La tranquilidad del municipio de Marsella se vio interrumpida con el asesinato de dos jóvenes amigos de 18 y 24 años; un hecho violento que...
La tranquilidad del municipio de Marsella se vio interrumpida con el asesinato de dos jóvenes amigos de 18 y 24 años; un hecho violento que encendió las alarmas de las autoridades judiciales. Dos familias enfrentan la pérdida de sus seres queridos y no se explican las razones.


¿Qué pasó?
Los hechos se conocieron a las 10:15 de la noche del lunes 10 de febrero en la vereda El Rayo. Brayan Stik Vélez Moncada de 18 años de edad y Jhon Camilo Rodas Murillo, de 24 años, se movilizaban en una motocicleta y fueron sorprendidos por sujetos armados que les salieron al camino y les dispararon en repetidas ocasiones, haciéndolos caer de la motocicleta y dejándolos gravemente heridos en el lugar.
Los dos jóvenes, que eran amigos y vivían en el mismo barrio, fueron hallados sin vida en la vía pública. La alerta fue dada por un ciudadano del sector que se acercó a la estación de policía para informar sobre la presencia de los cuerpos tendidos en el lugar. Al llegar, las autoridades confirmaron el doble homicidio y procedieron a acordonar la escena para realizar la inspección judicial y recopilar evidencias que permitan esclarecer los hechos.
El grupo de criminalística de la Sijín de Risaralda llevó a cabo la inspección técnica en la escena del crimen. Durante el procedimiento, se evidenció que Murillo presentaba cuatro impactos de bala, dos en la frente y dos en el pecho, mientras que Moncada tenía tres heridas de bala, una en el rostro y dos en el pecho. Los cuerpos fueron trasladados a Medicina Legal de Marsella para la respectiva necropsia.
Dato
Jhon Camilo era natural de Puerto López, Meta, laboraba en oficios varios y vivía con su compañera sentimental en el barrio Buenos Aires. Era un joven amante de las motos, le gustaba correr.
Dato
Brayan era natural del municipio de Marsella, era soltero y vivía en el barrio Buenos Aires, era amante del Gravity Bike, el cual practicaba constantemente.
Investigan
Las autoridades judiciales adelantan las labores de investigación para establecer los móviles de este crimen y poder dar con el paradero de los presuntos responsables de este doble homicidio.


¿Qué pasó?
Los hechos se conocieron a las 10:15 de la noche del lunes 10 de febrero en la vereda El Rayo. Brayan Stik Vélez Moncada de 18 años de edad y Jhon Camilo Rodas Murillo, de 24 años, se movilizaban en una motocicleta y fueron sorprendidos por sujetos armados que les salieron al camino y les dispararon en repetidas ocasiones, haciéndolos caer de la motocicleta y dejándolos gravemente heridos en el lugar.
Los dos jóvenes, que eran amigos y vivían en el mismo barrio, fueron hallados sin vida en la vía pública. La alerta fue dada por un ciudadano del sector que se acercó a la estación de policía para informar sobre la presencia de los cuerpos tendidos en el lugar. Al llegar, las autoridades confirmaron el doble homicidio y procedieron a acordonar la escena para realizar la inspección judicial y recopilar evidencias que permitan esclarecer los hechos.
El grupo de criminalística de la Sijín de Risaralda llevó a cabo la inspección técnica en la escena del crimen. Durante el procedimiento, se evidenció que Murillo presentaba cuatro impactos de bala, dos en la frente y dos en el pecho, mientras que Moncada tenía tres heridas de bala, una en el rostro y dos en el pecho. Los cuerpos fueron trasladados a Medicina Legal de Marsella para la respectiva necropsia.
Dato
Jhon Camilo era natural de Puerto López, Meta, laboraba en oficios varios y vivía con su compañera sentimental en el barrio Buenos Aires. Era un joven amante de las motos, le gustaba correr.
Dato
Brayan era natural del municipio de Marsella, era soltero y vivía en el barrio Buenos Aires, era amante del Gravity Bike, el cual practicaba constantemente.
Investigan
Las autoridades judiciales adelantan las labores de investigación para establecer los móviles de este crimen y poder dar con el paradero de los presuntos responsables de este doble homicidio.
COMENTARIOS