Julián Andrés Santa El 12 de febrero es una fecha que nunca pasa de largo para los que aman al Deportivo Pereira. Es tan importante como la...
Julián Andrés Santa
El 12 de febrero es una fecha que nunca pasa de largo para los que aman al Deportivo Pereira. Es tan importante como la del cumpleaños de su mamá o papá, incluso muchos de ellos la llevan tatuada en su piel y otros en la mente y el corazón. Hoy, el escritor de las páginas deportivas de esta casa editorial, saldrá de las 'reglas' por primera vez en ocho años y hablará en primera persona, dejando a un lado un poco el rol periodístico y dándole voz a sus sentimientos de amor y pasión por el cuadro rojiamarillo como un hincha más.
No desde la cuna pero sí por convicción
No puedo darme el lujo de decir que soy un hincha desde la cuna pero sí es un honor poder contar que me hice hincha del equipo de la ciudad por convicción, sentido de pertenencia y amor que desde muy pequeño me nació por mi ciudad y fue un amor a primera vista al ver los colores de mi equipo. Estando en octavo grado en el colegio, en el año 2008, recuerdo que empecé a ir al estadio. Mi papá me decía que escogiera los partidos más atractivos de local para él darme la boleta y en otras ocasiones, 'sacaba lo de la lonchera' para recoger los 9 mil pesos que costaba la de sol e ir a ver al Depor en el Hernán.
En las malas... más lo amamos
Suena raro, quizá es masoquismo pero no es frase de cajón y tiene total validez. En las más malas, más impulso y amor sacábamos por Deportivo Pereira. El equipo perdía y con más ganas uno se ponía la camiseta y le mostraba a los demás hinchas que nuestro sentimiento no dependía de los resultados, sino de un verdadero sentido de pertenencia por lo nuestro, así como tanto amamos nuestra hermosa ciudad.
Lágrimas de tristeza a lágrimas de felicidad
Muchas veces lloré por Deportivo Pereira, incluso siendo ya periodista deportivo. Imposible no hablar de la noche del 2016 en Itagüí ante Leones, quizá la más dolorosa y que no fue nada fácil superar. Ese día transmitimos por radio con el grupo Deportivo de Marino Sánchez y ya tenía listo un especial del ascenso para el periódico Q'Hubo y El Diario pero el fútbol nos dijo que aún no era la hora de nuestra alegría. Terminado el partido, veía cientos de hinchas Matecañas llorando en la tribuna y más lloraba yo también. Me recosté y me tapé con mi bandera sobre un costado afuera de la cabina de radio y solo expresaba el dolor de una historia repetida donde parecía imposible haber salido felices.
Años después empezaron a llegar las lágrimas con un sabor diferente que no conocíamos, primero con la clasificación a la primera final del equipo en máxima categoría, en el año 2021 de Copa Colombia y posteriormente las más especiales: clasificación por primera vez a una final de la Liga en 78 años de historia, donde todo parecía tan perfecto para que la hinchada Matecaña por fin pudiera saborear un sorbo de euforia y como dicen los referentes del periodismo escrito, sacar ese grito estancado por tantos años de 'Pereira Campeón'. Quiero cerrar estas palabras especiales por el cumpleaños número 80 del Deportivo Pereira, agradeciéndole a Dios, a la vida y a mis papás, por haberme hecho pereirano y agradecerle al fútbol la oportunidad que nos dio de ver nuestro amado equipo en lo más alto, recordando siempre aquellos aficionados que desde el cielo también pudieron festejarlo.
El 12 de febrero es una fecha que nunca pasa de largo para los que aman al Deportivo Pereira. Es tan importante como la del cumpleaños de su mamá o papá, incluso muchos de ellos la llevan tatuada en su piel y otros en la mente y el corazón. Hoy, el escritor de las páginas deportivas de esta casa editorial, saldrá de las 'reglas' por primera vez en ocho años y hablará en primera persona, dejando a un lado un poco el rol periodístico y dándole voz a sus sentimientos de amor y pasión por el cuadro rojiamarillo como un hincha más.
No desde la cuna pero sí por convicción
No puedo darme el lujo de decir que soy un hincha desde la cuna pero sí es un honor poder contar que me hice hincha del equipo de la ciudad por convicción, sentido de pertenencia y amor que desde muy pequeño me nació por mi ciudad y fue un amor a primera vista al ver los colores de mi equipo. Estando en octavo grado en el colegio, en el año 2008, recuerdo que empecé a ir al estadio. Mi papá me decía que escogiera los partidos más atractivos de local para él darme la boleta y en otras ocasiones, 'sacaba lo de la lonchera' para recoger los 9 mil pesos que costaba la de sol e ir a ver al Depor en el Hernán.
En las malas... más lo amamos
Suena raro, quizá es masoquismo pero no es frase de cajón y tiene total validez. En las más malas, más impulso y amor sacábamos por Deportivo Pereira. El equipo perdía y con más ganas uno se ponía la camiseta y le mostraba a los demás hinchas que nuestro sentimiento no dependía de los resultados, sino de un verdadero sentido de pertenencia por lo nuestro, así como tanto amamos nuestra hermosa ciudad.
Lágrimas de tristeza a lágrimas de felicidad
Muchas veces lloré por Deportivo Pereira, incluso siendo ya periodista deportivo. Imposible no hablar de la noche del 2016 en Itagüí ante Leones, quizá la más dolorosa y que no fue nada fácil superar. Ese día transmitimos por radio con el grupo Deportivo de Marino Sánchez y ya tenía listo un especial del ascenso para el periódico Q'Hubo y El Diario pero el fútbol nos dijo que aún no era la hora de nuestra alegría. Terminado el partido, veía cientos de hinchas Matecañas llorando en la tribuna y más lloraba yo también. Me recosté y me tapé con mi bandera sobre un costado afuera de la cabina de radio y solo expresaba el dolor de una historia repetida donde parecía imposible haber salido felices.
Años después empezaron a llegar las lágrimas con un sabor diferente que no conocíamos, primero con la clasificación a la primera final del equipo en máxima categoría, en el año 2021 de Copa Colombia y posteriormente las más especiales: clasificación por primera vez a una final de la Liga en 78 años de historia, donde todo parecía tan perfecto para que la hinchada Matecaña por fin pudiera saborear un sorbo de euforia y como dicen los referentes del periodismo escrito, sacar ese grito estancado por tantos años de 'Pereira Campeón'. Quiero cerrar estas palabras especiales por el cumpleaños número 80 del Deportivo Pereira, agradeciéndole a Dios, a la vida y a mis papás, por haberme hecho pereirano y agradecerle al fútbol la oportunidad que nos dio de ver nuestro amado equipo en lo más alto, recordando siempre aquellos aficionados que desde el cielo también pudieron festejarlo.
El sentimiento por Deportivo Pereira es de generación a generación y con el paso del tiempo se ha convertido en la más linda herencia, siempre al lado del equipo.
Leider Berrío, autor del penalti que definió el título del Matecaña, celebrando con los aficionados de Lobo Sur Pereira.
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