¡Hay que cuidar los parques de la Circunvalar!

El circuito de parques de esta avenida de Pereira, está constituido por el Prometeo, La Julia, La Rebeca y Popular Modelo, lugares que se han posicionado como un corredor cultural, gastronómico y cafetero, para que los ciudadanos y turistas lo disfruten sana y cívicamente, pero esto se ha desdibujado. 

Desafortunadamente algunos ciudadanos no hacen un buen uso de estos, donde las quejas más recurrentes son los grafitis y las basuras, y como datos curiosos: los dueños de las mascotas permiten que estas se bañen dentro de la pileta de uno de los parques, así como habitantes de calle también se ‘limpian’ en esta y otros transeúntes lanzan monedas dentro de la misma pileta, con la fe de que se les cumplirán sus deseos, e incluso hace poco se evidenciaron vacas de una finca cercana reposando tran-quilamente en este sector.

Sofía Monsalve Triana, coordinadora de cultura ciudadana y tejido social de la Sociedad de Mejoras de Pereira, indicó que  “desde la Sociedad de Mejoras de Pereira como administradora de los espacios públicos de la avenida Circunvalar, hemos identificado algunos retos y desafíos de cultura ciudadana en todos los parques, puntualmente en el Parque La Julia tenemos el reto de los grafitis que la gente hace en el mobiliario y sobre la obra del trípode retorcido; en este mismo lugar en horas de la noche recibi-mos quejas de que algunos jóvenes se apropian inadecuada mente de este espacio, donde ponen música a todo volumen, consumen licor y sustancias psicoactivas ocasionando malestar en los residentes de este sector. 

En el Parque La Rebeca nuestro mayor reto es que hemos evidenciado que las personas lanzan todo tipo de basuras, bote las, piedras y en la fuente del monumento lanzan monedas, lodo, entre otras cosas, lo cual hace compleja la limpieza y ocasiona su deterioro. 

A sí mismo, en Parque Popular Modelo hemos encontrado que algunas personas y comerciantes están dejando bolsas de basura en este sector, las sacan en cualquier horario sin verificar cuando pasa el carro recolector, lo que ocasiona que los gallinazos y habitantes de calle, rompan las bolsas y se riegue todo el contenido ocasionando un deterioro en el paisaje. Y en el Parque El Prometeo se nos robaron uno de los parasoles de las sillas”.