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Se suspendió el desalojo, pero ya era tarde

El miércoles en la tarde se encendieron las alarmas para los habitantes del barrio Juanchito
de Dosquebradas, porque ayer a las 6:00 de la mañana llegaría el inspector a efectuar el desalojo que en diversas ocasiones se había evitado. Lo que queda de Juanchito, se encuentra ubicado en un terreno (denominado de invasión) y del que los propietarios alegaban tener posesión mediante compras de terreno a poseedores.


Se dice que lo que queda, porque un juez suspendió provisionalmente el procedimiento mientras se resuelve una Acción de Tutela. Eran 17 casas, pero allí vivían más de 34 familias, por aquella costumbre de recibir al familiar que llega a ‘La región de oportunidades’, en busca de un futuro.



Humo, lágrimas y rabia

Ayer la llegada a Juanchito estaba restringida desde mucho antes por un guarda de tránsito. Los vecinos de enfrente que son los habitantes del Campestre B, abarrotaban el andén, lo único que se podía hacer era mirar impotente el accionar de la retroexcavadora que echaba abajo guaduas y zinc de la lechonería, la primera construcción y que generaba empleo para más de 10 familias.


Ya al adentrarse por la vía destapada (Avenida La Esperanza) que hay entre el humedal y las viviendas, el hollín, los pedazos de vidrio y otros materiales contaban cómo había estado la incursión de las autoridades y el apertrechamiento de los residentes horas antes. Enseres, matas y animales eran puestos a salvo en lo que iba quedando despejado, a la espera de subirlos en uno de los camiones dispuestos por la alcaldía y que tenían destino incierto.


Una mujer peleaba con el conductor de la máquina amarilla, una abuela lloraba sentada al lado de sus pertenencias que habían quedado a la vista de todos, un trabajador de la alcaldía trataba de salvar una que otra mata antes de que la garra le cayera encima y las ponía en la carreta que una mujer madura conducía sin saber a dónde. Entretanto, una quinceañera lloraba en la puerta de la casa ante el policía y le decía: “Siempre he vivido aquí, no conozco nada más”.


La tutela de la discordia

Es obvio que los poseedores no hicieron las cosas al derecho cuando entregaron dinero por el terreno a un tercero, pero también es cierto que más de 20 años en un lugar, tener casas en material, pagar servicios públicos y hasta predial, por el espacio que se supone privado, pero que a la vez es del Estado, si se determina como zona protegida, no tiene ningún sentido. ¿Les irán a devolver el dinero del predial?


El miércoles 8 de febrero, al final de la tarde, se conoció que la Acción de Tutela interpuesta por los miembros del asentamiento en contra de la Inspección Segunda de Policía y otros, desde diciembre de 2022, fue declarada como improcedente. Sin embargo, en ella se concedían tres días para una impugnación después de la notificación, ‘sin perjuicio de su cumplimiento inmediato’ y pues ante esto caben varias interpretaciones, si se quiere ser el abogado del diablo.


Al parecer Dosquebradas es la empresa de unos pocos, como el inspector y los funcionarios de la alcaldía, porque en la citada Tutela, en la parte que corresponde a la voz del accionado, este se autodefine como defensor y garantista de los Derechos consagrados en la Constitución Política, en el sentido de ser promotores de los Derechos de primera generación, sin recordar que en estos también se inscribe el derecho a la vida y al no trato inhumano ¿Qué habría pasado si en el procedimiento de ayer la anciana que lloraba, se infarta y a consecuencia fallece?


Y si como sigue, también es garante del debido proceso, ¿por qué debieron suspender el desalojo entonces? Lo que molestó aún más a los afectados es que los delegados de entidades e instituciones como la Defensoría del Pueblo, la Personería, el ICBF, la Comisaria de Familia y hasta la Unidad de Víctimas (la mayoría de residentes son desplazados) tuvieran un papel tan pasivo y solo asistieron como observadores.


‘La zona protectora’

Este lío inició por lo que las autoridades denominaron ‘Ocupación ilegal de un área protegida’. Desde el 2021 empezó el pleito jurídico, cuando se denunció la invasión de la zona de protección forestal de la orilla sur de la quebrada Dosquebradas, tal como está establecido en el Acuerdo 028 de junio de 2011 de la Carder.




¿Apenas hace dos años se dieron cuenta que quienes llevaban ahí más de 20, estaban en una zona protegida? Lo que enerva aún más los sentidos es descubrir que se ha tratado a la prensa como tonta, cuando durante la averiguación para la nota que se publicó sobre el humedal, tanto desde la constructora, como desde la Carder expresaron que la fauna silvestre estaba a salvo ante los trabajos de canalización y que la Cañabrava alta no se vería afectada, porque no estaba contemplada dentro de la licencia ambiental.


Encontrar ayer ese humedal devastado, así sea un predio privado, deja sin palabras. Una parte de la nota del 11 de enero dice: “La comunidad encendió las señales de alerta (...) aseguran que el humedal está compuesto por dos espejos de agua, que el nivel de la misma cuando han entrado les llega a las rodillas y que con estas obras lo que lograrán paulatinamente es secar por completo el hábitat natural del ecosistema silvestre de esta zona, compuesto por zorritos, guatines, iguanas, tortugas, barranquillos, entre otros. Esta afirmación la hacen porque a sus predios llegan las especies que poco a poco pierden su hogar”.


En ese mismo artículo, así fue el pronunciamiento de la Carder: “La Patrulla ambiental 24/7 realiza visita técnica al predio Los Bohíos, jurisdicción de Dosquebradas, encontró obra de manejo de aguas de rebose y estructura de entrega, la cual cuenta con Resolución N°2839 del 2022. Se evidencia erradicación de Cañabrava para la adecuación de la obra. La Carder actuando en consecuencia procede a suspender de manera inmediata todo tipo de aprovechamiento forestal hasta contar con los permisos ambientales”.


Cifra

65.000 metros cuadrados aproximadamente es el área total del inmueble en disputa y la porción de terreno en la que está el asentamiento no supera los 10.000.


Dato

La alcaldía de Dosquebradas garantizó la suma de $500 mil, como auxilio para el arrendamiento durante tres meses.


El desalojo, desde su punto de vista



Lina Marcela Sánchez - afectada

“Lo más extraño de todo es que un funcionario comentó que para hoy iba a haber un desalojo, pero nosotros teníamos una tutela en proceso ¿él cómo sabía que la tutela no iba a fallar a favor de nosotros? Los de los carros también dijeron que hace cuatro días los tenían contratados.


Mauro Yesid Bedoya - director operativo Secretaría de Gobierno

“Estamos cumpliendo una orden que tiene primera y segunda instancia. Este procedimiento es de carácter legal, aquí no estamos haciendo nada ilegal, recuperando una zona forestal protectora”.

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