Última hora

Huertas caseras durante la pandemia


¿Conocen ustedes plátanos o bananos cuadrados? Durante esta pandemia ¿Han intentado sembrar sus propios alimentos? Pues bien, ante la situación que viven muchos ciudadanos por la pandemia del COVID-19, algunos de ellos decidieron construir sus propias huertas, esto con la intención de aprovechar toda la riqueza agro que existe, sobre todo en esta zona del eje cafetero.

Cultivo Lo Nuestro

Andrés Arenas quién hace parte del proyecto - Cultivo Lo Nuestro - explicó como han venido trabajando durante este tiempo “El voluntariado de este grupo tiene como objetivo tejer redes solidarias, recuperando diferentes colecciones de material vegetal de consumo en peligro, que se traen de diferentes departamentos de Colombia, lo reproducimos y lo compartimos a comunidades vulnerables, resguardos indígenas y agricultores que desean hacer una reconversión de sus cultivos convencionales a cultivos ancestrales.
En Cultivo Lo Nuestro contamos con colecciones de aproximadamente 30 variedades de maíces nativos, 34 variedades de plátanos, bananos y guineos, más de 200 variedades de frijoles, entre otra gran cantidad, a disposición de generar alianzas y nuevas huertas comunitarias, material vegetal del que no vendemos un solo grano, pero se provee a quienes estén dispuestos a aprender de sus cuidados y a valorar la importancia de su recuperación”.


Pandemia

Todo el trabajo de este proyecto cobró gran importancia durante el aislamiento obligatorio “A inicios de esta época de emergencia, se nos limitó mucho el desplazamiento y la asistencia de voluntarios a las mingas en las diferentes huertas comunitarias y aliadas que tenemos entre Pereira, Dosquebradas y Santa Rosa de Cabal, siendo Pereira el centro de actividades del voluntariado.

Pero a pesar de que se nos acumuló demasiado trabajo, resultaron demasiadas personas escribiendo a la página completamente interesados en cultivar sus propios alimentos frescos en pequeños espacios en sus jardines, en sus patios e incluso en pequeños recipientes reciclados dentro de sus propias casas, algunos hasta disponiendo sus techos o paredes de sus patios para sembrar de forma vertical así fueran auyamas, cidras, maracuyá, papas aéreas, entre otras enredaderas, ese interés de las personas es algo que nos emociona y enorgullece demasiado, ya que es la única forma de asegurar nuestra sana alimentación”.




Resignificar espacios

Arenas también manifestó la importancia de seguir trabajando a pesar de las adversidades “En estos tiempos de emergencia aprendimos que confiar en la seguridad alimentaria que nos imponen no es suficiente para nuestro abastecimiento, que debemos aprender a asegurar primero nuestras cosechas para los nuestros, para luego pensar en vender o exportar, ya que también nos ha hecho falta incentivar la soberanía en nuestros modelos de cultivos actuales para tener la libertad de elegir las semillas y plantas verdaderamente productivas, libres de transgénicos y agrotóxicos, de esas que no han abastecido a los agricultores”.



No hay comentarios