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Amordazaron y apuñalaron a empleados de mueblería

Una desafortunada sorpresa se llevaron dos empleados de una mueblería ubicada en el sector de La Badea en Dosquebradas, quienes fueron víctimas de ladrones que hasta intentaron quitarles la vida. Tres sujetos que se hicieron pasar por clientes, terminaron amordazándolos y apuñalándolos; dos de los sospechosos fueron capturados.



Falsos clientes

Según la investigación desarrollada por la Fiscalía, a la 1:20 de la tarde del miércoles, tres hombres jóvenes, entre ellos Lisandro Antonio Blandón Álvarez, de 19 años y Juan José Londoño Arenas, de 18, ingresaron a la mueblería de razón social Nápoles, aparentemente interesados en comprar algunos artículos. Allí fueron atendidos por una mujer de 50 años de nacionalidad de venezolana, a quien minutos más tarde intimidaron con arma blanca, la llevaron al fondo del local y le exigieron el dinero del producido del día; como la administradora no tenía plata, le quitaron el celular y según las autoridades, le ocasionaron laceraciones en las muñecas, le amarraron las manos y le taparon la boca.

Cuando los presuntos asaltantes se disponían a salir del lugar, se encontraron con otro empleado, un hombre de 58 años, a quien le hicieron la misma jugarreta; pero el asesor comercial llevó la peor parte, pues sufrió dos heridas en el cuello.

Los capturaron

Vecinos de la transversal 5 del sector de la Graciela escucharon algunas voces de auxilio y arribaron al lugar, donde encontraron a las víctimas y a los presuntos ladrones, a quienes retuvieron, uno de ellos alcanzó a huir.

Inmediatamente dieron aviso a las autoridades, la Policía llegó a la mueblería y dio captura oficial a Blandón Álvarez y a Londoño Arenas.

A la cárcel

Los dos jóvenes fueron judicializados por los delitos de hurto y tentativa de homicidio, que ninguno aceptó. Por la gravedad de la conducta, el juez Primero de La Virginia los envió tras las rejas.
Son de la zona

Lisandro Antonio Blandón Alvarez, reside en la invasión La Graciela y Juan José Londoño Arenas, quien tenía su camisa manchada con sangre, es oriundo de Chinchiná y reside en la Calle de las Aromas. Ninguno de los sindicados registraba antecedentes.

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