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El colombiano que se fue a la guerra de Ucrania

Ya casi se cumple un mes desde que Rusia tomó la infame decisión de invadir militarmente a Ucrania, su país vecino. A día de hoy,la guerra parece más lejos de una solución pacífica y las víctimas, según cifras recopiladas por medios de comunicación internacionales, ascienden a 19.000.


En medio de semejante barbarie, un expolicía colombiano, identificado como William Toro,tomó la decisión de viajar hasta el país invadido por Putin y sus salvajes tropas con el fin de colgarse un fusil al hombro y combatir a los rusos que acechan esa nación. Hablamos con él para conocer los motivos de semejante decisión y nos contó su historia.


“VOY A LA GUERRA, NO SÉ SI VUELVA”

Sin haber conocido antes ese país, o tener lazo alguno con sus pobladores, William Toro no dudó un instante en dejar su vida en Bogotá para ir a Ucrania y empuñar un fusil con el fin de defender esa nación. Desde que se retiró de la Policía, hace cinco años, William vivía con su pareja y sus dos hijos una vida tranquila. Al menos así fue hasta hace una semana, cuando en defensa de los valores que le inculcaron en la institución respecto

a la defensa de las vidas humanas, tomó la determinación de armar las maletas para viajar a Ucrania. El viaje, que tardó cinco días y en el cual tuvo que realizar varias escalas (Bogotá - Medellín - República Dominicana - Francia - Polonia - Ucrania), se lo costeó él mismo de su bolsillo tras pedir un préstamo a uno de sus jefes. Financiar todo el trayecto le costó 6 millones de pesos. “A mi Ucrania no me costeó nada, yo pagué todo de mi bolsillo. Aquí en el país solo me cubren la alimentación y el techo, es decir no me pagan un sueldo o algo semejante”, nos contó este hombre que dejó en el país a su esposa y dos hijos.


LO ACEPTARON DE UNA

Cuando se le pregunta por su localización exacta, Toro duda en responder. No porque no pueda, sino más bien por desconocimiento. Las tropas a las cuales se unió este colombiano cambian de ubicación continuamente debido a los constantes bombardeos y a la larga lista de posiciones a cubrir de las filas enemigas. De hecho, para llegar a enlistarse en las tropas ucranianas, él debió viajar en tren desde Polonia al este de Ucrania para presentarse frente a una base militar y colocarse a disposición de la milicia. Cuando llegó allí fue preguntado por su experiencia y él contó sus 32 años en el grupo de Antinarcóticos. “Vi muchas personas con la disposición de enlistarse, pero no a todos los aceptaban porque no tenían experiencia. A esas personas las ponían a realizar labores logísticas”, relató Toro, ahora miembro de un escuadrón de legionarios ucraniano.


MIEMBRO DE LA LEGIÓN

William fue aceptado en la milicia ucraniana, esto es, un grupo militar encargado de realizar misiones de ayuda humanitaria, campañas contra incendios, actividades de preparación física y táctica, combate en zonas urbanas, marchas a pie, colaboración con entidades públicas, entre otras funciones. Su rutina bajo esta disciplina no es nada fácil, ya que las condiciones climáticas de ese país (invierno de menos cinco grados centígrados) hacen que tenga que realizar ejercicios físicos todo el tiempo.

Además de las jornadas de caminata constante para moverse de un punto a otro que son, de acuerdo al relato de Toro, “agotadoras”. Soportar esto, dice él, “no es por dinero. A mí nadie me está pagando. Estoy aquí por convicción propia y para ayudar a las personas, incluso con el peligro de perder la vida”.

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