Mucho se ha dicho sobre la dichosa vacuna que nos sacará de la pesadilla que vivimos en este momento: que si la gringa de Moderna, que si la...
Mucho se ha dicho sobre la dichosa vacuna que nos sacará
de la pesadilla que vivimos
en este momento: que si la
gringa de Moderna, que si
la de los ingleses de
Oxford; o la de los chinos que están que vuelan con su invención.
Sin embargo, todos los
anuncios hechos en los
últimos meses se quedarían cortos frenteala bomba que soltó el gobierno
ruso: la vacuna contra la COVID-19 estaría lista para el
10 de agosto.
Sí, no leyó mal. En apenas 2 semanas, según las autoridades de ese país, estaría lista la tan ansiada vacuna
contra el coronavirus. Pille
todos los detalles sobre esta
misteriosa vacuna rusa a
continuación.
CARRERA CONTRARRELOJ
A muchos les sonará a fanfarronería el anuncio de los rusos si se tiene en cuenta que la vacuna ni siquiera ha pasado la fase 2 de tres reglamentarias para su uso. Según el portavoz de ese país, Kirill Dmitriev, el antídoto pasaría a la tercera fase el próximo 3 de agosto. Apartir de esta fecha, la vacuna sería probada masivamente en el personal médico del país. Las pruebas en humanos hechas hasta el momento han sido efectuadas en militares rusos voluntarios. Inclusive, hasta el propio director del proyecto, Alexander Ginsburg, aseguró ya estar vacunado con la inquietante ampolleta rusa.
LOS RUSOS, SIN EL BENEFICIO DE LA DUDA
La comunidad científica a nivel mundial no ha dejado de ocultar su escepticismo frente a las intentonas de los rusos para desarrollar tratamientos contra el coronavirus de la nada. Y es que los científicos de ese país no han sido precisamente transparentes a la hora de develar la evidencia que respalde sus atrevidos anuncios. Sobre todo en un escenario como el actual en donde los laboratorios de todas las partes del mundo no dudan un segundo en compartir sus avances, por más pequeños que estos sean, con el resto de sus colegas en el mundo.
LO QUE TIENE DE ESPECIAL
En lo que respecta al método de creación, la vacuna rusa no difiere del resto de sus homólogas: su composición elemental está basada en vacunas hechas para enfermedades similares al coronavirus. La única diferencia es que, para el caso de esta alternativa, las personas deberían someterse a una segunda dosis de refuerzo, semanas después de habérsela aplicado por primera vez.
CARRERA CONTRARRELOJ
A muchos les sonará a fanfarronería el anuncio de los rusos si se tiene en cuenta que la vacuna ni siquiera ha pasado la fase 2 de tres reglamentarias para su uso. Según el portavoz de ese país, Kirill Dmitriev, el antídoto pasaría a la tercera fase el próximo 3 de agosto. Apartir de esta fecha, la vacuna sería probada masivamente en el personal médico del país. Las pruebas en humanos hechas hasta el momento han sido efectuadas en militares rusos voluntarios. Inclusive, hasta el propio director del proyecto, Alexander Ginsburg, aseguró ya estar vacunado con la inquietante ampolleta rusa.
LOS RUSOS, SIN EL BENEFICIO DE LA DUDA
La comunidad científica a nivel mundial no ha dejado de ocultar su escepticismo frente a las intentonas de los rusos para desarrollar tratamientos contra el coronavirus de la nada. Y es que los científicos de ese país no han sido precisamente transparentes a la hora de develar la evidencia que respalde sus atrevidos anuncios. Sobre todo en un escenario como el actual en donde los laboratorios de todas las partes del mundo no dudan un segundo en compartir sus avances, por más pequeños que estos sean, con el resto de sus colegas en el mundo.
LO QUE TIENE DE ESPECIAL
En lo que respecta al método de creación, la vacuna rusa no difiere del resto de sus homólogas: su composición elemental está basada en vacunas hechas para enfermedades similares al coronavirus. La única diferencia es que, para el caso de esta alternativa, las personas deberían someterse a una segunda dosis de refuerzo, semanas después de habérsela aplicado por primera vez.
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