Ayudar al otro es tema de solidaridad
Liliana Cardona Marín
La mayoría de los ciudadanos ha presenciado un desmayo o ataque de epilepsia de otro transeúnte en plena vía pública. Por lo general las personas se asustan y apresuran el paso, los más curiosos se quedan a mirar qué le pasará en definitiva a la persona y muy pocos o el 1% actúa, bien sea con una llamada a bomberos, policía o interviniendo directamente, así sea desde el desconocimiento.
Según Flórez, lo segundo es llamar al 123, insistir si es del caso porque el número es complicado de que contesten, pero es una obligación llamar. El tercer punto, son los primeros auxilios psicológicos “Es llegar a calmar a esa persona, a decirle tranquilo las cosas estarán bien, ya le pedí una ambulancia, quédese quieto. Hay que darle la confianza de que se sienta acompañado y que se está haciendo algo por ayudarlo”.
Las demás situaciones, como controlar hemorragias, revisar signos vitales, le corresponde a personal de salud capacitado. “Usted como primer respondiente no se puede excusar en que desconocía la ley, porque desconocerla no lo exime de la responsabilidad diría un juez, o tampoco salvarlo de que lo pueda demandar algún familiar por negligencia”, puntualizó Flórez.
Franco agregó que si en la escena hay varias personas comprometidas, se debe hacer seguimiento a los lesionados, insistir en el 123 que son los encargados de despachar las ambulancias en Pereira, describir lo que pasa, cómo sucedió, hace cuánto tiempo y en dónde con puntos de referencia, para que el sistema de emergencias pueda direccionarse de la mejor manera posible y decir la cantidad de personas afectadas, porque ese el número de ambulancias que se debe despachar.
Eduardo García - trabajador informal
“En el momento no, pa qué le voy a decir mentiras, si usted se desmaya ahí se viene la gente, la aglomera y así si paila. No tenemos conocimiento de hacer masajes en el pecho ni nada de eso. Sería importantísimo saberlo”.
Floriberto Torres - transeúnte
“Una vez a una señora que vende tinto le dio un ataque, como a mí me gusta ser buen humano, fui y la ayudé, la senté, llegó más gente y después la ambulancia se la llevó. Necesitamos personas de buen corazón”.
La mayoría de los ciudadanos ha presenciado un desmayo o ataque de epilepsia de otro transeúnte en plena vía pública. Por lo general las personas se asustan y apresuran el paso, los más curiosos se quedan a mirar qué le pasará en definitiva a la persona y muy pocos o el 1% actúa, bien sea con una llamada a bomberos, policía o interviniendo directamente, así sea desde el desconocimiento.
Sobre la omisión de socorro
Estos mismos ciudadanos desconocen por completo que la justicia colombiana puede aplicar en determinado momento el Artículo 131 del Código Penal sobre la Omisión de socorro que refiere: ‘El que omitiere, sin justa causa, auxiliar a una persona cuya vida o salud se encontrare en grave peligro, incurrirá en prisión de treinta y dos (32) a setenta y dos (72) meses’.Tres sencillos pasos
Más allá de lo legal piense ¿por qué causa ha omitido usted la ayuda? El paramédico de ambulancia particular Elkin Flórez aportó sobre el tema: “usted como ciudadano y no tiene que ser socorrista o paramédico, se encuentra una persona que haya sufrido alguna enfermedad súbita de cualquier naturaleza en la que la persona no pueda valerse por sus propios medios, usted está en el deber de garantizar tres cosas: primero seguridad, que la situación no va a empeorar, como que lo van a robar por ejemplo, cuide a esa persona”.Según Flórez, lo segundo es llamar al 123, insistir si es del caso porque el número es complicado de que contesten, pero es una obligación llamar. El tercer punto, son los primeros auxilios psicológicos “Es llegar a calmar a esa persona, a decirle tranquilo las cosas estarán bien, ya le pedí una ambulancia, quédese quieto. Hay que darle la confianza de que se sienta acompañado y que se está haciendo algo por ayudarlo”.
Las demás situaciones, como controlar hemorragias, revisar signos vitales, le corresponde a personal de salud capacitado. “Usted como primer respondiente no se puede excusar en que desconocía la ley, porque desconocerla no lo exime de la responsabilidad diría un juez, o tampoco salvarlo de que lo pueda demandar algún familiar por negligencia”, puntualizó Flórez.
Desde la Cruz Roja
En la Seccional Risaralda, Natalia Franco Villegas, coordinadora de Salud expuso: “Si la persona se encuentra en estado de inconsciencia, es muy importante asegurar el área, para que el personal que lo va a atender pueda hacer las maniobras. También es importante mirar si la persona respira mirando si el abdomen o el pecho se expanden como tal. Es muy relevante no dejar al paciente solo, porque si llega a recobrar la consciencia recordarle dónde se encuentra”.Franco agregó que si en la escena hay varias personas comprometidas, se debe hacer seguimiento a los lesionados, insistir en el 123 que son los encargados de despachar las ambulancias en Pereira, describir lo que pasa, cómo sucedió, hace cuánto tiempo y en dónde con puntos de referencia, para que el sistema de emergencias pueda direccionarse de la mejor manera posible y decir la cantidad de personas afectadas, porque ese el número de ambulancias que se debe despachar.
¿Tiene conocimiento sobre cómo auxiliar a otro?
Eduardo García - trabajador informal“En el momento no, pa qué le voy a decir mentiras, si usted se desmaya ahí se viene la gente, la aglomera y así si paila. No tenemos conocimiento de hacer masajes en el pecho ni nada de eso. Sería importantísimo saberlo”.
Floriberto Torres - transeúnte
“Una vez a una señora que vende tinto le dio un ataque, como a mí me gusta ser buen humano, fui y la ayudé, la senté, llegó más gente y después la ambulancia se la llevó. Necesitamos personas de buen corazón”.
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