Murió en una clínica de Pereira
Dos días luchó por salvar su vida el señor Julio Cesar Grisales Espinoza, sin embargo, en la noche del sábado partió de este mundo en la clínica Comfamiliar de Pereira. Este hombre sufrió un atentado criminal a las 6:00 a.m. del viernes en Cartago.
Pese a estar herido de muerte, Julio César aceleró su carro e ingresó a la ladrillera, pero ahí ya iba tan mal que perdió el conocimiento y se fue a un caño.
Los empleados de la ladrillera corrieron a sacarlo y lo trasladaron a la clínica Comfandi, de donde lo trasladaron a Comfamiliar.
Investigan
Grisales Espinoza se caracterizaba por ser una persona muy seria en el trabajo y responsable; sus allegados manifestaron también que era buen amigo y padre responsable, aseguran que no tenía amenazas, así que desconocen quién lo quería ver muerto. Las autoridades tienen un gran reto para esclarecer este caso, ya que la muerte de Julio César fue catalogado como un hecho grave en la localidad.
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| Julio Cesar Grisales Espinoza |
Recordemos que el señor Grisales Esponoza se desempeñaba como supervisor en la ladrillera Arcillas, ubicada en la vía al Estadio de la Villa de Robledo a donde se dirigía y muy poco antes de llegar a su destino fue atacado a bala por sujetos motorizados.
Pese a estar herido de muerte, Julio César aceleró su carro e ingresó a la ladrillera, pero ahí ya iba tan mal que perdió el conocimiento y se fue a un caño.
Los empleados de la ladrillera corrieron a sacarlo y lo trasladaron a la clínica Comfandi, de donde lo trasladaron a Comfamiliar.
Investigan
Grisales Espinoza se caracterizaba por ser una persona muy seria en el trabajo y responsable; sus allegados manifestaron también que era buen amigo y padre responsable, aseguran que no tenía amenazas, así que desconocen quién lo quería ver muerto. Las autoridades tienen un gran reto para esclarecer este caso, ya que la muerte de Julio César fue catalogado como un hecho grave en la localidad.
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