Ăšltima hora

Pereirano preso de un espejismo

Las redes sociales de muchos colombianos se vieron llenas de las publicaciones que los amigos hacĂ­an del gobierno de El Salvador, en las que aparecĂ­a un presidente al que le gustaba la autoridad, quien habĂ­a llegado a ordenar la casa, un mandatario ‘genial’ segĂşn los ‘youtubers’ y en medio de ese encanto el desorden prevalente en Colombia, se ve aĂşn peor.


Pues uno de esos locales que seguía las publicaciones de Nayib Bukele, sobre todo en Tik Tok, fue Brandon Estiven Loaiza Colpas, quien maravillado por las bondades de ese gobierno se fue a conocer todo de primera mano y cómo allá sí pueden tener un país sin violencia callejera. Loaiza salió del país el 25 de enero de este año, cada noche sin falta se comunicaba con doña Marcela Colpas, su mamá, para contarle cómo le había ido ese día.

Las señales equivocadas

En este punto cabe recordar que la guerra frontal del presidente Bukele, es contra las pandillas autodenominadas ‘Mara Salvatrucha’, que segĂşn la informaciĂłn de la web están catalogadas como una organizaciĂłn terrorista ​​internacional de pandillas criminales, cuyas actividades incluyen violaciĂłn, narcotráfico, extorsiĂłn, contrabando de armas, secuestro, robo y asesinatos por encargo. Sus integrantes tienen tatuado casi todo el cuerpo y la cara con letras y nĂşmeros.


En las fotos que le enviaba algo llamĂł la atenciĂłn de la madre y le preguntĂł: “¿hijo por quĂ© a toda hora aparece en las fotos con camisa de manga larga?”, a lo que Brandon contestĂł que en ese paĂ­s molestaban mucho por los tatuajes y que era mejor evitar malos entendidos. Brandon tiene tatuajes, pero el que lo metiĂł en problemas asegura su progenitora, fue la letra inicial de Marcela, que tiene tatuada en la mano derecha.


Pasan los dĂ­as sin noticias

Brandon viajó solo, con la ilusión de la seguridad que había visto en las redes sociales. El 15 de febrero, doña Marcela le deja un audio de Whatsapp para decirle que le extrañó que no la hubiese llamado la noche anterior, que apenas escuchara el audio se comunicara. Desde ese momento, hoy se cumplen cinco meses en los que doña Marcela no ha podido tener comunicación directa con él.


Cuando pasĂł una semana, ella le dijo a su otra hija: “A su hermanito le tuvo que pasar algo, porque es un niño de 19 años que siempre ha estado al lado mĂ­o y nunca se me ha perdido tanto tiempo. Mi hija escribiĂł al Consulado, solicitando informaciĂłn de Ă©l. A los dĂ­as le respondieron que para poder tener noticias del ciudadano, debĂ­a enviar documentaciĂłn que demostrara el parentesco”.


La hermana enviĂł los registros civiles de ambos y a los ocho dĂ­as obtuvieron la respuesta del Consulado. Lo Ăşnico que pudo establecer la familia en esa informaciĂłn es que el pereirano está preso por el cargo de ‘Agrupaciones ilĂ­citas’.



Una lucha sin respuestas

“Estamos solos, ningĂşn medio gubernamental nos ha ayudado. Viajamos a Bogotá dos dĂ­as y el presidente no nos dio la cara, al Consulado tampoco nos permitiĂł ingresar la policĂ­a. No querĂ­amos hacerlo pĂşblico, porque nos da miedo de las represalias del presidente. En lo local tampoco hemos recibido apoyo”, concluyĂł la señora Marcela entre lágrimas por la vulneraciĂłn a los derechos humanos que padece su hijo.


Las familias desesperadas por sus familiares se pronunciaron en la Plaza de Bolívar de Bogotá.


Brandon no es el Ăşnico

La señora Colpas relatĂł: “En Bogotá nos encontramos con muchas otras familias que tambiĂ©n están desesperadas, conocimos a madres de Santa Rosa, Cartago, Tuluá, cada familia vive su propio calvario. Una esposa de Cartagena, nos comentĂł que en un noticiero salvadoreño pasaron las imágenes de su esposo tatuado la cara, que cuando Ă©l estaba aquĂ­ tenĂ­a la cara sin nada y que se enterĂł que en la cárcel lo tatuaron”.


Dato

Las palabras Mara Salvatrucha se utilizan ‘mara’ para llamar coloquialmente a una pandilla, ‘salva’ para referirse a El Salvador y ‘trucha’, un tĂ©rmino de la jerga popular que significa ‘inteligente o listo’.


Cifra

17 meses lleva otra madre colombiana sin noticias de su hijo, ya que al pisar suelo salvadoreño fue como si ‘la tierra se lo hubiera tragado’.


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