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La espera continúa para las comunidades

Liliana Cardona Marín

No son simples quejas, se necesitan soluciones de fondo y oportunas. Con que al menos los visiten y se enteren de primera mano de las falencias sería el primer paso. Los diferentes líderes barriales de Pereira, se aferran a la única opción que les queda para que sus necesidades sean atendidas, y esa es el Plan de Desarrollo. En la mayoría de los casos son más de dos meses en que aparte de buscar eco en los medios de comunicación, han llevado radicados a la Alcaldía y han hecho reuniones con personas que tienen padrinos políticos para que les agilicen los pedidos, pero nada ha valido.

Noticia del 22 de febrero.

Caso Luis Alberto Duque

En la primera semana de febrero, cuatro representantes de este barrio, Pinares del Café y Mirador de Llano Grande, buscaron desesperadamente que a través del Periódico, el alcalde Mauricio Salazar supiera de la existencia de estas necesidades. En la nota se expuso que el estado lamentable de la vía alterna que une a Pereira con Marsella, ya debería ser una prioridad en sí misma, lo más grave es que de esta se desprenden las afectaciones a los habitantes de Luis Alberto Duque por las nubes de polvo y la escasa oferta de transporte público.


Además de lo ya nombrado, hay una mitigación del riesgo inconclusa y un asunto de calidad de vida, porque las aguas negras de un barrio caen donde llegan las aguas lluvias del otro, lo que genera todo tipo de malos olores y atrae vectores para transmisión de enfermedades.

Lo único que ha cambiado en días recientes es la cantidad de polvo que deben soportar hasta en el cuarto más alejado de sus casas y ya desde esta semana sendos pantaneros, han sido 69 días de espera.

Todo problema en la ciudad es importante, claro está, la Avenida del Río es importante, el Centro es importante, los huecos en la Avenida Pinares son importantes, pero en esta parte de la Comuna del Café hay necesidades urgentes.

Caso I.E. Hugo Ángel Jaramillo

A parte de los dos meses que llevan a la espera de alguna visita por parte de la Alcaldía, después de la publicación de la denuncia, cuentan que son dos años acudiendo a diferentes instancias para que alguien haga algo por esta comunidad educativa conformada por 930 estudiantes, más docentes, administrativos, padres de familia y transportadores que se ven en serios aprietos para llegar a la sede, sobre todo en invierno, como el que empezó esta semana. El puente tiene serias fallas estructurales, la inocente quebrada Alto Erazo, se observa pequeña, pero cuando hay lluvias en la parte alta nadie la reconoce. Derechos como inclusión, movilidad, acceso y calidad educativa parecen una utopía cuando se trata de buscar la solución.

Este inofensivo puente puede colapsar en cualquier momento. Atravesarlo en invierno es una odisea.

Voces de los casos

Adriana Calle, presidente del barrio Luis Alberto Duque, expresó: “Nada de nada, antes ahora es peor, imagínese que antier también pedí el favor en las emisoras de la Gobernación y de la Alcaldía, para ver si podían venir y nos podían colaborar, hasta me dijeron que el alcalde estaba ahí conectado, pero no dijo nada, solo escuchó. Cuánto hará que les solicité la pajarita, para que nos la prestaran para limpiar la parte de arriba, nunca fue posible, me dijeron que tenían la maquinaria mala, después me dijeron que no había sino dos ¿qué me tocó hacer? Pedir el favor a la Cantera y me colaboraron mucho, porque por la Alcaldía no pude”.

Jaime Agudelo, líder natural en Málaga por muchos años, habló sobre la petición del puente en la Institución Educativa: “No ha habido respuesta, es más, mandé una carta a la Personería, nunca me llegó respuesta, mandé una carta al Concejo, la remitieron a otras instancias y no han complementado la respuesta, mandé algo en relación con el Plan de Desarrollo, tampoco. Crítica la situación ahí, porque algunas secretarías no responden derechos de petición ni concreta, ni oportunamente”.

Se le hizo una llamada a Gustavo Cardona, secretario de Infraestructura, acerca de estas peticiones y palabras más, palabras menos respondió él no tenía allá 50 funcionarios sentados mirando para el techo, sino que estaban desbordados por toda la ciudad atendiendo esas solicitudes y que esperaba llegar pronto a cada uno de esos rincones, porque son muchos los temas de riesgo y tratan de hacer lo posible. En lo que sí hizo énfasis es en que demuestran resultados a la gente que son evidentes. Dijo que iba a mirar en el listado de solicitudes a ver en qué estado están las de esta nota periodística y cómo las podían atender.

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