentran cuchillos y dosis mínimas de sustancias alucinógenas, evidenciando que los robos son su medio para obtener dinero y comprar droga.
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Estos procedimientos se han convertido en un desgaste institucional, pues los detenidos salen más rápido de lo que tardan en ser trasladados a la estación policial, además por la falta de justicia para buscar soluciones que eviten la reincidencia y protejan a los comerciantes, quienes día a día ven amenazados sus negocios y su seguridad.




Son reincidentes
Las autoridades policiales tienen identificados a dos de los principales responsables de esta ola de robos como alias Yesid y alias Cocua, quienes han sido señalados como los azotadores del comercio en sectores como la Comuna Centro, Comuna Villavicencio, Comuna Primero de Febrero, Avenida 30 de Agosto, Circunvalar, Álamos y Pinares. Utilizan el método de ‘rompevidrios’ y ‘rompetechos’ para ingresar a los establecimientos comerciales.
Según información recopilada, estos sujetos, que viven en las calles, ingresan a locales comerciales como mueblerías, ferreterías y tiendas de electrodomésticos, pero no se interesan por la mercancía de alto valor. Su principal objetivo es la caja registradora, el dinero en efectivo, celulares y cualquier elemento de fácil acceso y transporte. Para perpetrar los robos, rompen vidrios o techos, activando en muchos casos las alarmas de seguridad, lo que alerta a la Policía quienes llaman a las víctimas para que verifiquen el avalúo del hurto.
Uno de los delincuentes opera en la Comuna Villavicencio, Circunvalar, Álamos y Providencia, mientras que los otros se enfocan en el Centro de Pereira. A pesar de los constantes operativos y capturas, los uniformados se enfrentan a un círculo vicioso: los delincuentes son detenidos, judicializados y, al poco tiempo, puestos en libertad y, en cuestión de horas o días, regresan a las calles para seguir robando. Su reincidencia es tan frecuente que los propios uniformados ya los reconocen y, al momento de la captura, la frase que se repite es: “¿Otra vez usted?”
Muchos comerciantes desisten de presentar denuncias ante la justicia debido al trámite o el tiempo que se lleva denunciar y que muchas veces los delincuentes son dejados en libertad en poco tiempo. Estos sujetos suelen portar armas blancas y en cada requisa se les encuentran cuchillos y dosis mínimas de sustancias alucinógenas, evidenciando que los robos son su medio para obtener dinero y comprar droga.
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Estos procedimientos se han convertido en un desgaste institucional, pues los detenidos salen más rápido de lo que tardan en ser trasladados a la estación policial, además por la falta de justicia para buscar soluciones que eviten la reincidencia y protejan a los comerciantes, quienes día a día ven amenazados sus negocios y su seguridad.
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