Julián Andrés Santa El hapkido es más que un deporte para la familia Rodríguez Arias y pasó de ser un arte marcial a un lazo de unión y amo...

Julián Andrés Santa
El hapkido es más que un deporte para la familia Rodríguez Arias y pasó de ser un arte marcial a un lazo de unión y amor entre los hermanos Samuel, instructor y deportista, Violeta, actual deportista y Gabriela, quien también lo practicó en su momento. Lizeth Arias, mamá y Jhon Rodríguez, papá, expresan su felicidad y orgullo al ver la disciplina y el sentido de pertenencia que han ido aprendiendo sus hijos a través de esta disciplina deportiva que sin duda merece más apoyo en el departamento.
“Me puedo defender
Violeta Rodríguez Arias tiene ocho años, actualmente cursa el tercer grado de primaria y hace un año llegó al mundo del hapkido donde ya cambió a cinturón verde. Junto a su hermano Samuel, entrenan en la academia del maestro Fernando Martínez, Fernando 's Karate Academy, en el barrio Santa Mónica de Dosquebradas.
Con un poco de timidez al tratarse de la primera vez que la entrevistan, responde Violeta sobre qué es lo que más le gusta del hapkido: “Me gusta todo de este deporte, entré por mi hermano, entreno tres días a la semana, Me gusta porque tengo defensa personal y me puedo defender. Me gusta ganar porque puedo ganar medallas, cambio de cinturón”.
La disciplina que adquieren
Lizeth Arias, mamá, expresa: “Muy orgullosa porque es muy importante que ellos tengan ese amor por el deporte porque es muy saludable para ellos y las artes marciales son una disciplina y los forma mucho en valores y para mí es demasiado importante”.
Unión y amor entre hermanos
Sobre cómo se dio la llegada de Violeta Rodríguez al hapkido, explica su mamá: “Todo se dio por el amor que le tiene al hermano porque él entrena desde los siete años y en este momento es instructor. Los dos entrenan muy rigurosos y aparte de eso es la dedicación que tienen en el estudio y sacar el tiempo para el entrenamiento, realmente sí es un orgullo”.
Sentimiento compartido
Jhon Rodríguez, papá de los niños deportistas, se refiere al sentimiento compartido entre sus hijos, donde el primero en llegar al hapkido fue Samuel. “Él inicio entrenando natación, después baloncesto y un día pasó por la academia en Santa Mónica y decidió entrar a su primera clase gratis y fue flechado por el corazón, se enamoró totalmente del hapkido y yo podría decir que es la vida de él porque aparte del colegio, solamente se dedica a entrenar y a darle clases a los otros niños”.
Dato:
La Liga Risaraldense de Hapkido se destaca por los buenos procesos que han tenido en los últimos años con sus deportistas, donde Moisés Castillo (ya fallecido), dejó el legado a su hijo Brayan Lee Castillo.
Dato:
Recordemos que el Ministerio del Deporte anunció en el mes de enero la decisión que perjudica a miles de niños, niñas y jóvenes deportistas y aficionados al hapkido, al expulsarlo de las próximas ediciones de los Juegos Nacionales, por lo que varios de los chicos ven sus sueños frustrados.
El hapkido es más que un deporte para la familia Rodríguez Arias y pasó de ser un arte marcial a un lazo de unión y amor entre los hermanos Samuel, instructor y deportista, Violeta, actual deportista y Gabriela, quien también lo practicó en su momento. Lizeth Arias, mamá y Jhon Rodríguez, papá, expresan su felicidad y orgullo al ver la disciplina y el sentido de pertenencia que han ido aprendiendo sus hijos a través de esta disciplina deportiva que sin duda merece más apoyo en el departamento.
“Me puedo defender
Violeta Rodríguez Arias tiene ocho años, actualmente cursa el tercer grado de primaria y hace un año llegó al mundo del hapkido donde ya cambió a cinturón verde. Junto a su hermano Samuel, entrenan en la academia del maestro Fernando Martínez, Fernando 's Karate Academy, en el barrio Santa Mónica de Dosquebradas.
Con un poco de timidez al tratarse de la primera vez que la entrevistan, responde Violeta sobre qué es lo que más le gusta del hapkido: “Me gusta todo de este deporte, entré por mi hermano, entreno tres días a la semana, Me gusta porque tengo defensa personal y me puedo defender. Me gusta ganar porque puedo ganar medallas, cambio de cinturón”.
La disciplina que adquieren
Lizeth Arias, mamá, expresa: “Muy orgullosa porque es muy importante que ellos tengan ese amor por el deporte porque es muy saludable para ellos y las artes marciales son una disciplina y los forma mucho en valores y para mí es demasiado importante”.
Unión y amor entre hermanos
Sobre cómo se dio la llegada de Violeta Rodríguez al hapkido, explica su mamá: “Todo se dio por el amor que le tiene al hermano porque él entrena desde los siete años y en este momento es instructor. Los dos entrenan muy rigurosos y aparte de eso es la dedicación que tienen en el estudio y sacar el tiempo para el entrenamiento, realmente sí es un orgullo”.
Sentimiento compartido
Jhon Rodríguez, papá de los niños deportistas, se refiere al sentimiento compartido entre sus hijos, donde el primero en llegar al hapkido fue Samuel. “Él inicio entrenando natación, después baloncesto y un día pasó por la academia en Santa Mónica y decidió entrar a su primera clase gratis y fue flechado por el corazón, se enamoró totalmente del hapkido y yo podría decir que es la vida de él porque aparte del colegio, solamente se dedica a entrenar y a darle clases a los otros niños”.
Dato:
La Liga Risaraldense de Hapkido se destaca por los buenos procesos que han tenido en los últimos años con sus deportistas, donde Moisés Castillo (ya fallecido), dejó el legado a su hijo Brayan Lee Castillo.
Dato:
Recordemos que el Ministerio del Deporte anunció en el mes de enero la decisión que perjudica a miles de niños, niñas y jóvenes deportistas y aficionados al hapkido, al expulsarlo de las próximas ediciones de los Juegos Nacionales, por lo que varios de los chicos ven sus sueños frustrados.
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