El municipio arquitectónicamente más bello de Risaralda, el que más despliegue cultural tiene, debido a su imponente casa de la cultura y a ...
El municipio arquitectónicamente más bello de Risaralda, el que más despliegue cultural tiene, debido a su imponente casa de la cultura y a los mismos procesos que allí se albergan y serán tema de otras notas a futuro. Igualmente se ha convertido en sede para torneos deportivos hasta de carácter internacional, pero tanta dicha se ve opacada por un problema de difícil solución, como dice la canción.
“En esta casa vivimos cinco personas. Ayer en la mañana me tocó ver la llegada de un cadáver, después se empezó a sentir el olor fuerte, se dispersó por todo lado y tocó correr a cerrar ventanas, puertas y mandar los niños para donde la nuera, porque el olor es insoportable”, expresa doña Liliana, una de las habitantes del lugar.
En el sector del pueblo conocido denominado la calle de La Pista, se juntaron como se dice: “el hambre y las ganas de comer”, de por sí una situación anómala a falta de frigoríficos para la correcta conservación de los cuerpos, más los muros del cementerio con poca altura y unas casas circunvecinas que tienen su segundo piso más alto que estos.
Héctor Darío Montoya Arroyave, secretario de Gobierno de Marsella, se refirió a esta situación: “lastimosamente sí, hay gente que tiene razón en este sentido. Anteriormente era más delicada la situación por la llegada permanente de cadáveres a nuestro municipio, hoy día son esporádicas las veces que estamos sacando cadáveres, pero sí tenemos ahí un problema de olores en ese sector”.
El funcionario dijo también que tratarán de concertar con Medicina Legal a ver qué tipo de adecuaciones se le hace a la morgue del cementerio o que tipo de soluciones hay para extraer este tipo de olores y le solicitarán a los funcionarios de Medicina Legal y a la Sijín que realicen estos procedimientos de la manera más expedita posible, “de verdad no es agradable para nadie tener una situación de estas al borde de la casa”. concluyó el secretario.
En Risaralda no es la primera vez que resultan estas quejas, las que dieron con el cierre de estos espacios en La Virginia y el Hospital San Jorge. El asunto ha sido objeto de estudio desde hace casi 20 años, “(...) la Secretaría Departamental de Salud en el último trimestre de 2006, realizó el diagnóstico del manejo de las normas de bioseguridad y los residuos tanatopráxicos en morgues, crematorios, depósitos de cadáveres de cementerios y hospitales, con el fin de establecer un modelo de vigilancia sanitaria como producto de un plan de mejoramiento, apoyándose en la normatividad jurídica contemplada en la Ordenanza 15 de 2000, y las competencias asignadas en la Ley 715 de 2001, el Decreto 2676 de 2000, el Decreto 1669 de 2002, los cuales son de obligatorio cumplimiento para la Secretaría de Salud, la Carder, y otros entes gubernamentales responsables de la vigilancia y control del manejo de residuos peligrosos, con el fin de reducir el riesgo de transmisión de microorganismos de fuentes reconocidas o no reconocidas (...)”. Al parecer el obligatorio cumplimiento es un saludo a la bandera en este caso puntual.
“Uno de adulto aguanta pero con niños es delicado, nos toca quemar eucalipto y prender velas de aroma. Cuando terminan el examen y cierran la puerta vuelve y se mejora el ambiente, no sabemos por qué lo hacen con la puerta abierta”.
Carlos Alberto Ceballos - vecino del cementerio
“El olor es bastante fuerte, no lo soporta uno, huele mucho desde ayer. La presencia de animales es horrible, todos los vecinos se quejan”.
Luz Dary Gaspar - vecina del cementerio
“Cada que sacan un muerto del Cauca se sienten unos olores muy horribles, hay gallinazos, lo que me parece muy horrible. No sé en manos de quién está que retiren la morgue para otro lado, no sé. Es que la puerta de ellos queda frente a las puertas de nosotros”.
