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Las confesiones de Aída Merlano desde el exilio

La novela judicial de Aída Victoria Merlano no para. En la mañana de ayer se llevó a cabo un juicio por presuntamente estar implicada en la fuga de su mamá, la excongresista Aída Merlano Rebolledo, cuando asistía a una cita odontológica el 1° de octubre de 2019. Según la Fiscalía, su fuga habría sido planeada y como cómplices sospechan del odontólogo, Javier Guillermo Cely, y la reconocida creadora de contenido.



Desde su exilio, la propia Merlano Rebolledo rindió declaratoria para defender a los sospechosos. “Si él (el odontólogo) llevaba la basura al carro se iba a dar cuenta de que había una cuerda adentro del carro de la basura, por eso yo me apresuré y le dije: ‘tranquilo doctor, yo se la boto’,y se la arrebaté prácticamente de las manos y simulé que la iba a botar, pero la escondí en mi camisa mientras él volteaba a otro lado y yo después me deshacía de esa basura”, expresó en la audiencia.


Además, reconstruyó cómo fue el día en que se fugó. Según su relato, desde un día antes estaba preparada con los elementos que iba a utilizar en la fuga. Al día siguiente, ya en el centro médico, dijo que fue al baño y el dragoneante que estaba con ella la acompañó. “Y cuando me acompañó entendí que por ahí no podía tirarme porque me estaba acompañando hasta la puerta del baño. Pero cuando yo entré, él se sentó y fue ahí que yo me despojé de todos los elementos que tenía conmigo”, explicó.


Luego, y tras una serie de preparativos, Merlano contó que aprovechó un descuido de su familia y del odontólogo para sacar una cuerda roja (que se usa para jalar los carros) que venía lista con un torniquete. “Se supone que yo lo debía usar del otro lado, pero no había forma porque el vigilante me veía, entonces después comencé a mirar y cuando me asomé, me di cuenta que el consultorio tenía vista a la calle del parqueadero, pero la ventana era muy angosta; igual yo presioné mi cabeza y entró, y yo dije ‘si entra mi cabeza, entra mi cuerpo’, y fue cuando se me ocurrió que yo me iba a tirar por ahí”, expuso.


En cuanto a quienes le ayudaron a volarse, salpicó a la familia Char. “Es una organización que es paga por un clan del departamento del Atlántico, por los que iba a declarar el día de la fuga. Ellos fueron los que pagaron y organizaron mi fuga y tal cual me dieron algunas instrucciones, aunque yo no seguí al pie de la letra algunas, las cosas salieron (…) Esa fuga fue organizada por un clan en la Costa, los Char, y sobre eso hay un proceso que va a continuar”, aseguró.


Así fue su increíble fuga


Aída Merlano fue la primera congresista penalizada por delitos electorales. Fue condenada a 15 años de prisión por compra y venta de votos. El día de su fuga iba acompañada por un dragoneante del Inpec y el conductor, e iba a una cita odontológica en el norte de Bogotá, pero cuando el odontólogo salió del consultorio, ella aprovechó para volarse por la ventana del tercer piso usando una cinta de seguridad, la cual estaba amarrada a un escritorio. Afuera la estaba esperando una moto y huyó a toda marcha. Ahora la mujer está en Venezuela, prófuga de la justicia.


¿Qué dice Aída Victoria Merlano?


La creadora de contenido publicó varias historias en su Instagram, pero este mensaje llamó la atención: “El que no estuvo conmigo antes, no lo quiero ahora que traigo de los verdes”. En el video aparece ella en Chichén Itzá (México). Q’HUBO intentó comunicarse con ella, pero su celular sonaba apagado.


¿Por qué Karoline se cambió el nombre?


Otro detalle que resulta sospechoso en este escándalo es el cambio de nombre de Karoline Manzaneda Merlano, hija de la mujer prófuga de la justicia y quien ahora lleva el nombre de su mamá. Ante este interrogante, la influencer contó en alguna ocasión que lo hizo en honor a su progenitora. “Mi mamá me dijo un día por teléfono: ‘Hija, si a ti te da pena que te relacionen conmigo, tú no hables de mí, no digas que me conoces’. Me acuerdo que yo le dije: ‘¿tú a qué clase de culicagada pendeja criaste?, yo no soy eso’. Recuerdo que fui a la Registraduría esa misma tarde a buscar dónde estaba mi registro de nacimiento y me cambié el nombre. Me demoré una tarde cambiándomelo. Me pidieron mis documentos. Me acuerdo que me costó $127 mil y me puse Aída Victoria Merlano. Y luego llamé a mi mamá”, reveló en entrevista con Jorge Enrique Abello.


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