Mucho pereiranos sufrieron ayer traumatismos en sus rutas de transporte y no entendían a qué se debía. A través de un plantón pacífico, los ...
Mucho pereiranos sufrieron ayer traumatismos en sus rutas de transporte y no entendían a qué se debía. A través de un plantón pacífico, los habitantes de esta arteria y los que residen en el barrio Galán, ubicado al frente, amarraron cintas, carteles y ubicaron unas cuantas sillas, porque completaron dos años solicitando a la Secretaría de Infraestructura, la instalación de dos reductores de velocidad, pero nunca se les había atendido y lo que llenó la copa fue que el último incumplimiento la semana pasada.
Andrés Zapata, un habitante de la Avenida, realizó un recuento de todo lo sucedido hasta este día: “Los resaltos que nos colocaron provisionales hace dos años, han ocasionado mucho accidentes, el más reciente fue el sábado a las 11:40 de la noche, en el que se vió afectado un residente del mismo barrio quien está en cuidados intensivos. Resulta que hace dos años que empezamos con esta pesadilla, los secretarios de Infraestructura y Tránsito del momento se comprometieron a hacer los reductores de asfalto y nos mandaron unos de plástico provisionales, los que con el trajín y la alta velocidad, se fueron despegando y dejaron espacios por los que los motociclistas evaden el reductor”.
La petición fue de dos resaltos en asfalto con señalización propia, los vecinos saben que por ley deben estar a 60 metros uno del otro, ubicados entre las calles 37 y 38 con carrera 1. A pesar de que la maquinaria amarilla y la cuadrilla de obreros llegaron al sitio, las personas no se movieron de sus lugares, porque les dijeron que el asfalto llegaría a las 10:00 de la mañana y ya eran las 11:10, cuando les dijeron que el material se demoraba, porque venía de La Virginia.
En la imagen se aprecia el cerramiento de la comunidad, el reductor temporal de dos años y la maquinaria lista para trabajar. |
Andrés Zapata, un habitante de la Avenida, realizó un recuento de todo lo sucedido hasta este día: “Los resaltos que nos colocaron provisionales hace dos años, han ocasionado mucho accidentes, el más reciente fue el sábado a las 11:40 de la noche, en el que se vió afectado un residente del mismo barrio quien está en cuidados intensivos. Resulta que hace dos años que empezamos con esta pesadilla, los secretarios de Infraestructura y Tránsito del momento se comprometieron a hacer los reductores de asfalto y nos mandaron unos de plástico provisionales, los que con el trajín y la alta velocidad, se fueron despegando y dejaron espacios por los que los motociclistas evaden el reductor”.
La petición fue de dos resaltos en asfalto con señalización propia, los vecinos saben que por ley deben estar a 60 metros uno del otro, ubicados entre las calles 37 y 38 con carrera 1. A pesar de que la maquinaria amarilla y la cuadrilla de obreros llegaron al sitio, las personas no se movieron de sus lugares, porque les dijeron que el asfalto llegaría a las 10:00 de la mañana y ya eran las 11:10, cuando les dijeron que el material se demoraba, porque venía de La Virginia.
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