Última hora

El monte devora la escuela en Canceles

A raíz del alboroto que generó en las comunidades rurales de Pereira, la idea de la administración municipal de alojar temporalmente a los miembros de una comunidad indígena desplazada primero en la escuela de la vereda La Mesenia del corregimiento Estrella Palmilla en la vía a Alcalá, que no se pudo concretar porque los habitantes se opusieron cabalmente hasta el punto de monta guardias nocturnas, la mira de la alcaldía se dirigió a la escuela de Canceles y se repitió la historia.


El asunto se hizo notar tanto en las redes sociales que para los medios resultó llamativo el tema, por ello ayer en la mañana se hizo una visita a Canceles, para conocer de primera mano lo que pasa, porque el anuncio oficial era que los indígenas ocuparían la escuela el jueves 16 de junio, razón por la cual había que realizar algunas obras de adecuación en la edificación que está cerrada desde 2019, por ejemplo para quitar sanitarios y habilitar duchas.

La Secretaría de Infraestructura desplazó hasta Canceles las herramientas y los obreros para tal fin, pero los habitantes se reunieron con representantes de la Secretaría de Desarrollo Social, un concejal y directivos de la JAC para mostrar su descontento ante el despropósito de esta situación.


¿Qué pasa con la escuela?


Llegar a esta sede del Instituto Técnico Superior es entender por qué en Colombia, estudiar no es fácil ni se respeta como un derecho. La maleza saluda al visitante desde las barandas de la entrada y deja entrever apenas algo de lo que una vez fue la cancha. Una falla geológica que pasa por un costado de la construcción destruyó el área de recreación de los niños compuesto por polideportivo y juegos infantiles que lograron adecuar en la alcaldía de Juan Pablo Gallo, tan solo dos meses después de inaugurados.





La escuela compuesta por cinco salones, seis baños y un restaurante escolar, también cuenta al otro costado con columpios y sube y baja, en estos espacios descritos no se observa ningún daño estructural, ni grietas, lo único que necesita es mantenimiento de pintura y servicios generales, porque el área donde se presenta el movimiento de tierra está debidamente protegido por una malla y hasta tienen dos monitores en conexión con la Diger.

El terreno es de la comunidad, porque fue donado con el propósito de la escuela, primero fue en bahareque, cuenta con buena iluminación natural, aireación y espacio para la locomoción. La Diger tiene alerta en el sitio grado tres, pero si esta representa riesgo inminente porqué se tuvo en cuenta para trasladar a los indígenas allá.


Del timbo al tambo

En la Dirección de Cobertura de la Secretaría de Educación respondieron que ellos no tenían nada que ver con esa escuela, porque la habían pasado a la Diger, pero la pregunta es ¿Acaso no son niños pereiranos los que sufren con esta situación y no están en el censo educativo de la ciudad? Ahora, la comunidad se queja de que dado que el problema de la falla arranca en la carretera que pasa frente a la escuela, es responsabilidad de Infraestructura, pero tampoco hacen nada por solucionar algo. 




Cifra 

145 niños de Canceles y Villasantana intermedio se ven en la obligación de caminar 45 minutos cada mañana o pagar en promedio $150 mil pesos de transporte mensual, hasta El Remanso, Las Brisas e incluso Pereira.



Opine

¿Habrá solución para esta escuela?


Carlos Arturo Usma - Presidente JAC

“Cuando inauguraron el Mirador almorcé con el alcalde Maya y me dijo que en dos meses hablábamos del tema. Llevo 18 meses esperando”.


No hay comentarios