En María Dolorosa también dijeron ¡basta!

Liliana Cardona Marín En lo que va corrido del año han sido tantas y tantas las situaciones anómalas en las instituciones educativas pública...

Liliana Cardona Marín


En lo que va corrido del año han sido tantas y tantas las situaciones anómalas en las instituciones educativas públicas de Pereira, que ya forman parte del paisaje, cada ocho días los medios de comunicación deben acudir a un colegio diferente y al llegar la imagen se repite, solo cambia el uniforme de estudiantes que deben dejar de levantar la mano para hacer preguntas y dedicarse a hacer carteles que profesores y padres de familia apoyan en pos de hacer sentir su descontento a través de plantones pacíficos a la entrada de los planteles.

La omisión también es falta gravísima

Y más si se es un funcionario nombrado en propiedad, porque no solo se le incumple a menores de edad, se falta el respeto a los dineros públicos, no se trata de ir a un colegio a hacer acto de presencia, hay que ir a trabajar y según las quejas de la comunidad educativa, de eso durante dos años el rector Libardo Salazar pocón pocón. Esta es una institución que otrora fue bastante escogida por las familias dado el rendimiento académico y la disciplina, fama que alcanzó a manos de la anterior rectora quien falleció.


Son varias las quejas de los padres de familia: que las puertas de la institución se abren con pocos minutos de antelación al inicio de la jornada escolar, lo que hace que los estudiantes permanezcan fuera de las instalaciones sin prever por ejemplo que hay niños asmáticos que no deben mojarse en las mañanas frías, quedan expuestos también a los ladrones y se afirma que son varios los robos de morrales y celulares, sin que el rector Salazar se preocupe por pedir acompañamiento especial de la policía.

Metieron en cintura al rector

Al comienzo de la tarde, se levantó el plantón tras llegar a compromisos mediados por la comisión de la Secretaría de Educación de Pereira, que hizo presencia en el lugar: aunque el rector pidió traslado, mientras este proceso surte efecto deberá presentar informe escrito del Plan Institucional, así como de las articulaciones con entidades de educación superior y fortalecimiento del área técnica. Deberá instalar un Consejo Directivo ampliado para escuchar a toda la comunidad educativa y generar un plan de mejora. Se revisará la carga académica e intensidad horaria y seguimiento al rector, referente al plan de trabajo, según lo planteado por él en el proceso de autoevaluación institucional con el apoyo del director de Núcleo y Supervisor de Educación. Estos compromisos estarán en seguimiento por parte de la Secretaría de Educación y se instalará una nueva mesa técnica para la revisión de los avances, una vez inicie el segundo periodo académico, porque según la secretaria encargada Liliana Zapata: “El María Dolorosa debe volver a ser insignia”.

Mal de muchos

El 9 de marzo, cuando todos los colegios públicos andaban con faltantes, el periódico visitó María Dolorosa para constatar de primera mano esta situación. Desde ese momento la relación entre profesores y rector se mostraba tensa, porque a cambio de buscar salidas a la crisis generalizada, el directivo optó por esperar y por eso uno de los docentes sindicalizados dijo que “el colegio funciona, pero nos sigue haciendo falta un aseador, un bibliotecario y un maestro de apoyo de aula para el Piad. Tenemos 980 estudiantes y no se hace ninguna gestión”.

¿Qué opina de esta situación?

Jorge Iván García - padre de familia

“Se presentan problemas con el deterioro de la Institución y el rector no hace nada. Tanto que cuando llueve los estudiantes deben salirse del salón y esperar. Hay estudiantes de otros salones que saquean y el rector no hace nada”.


Miriam Saldarriaga - madre de familia

“La coordinadora nunca tiene tiempo, siempre está estresada. Mire como estamos de jodidos que ni siquiera vino hoy. Antes cuando un niño faltaba lo llamaban a uno, ahora da igual si faltan o no”.