Un poco más de día y medio estuvo desaparecida la mujer de 28 años de edad que se tiró al río la noche del viernes, las unidades del Cuerpo...
Un poco más de día y medio estuvo desaparecida la mujer de 28 años de edad que se tiró al río la noche del viernes, las unidades del Cuerpo de Bomberos estaban desde tempranas horas en la búsqueda cuando fueron alertados por aves de rapiña en cercanías al puente de la vía Nueva al Parque Industrial.
Búsqueda
Ayer en la mañana los Bomberos retomaron las labores de búsqueda de Tania Alejandra Pérez Castañeda, desde el punto 0 (donde ella desapareció) hasta el puente del barrio Pedregales, pero cuando estaban en la avenida del Río con calle 17 revisando, unas aves de rapiña en la zona dieron la alerta.
Los residentes del barrio La Playa habían divisado un movimiento masivo de ‘chulos’ pocos metros antes del puente que lleva al Parque Industrial por la vía nueva, y mientras ellos llegaban las unidades de Policía confirmaron que se trataba del cuerpo sin vida de una mujer joven.
A la llegada de los Bomberos y de los familiares que fueron avisados del hallazgo se confirmó que se trataba de Tania Alejandra, y las unidades del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) arribaron para realizar la inspección técnica del cadáver y trasladarlo a Medicina Legal.
Recordemos
Sobre las 9:00 de la noche del viernes Tania Alejandra salió de su casa a la orilla del río Otún, en el momento en que tomó la fatal decisión un vecino trató de detenerla sin suerte alguna, pero alcanzó a agarrar al pequeño hijo de la mujer que al ver lo sucedido se quiso ir detrás de ella. Las unidades del Cuerpo de Bomberos de Pereira emprendieron la búsqueda ese mismo día.
Rescate
Los Bomberos, junto con familiares que se metieron al agua, y otros residentes lograron sacar a la joven de entre las piedras, ya que había una parte profunda en el camino.
La cifra
39 horas estuvo desaparecida la mujer de 28 años.
Su vida
Tania Alejandra era natural de capital quindiana, pero desde hace varios meses había venido a Pereira con el fin de encontrar un mejor futuro, era madre de dos menores de 14 y 16 años, y estaba trabajando como aseadora en el Hospital de Kennedy, pero le había tocado retirarse ya que sufría del túnel del carpio.
Memoria
Sus familiares que viajaron desde Armenia la recuerdan como una joven muy alegre, amable, noble, caritativa, sencilla, trabajadora, sociable y como una mujer de casa.
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