Cuestión de salud pública
En Marsella, hasta el cementerio es bonito, lo que no es tan agradable es lo que sucede con el tratamiento que la seccional de Medicina Legal hace de los cadáveres que llegan al punto conocido como Beltrán, en esta población. Ahora, hay que agradecer que las muertes violentas han disminuido y los muertos no se recogen del río por grupos como hace 30 años.“En esta casa vivimos cinco personas. Ayer en la mañana me tocó ver la llegada de un cadáver, después se empezó a sentir el olor fuerte, se dispersó por todo lado y tocó correr a cerrar ventanas, puertas y mandar los niños para donde la nuera, porque el olor es insoportable”, expresa doña Liliana, una de las habitantes del lugar.
En el sector del pueblo conocido denominado la calle de La Pista, se juntaron como se dice: “el hambre y las ganas de comer”, de por sí una situación anómala a falta de frigoríficos para la correcta conservación de los cuerpos, más los muros del cementerio con poca altura y unas casas circunvecinas que tienen su segundo piso más alto que estos.
Héctor Darío Montoya Arroyave, secretario de Gobierno de Marsella, se refirió a esta situación: “lastimosamente sí, hay gente que tiene razón en este sentido. Anteriormente era más delicada la situación por la llegada permanente de cadáveres a nuestro municipio, hoy día son esporádicas las veces que estamos sacando cadáveres, pero sí tenemos ahí un problema de olores en ese sector”.
El funcionario dijo también que tratarán de concertar con Medicina Legal a ver qué tipo de adecuaciones se le hace a la morgue del cementerio o que tipo de soluciones hay para extraer este tipo de olores y le solicitarán a los funcionarios de Medicina Legal y a la Sijín que realicen estos procedimientos de la manera más expedita posible, “de verdad no es agradable para nadie tener una situación de estas al borde de la casa”. concluyó el secretario.
Antecedentes de este tipo
En Risaralda no es la primera vez que resultan estas quejas, las que dieron con el cierre de estos espacios en La Virginia y el Hospital San Jorge. El asunto ha sido objeto de estudio desde hace casi 20 años, “(...) la Secretaría Departamental de Salud en el último trimestre de 2006, realizó el diagnóstico del manejo de las normas de bioseguridad y los residuos tanatopráxicos en morgues, crematorios, depósitos de cadáveres de cementerios y hospitales, con el fin de establecer un modelo de vigilancia sanitaria como producto de un plan de mejoramiento, apoyándose en la normatividad jurídica contemplada en la Ordenanza 15 de 2000, y las competencias asignadas en la Ley 715 de 2001, el Decreto 2676 de 2000, el Decreto 1669 de 2002, los cuales son de obligatorio cumplimiento para la Secretaría de Salud, la Carder, y otros entes gubernamentales responsables de la vigilancia y control del manejo de residuos peligrosos, con el fin de reducir el riesgo de transmisión de microorganismos de fuentes reconocidas o no reconocidas (...)”. Al parecer el obligatorio cumplimiento es un saludo a la bandera en este caso puntual.¿Cómo lo perjudica esta situación?
Liliana Valencia - vecina del cementerio“Uno de adulto aguanta pero con niños es delicado, nos toca quemar eucalipto y prender velas de aroma. Cuando terminan el examen y cierran la puerta vuelve y se mejora el ambiente, no sabemos por qué lo hacen con la puerta abierta”.
Carlos Alberto Ceballos - vecino del cementerio
“El olor es bastante fuerte, no lo soporta uno, huele mucho desde ayer. La presencia de animales es horrible, todos los vecinos se quejan”.
Luz Dary Gaspar - vecina del cementerio
“Cada que sacan un muerto del Cauca se sienten unos olores muy horribles, hay gallinazos, lo que me parece muy horrible. No sé en manos de quién está que retiren la morgue para otro lado, no sé. Es que la puerta de ellos queda frente a las puertas de nosotros”.
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