A imputación de cargos fueron llamados nueve uniformados adscritos a la Policía Metropolitana de Pereira, quienes al parecer, para reportar ...
A imputación de cargos fueron llamados nueve uniformados adscritos a la Policía Metropolitana de Pereira, quienes al parecer, para reportar operativos exitosos a sus superiores, hacían un mal manejo de la droga incautada y hasta la compraban, para tener ‘algo que mostrar’.
Imputación
Los vinculados a la investigación de la Fiscalía 31 Seccional de Antinarcóticos de la ciudad de Pereira son el subteniente Arnoldo Tovar Ramírez, subintendente José Alirio Villalba Valencia, patrullero Eduar Felipe Pinto Mosquera, y el expolicía Alejandro Buitrago Henao. A estos les imputaron los delitos de concierto para delinquir en concurso con fraude procesal, falsedad ideológica en documento público y tráfico, fabricación y porte de estupefacientes.
Mientras que a los patrulleros Xavier Ferney Hurtado Martínez, Deiner Fabián Escobar Buitrago, Leandro Echeverry León, Jhon Sebastián Cortez López y Camilo Bustamante Monsalve les imputaron como coautores de los delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, falsedad ideológica en documento público y fraude procesal.
Los uniformados no aceptaron cargos, la fiscalía no pidió medida de aseguramiento y están libres, pero vinculados a un proceso judicial e inició el proceso interno disciplinario de la Policía.
¿De qué los señalan?
Según la fiscalía, se logró evidenciar irregularidades en procedimientos de capturas y falsos hallazgos de estupefacientes, donde la droga al parecer era suministrada por una organización delincuencial dedicada al microtráfico, que se presume, contaba con la colaboración de funcionarios activos de la Policía Nacional, quienes omitían sus funciones constitucionales al permitir la venta de estupefacientes.
La investigación inició en el año 2018 cuando la fiscalía estaba realizando unas labores de inteligencia para desarticular una banda delincuencial de los puentes de la 9 con 12 y a través de unas interceptaciones de llamadas encontraron conversaciones entre uno de los integrantes de la banda y unos policías.
Allí separaron la investigación e iniciaron una aparte para los uniformados. Evidenciaron en las llamadas telefónicas el manejo irregular de los estupefacientes que al parecer incautaban a unas personas y los adicionaban a otros capturados para poderlos llevar a la cárcel. En otros casos al parecer ‘montaban’ a personas inocentes con droga o reportaban hallazgos de droga que en realidad ellos compraban.
Todo esto con el fin de hacer los famosos ‘positivos’ y ganarse incentivos para no transnochar, cambiar de turno y para que les dieran días de permiso.
Dato
Según la Fiscalía, los uniformados que laboran en ese entonces en los CAI de Corocito y Boston habrían realizado tres capturas y dos hallazgos.
Imputación
Los vinculados a la investigación de la Fiscalía 31 Seccional de Antinarcóticos de la ciudad de Pereira son el subteniente Arnoldo Tovar Ramírez, subintendente José Alirio Villalba Valencia, patrullero Eduar Felipe Pinto Mosquera, y el expolicía Alejandro Buitrago Henao. A estos les imputaron los delitos de concierto para delinquir en concurso con fraude procesal, falsedad ideológica en documento público y tráfico, fabricación y porte de estupefacientes.
Mientras que a los patrulleros Xavier Ferney Hurtado Martínez, Deiner Fabián Escobar Buitrago, Leandro Echeverry León, Jhon Sebastián Cortez López y Camilo Bustamante Monsalve les imputaron como coautores de los delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, falsedad ideológica en documento público y fraude procesal.
Los uniformados no aceptaron cargos, la fiscalía no pidió medida de aseguramiento y están libres, pero vinculados a un proceso judicial e inició el proceso interno disciplinario de la Policía.
¿De qué los señalan?
Según la fiscalía, se logró evidenciar irregularidades en procedimientos de capturas y falsos hallazgos de estupefacientes, donde la droga al parecer era suministrada por una organización delincuencial dedicada al microtráfico, que se presume, contaba con la colaboración de funcionarios activos de la Policía Nacional, quienes omitían sus funciones constitucionales al permitir la venta de estupefacientes.
La investigación inició en el año 2018 cuando la fiscalía estaba realizando unas labores de inteligencia para desarticular una banda delincuencial de los puentes de la 9 con 12 y a través de unas interceptaciones de llamadas encontraron conversaciones entre uno de los integrantes de la banda y unos policías.
Allí separaron la investigación e iniciaron una aparte para los uniformados. Evidenciaron en las llamadas telefónicas el manejo irregular de los estupefacientes que al parecer incautaban a unas personas y los adicionaban a otros capturados para poderlos llevar a la cárcel. En otros casos al parecer ‘montaban’ a personas inocentes con droga o reportaban hallazgos de droga que en realidad ellos compraban.
Todo esto con el fin de hacer los famosos ‘positivos’ y ganarse incentivos para no transnochar, cambiar de turno y para que les dieran días de permiso.
Dato
Según la Fiscalía, los uniformados que laboran en ese entonces en los CAI de Corocito y Boston habrían realizado tres capturas y dos hallazgos.
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