Algunos sueñan con ser futbolistas profesionales, levantar muchos trofeos, tener fama y mucho dinero. Otros sueñan con poder jugar en el equ...
Algunos sueñan con ser futbolistas profesionales, levantar muchos trofeos, tener fama y mucho dinero. Otros sueñan con poder jugar en el equipo de sus amores y así ser un hincha más en la cancha. Ese fue el caso de Jorge Mario Vélez, el pereirano de 49 años que pudo cumplir su gran propósito de debutar y jugar con el amor de sus amores, Deportivo Pereira.
Eso fue suficiente para ‘Chori’, quien no deja de ir al estadio a acompañar al equipo en las buenas y las más malas y además contribuye patrocinando con su empresa. “Fue una carrera corta pero que me llenó de satisfacción lograr ese objetivo de vestir esa camiseta algún día en la cancha y así lo logré”.
Del fútbol a la comida
Como él mismo lo dijo, su estadía por el fútbol profesional fue corta pero sustanciosa, pudiendo lucir con todo orgullo la piel rojiamarilla. Luego de haberse retirado del balompié, se dedicó a los negocios y la comida.
“Después de retirarme del fútbol, terminé la carrera de economía industrial en la Universidad Católica. También en el año 2000 me fui para España donde aprendí todo lo del rodizio durante 7 años y regresé a Pereira. En la actualidad estamos con el Rodizo O’ Brasileiro, nuestra única sede ubicada en el km 3 vía Pereira-Armenia”.
Sus inicios por lo alto
Siempre que un jugador está pequeño, anhela ser el goleador y poder estar en la selección de su departamento. “Empecé en el año 1982 en el torneo infantil que patrocinaba la empresa radial RCN. Tuve la fortuna de ser goleador del certamen, de ahí pasé rápidamente a las selecciones Risaralda, que tuve la oportunidad de estar en los torneos Sub16, Sub17, Juegos Nacionales”.
Gran experiencia en Selección Colombia
Si bien su paso por el fútbol fue corto, Jorge Mario Vélez puede darse el lujo de contar que estuvo en la selección nacional con un gran entrenador como Reinaldo Rueda.
“Pasé a la Selección Colombia en el año 86 con el profesor Reinaldo Rueda y el argentino Daniel Silguero, donde estuvimos en el Torneo Sudamericano en Lima, Perú”.
Primera medalla en fútbol
“Regresamos a los Juegos Nacionales donde obtuvimos la medalla de bronce para nuestro departamento de Risaralda. Primera medalla de esta en fútbol. De ahí tuve un paso a las divisiones inferiores de Millonarios, estuve con el profesor Juan Enrique Brigard”.
Sueño cumplido en Deportivo Pereira
“Posteriormente me vinculo al equipo de segunda división del Deportivo Pereira, al mando del profesor Óscar Héctor Quintabani, donde estuvimos el año 88 y 89. En el 1990 logro mi sueño que es llegar al equipo profesional y vestir la camiseta del equipo amado y estuve por dos años. Logré el objetivo que era jugar en el amado”.
Dos anécdotas que recuerda mucho
“El día del debut en Manizales, no use canilleras porque no eran obligatorias y Pompilio Páez nos regañó a los que no teníamos. La verdad no estábamos acostumbrados a eso. Otra fue en Barranquilla jugando contra el Junior donde estaba exhausto en el entretiempo por el calor y Rubén Bedoya me hizo meter los testículos al agua fría para bajar la temperatura… y aguantar (risas)”.
Dato:
Este es el origen de su apodo ‘Chori’: “En el colegio… muy pequeño yo llevaba en la lonchera chorizos porque me gustaba mucho, para comer en el descanso”.
Eso fue suficiente para ‘Chori’, quien no deja de ir al estadio a acompañar al equipo en las buenas y las más malas y además contribuye patrocinando con su empresa. “Fue una carrera corta pero que me llenó de satisfacción lograr ese objetivo de vestir esa camiseta algún día en la cancha y así lo logré”.
Del fútbol a la comida
Como él mismo lo dijo, su estadía por el fútbol profesional fue corta pero sustanciosa, pudiendo lucir con todo orgullo la piel rojiamarilla. Luego de haberse retirado del balompié, se dedicó a los negocios y la comida.
“Después de retirarme del fútbol, terminé la carrera de economía industrial en la Universidad Católica. También en el año 2000 me fui para España donde aprendí todo lo del rodizio durante 7 años y regresé a Pereira. En la actualidad estamos con el Rodizo O’ Brasileiro, nuestra única sede ubicada en el km 3 vía Pereira-Armenia”.
Sus inicios por lo alto
Siempre que un jugador está pequeño, anhela ser el goleador y poder estar en la selección de su departamento. “Empecé en el año 1982 en el torneo infantil que patrocinaba la empresa radial RCN. Tuve la fortuna de ser goleador del certamen, de ahí pasé rápidamente a las selecciones Risaralda, que tuve la oportunidad de estar en los torneos Sub16, Sub17, Juegos Nacionales”.
Gran experiencia en Selección Colombia
Si bien su paso por el fútbol fue corto, Jorge Mario Vélez puede darse el lujo de contar que estuvo en la selección nacional con un gran entrenador como Reinaldo Rueda.
“Pasé a la Selección Colombia en el año 86 con el profesor Reinaldo Rueda y el argentino Daniel Silguero, donde estuvimos en el Torneo Sudamericano en Lima, Perú”.
Primera medalla en fútbol
“Regresamos a los Juegos Nacionales donde obtuvimos la medalla de bronce para nuestro departamento de Risaralda. Primera medalla de esta en fútbol. De ahí tuve un paso a las divisiones inferiores de Millonarios, estuve con el profesor Juan Enrique Brigard”.
“Posteriormente me vinculo al equipo de segunda división del Deportivo Pereira, al mando del profesor Óscar Héctor Quintabani, donde estuvimos el año 88 y 89. En el 1990 logro mi sueño que es llegar al equipo profesional y vestir la camiseta del equipo amado y estuve por dos años. Logré el objetivo que era jugar en el amado”.
Dos anécdotas que recuerda mucho
“El día del debut en Manizales, no use canilleras porque no eran obligatorias y Pompilio Páez nos regañó a los que no teníamos. La verdad no estábamos acostumbrados a eso. Otra fue en Barranquilla jugando contra el Junior donde estaba exhausto en el entretiempo por el calor y Rubén Bedoya me hizo meter los testículos al agua fría para bajar la temperatura… y aguantar (risas)”.
Dato:
Este es el origen de su apodo ‘Chori’: “En el colegio… muy pequeño yo llevaba en la lonchera chorizos porque me gustaba mucho, para comer en el descanso”.
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