Culpable, así fue declarado Carlos Augusto Fajardo Parra, un empleado de la DIAN a quien el Juzgado Tercero Penal del circuito lo condenó ...
Culpable, así fue declarado Carlos Augusto Fajardo Parra, un empleado de la DIAN a quien el Juzgado Tercero Penal del circuito lo condenó por acoso sexual contra una empleada de la misma entidad, que para esa época era una subalterna.
El despacho lo sentenció a la pena de 17 meses en calidad de autor, dijo el juez que se consumó el ilícito mediante el empleo de insinuaciones, frases morbosas y exhibición de sus genitales a la víctima en el lugar de trabajo, por lo cual dictó el sentido de fallo condenatorio y como pena accesoria la inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas, por un lapso igual al de la pena privativa de la libertad.
Fajardo Parra fue condenado pero no irá a la cárcel, consideró que no hay necesidad de privarlo de la libertad ya que la pena es inferior a cuatro años y además no tiene antecedentes judiciales. La defensa de Carlos apeló ya que no está de acuerdo con la sentencia.
El caso
La fiscalía inició la investigación a raíz de una denuncia interpuesta por una mujer de 40 años de edad, quien manifestó que desde abril de 2016 fue promovida al cargo de Gestor 1 en la División de Gestión de Operación Aduanera de la DIAN, entidad para la que labora hace varios años y que su nuevo jefe inmediato era Carlos Augusto. Aseguró que en el lugar de trabajo, dentro de las instalaciones de la entidad, la sometió a un asedio reiterado, con insinuaciones de carácter sexual, llegando al punto de mostrarle sus genitales, hechos que ella denunció ante la misma entidad y ante la Fiscalía.
Los acosos
Dentro de la narración, la víctima indicó que su jefe inmediato, en abril del año 2016, le decía que le diera 2 horas para demostrarle todo lo que era capaz de hacerle, y en el pasillo siempre le decía frases morbosas, asímismo cuando la saludaba en el ascensor.
En mayo de ese mismo año, en otra ocasión, él se sentó en el escritorio de ella y en un momento dado le tocó el brazo y le dijo “mire cómo me pongo ...”, se se abrió el cierre, le mostró el órgano y le dijo “¿quiere tocar?”. Y así otros actos morbosos.
La mujer les manifestó a las autoridades que Carlos la acosaba en medio de conversaciones laborales, que bajaba el tono de la voz y que el acoso fue siempre de manera personal y permanente y siempre le decía “preciosa te quiero hacer el amor”; refiere que el 9 de junio empezó a grabarlo con el celular y le pidió a una compañera que pasara los videos a un DVD, y los aportó a la investigación penal.
Temor
En el juicio se dio a conocer que ella le decía que la tratara con respeto, lo único que quería era una relación de trabajo y aseguró que no tuvo ninguna otra relación con el señor Carlos Augusto.
Agregó que no denunció antes porque el puesto le representaba más salario, y no quería perderlo, y además, según le habían dicho, debía tener las pruebas.
Carlos sigue en la Dian
La víctima recibió poco apoyo de la entidad pues al principio no le creían y por el contrario la hicieron a ella responsable de lo que estaba pasando; sin embargo, ante la justicia Carlos sí fue hallado culpable, pese a ello, este hombre sigue trabajando en la DIAN, no lo echaron, caso contrario a la víctima fue reubicada en otro puesto, la aislaron y la mandaron para un piso a trabajar sola.
La víctima manifestó que cuando ella denunció en la entidad lo que estaba pasando con su jefe, inició un proceso disciplinario y el Comité de Convivencia de la DIAN lo citó a él para conciliar, pero Carlos no quería y dijo que estaba cansado de que tiempo atrás le hicieran este tipo de señalamientos de acoso; que él no iba a conciliar nada, por lo cual la entidad mando el caso a la Procuraduría y hace un año está el proceso allí, no han dado respuesta frente a la parte disciplinaria que deberá de enfrentar este funcionario.
Dato
A raíz de estos hechos la víctima recibió atención psicológica por la EPS y acompañamiento en psiquiatría hasta el 2017, y posteriormente en forma particular, porque sentía que la situación la asfixiaba.
Imputación
Carlos fue citado a imputación de cargos el 23 de enero del año 2017 donde no aceptó el delito de acoso sexual ante el juzgado segundo Penal Municipal de control de garantías y se fue a juicio donde terminó culpable.
El despacho lo sentenció a la pena de 17 meses en calidad de autor, dijo el juez que se consumó el ilícito mediante el empleo de insinuaciones, frases morbosas y exhibición de sus genitales a la víctima en el lugar de trabajo, por lo cual dictó el sentido de fallo condenatorio y como pena accesoria la inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas, por un lapso igual al de la pena privativa de la libertad.
Fajardo Parra fue condenado pero no irá a la cárcel, consideró que no hay necesidad de privarlo de la libertad ya que la pena es inferior a cuatro años y además no tiene antecedentes judiciales. La defensa de Carlos apeló ya que no está de acuerdo con la sentencia.
El caso
La fiscalía inició la investigación a raíz de una denuncia interpuesta por una mujer de 40 años de edad, quien manifestó que desde abril de 2016 fue promovida al cargo de Gestor 1 en la División de Gestión de Operación Aduanera de la DIAN, entidad para la que labora hace varios años y que su nuevo jefe inmediato era Carlos Augusto. Aseguró que en el lugar de trabajo, dentro de las instalaciones de la entidad, la sometió a un asedio reiterado, con insinuaciones de carácter sexual, llegando al punto de mostrarle sus genitales, hechos que ella denunció ante la misma entidad y ante la Fiscalía.
Los acosos
Dentro de la narración, la víctima indicó que su jefe inmediato, en abril del año 2016, le decía que le diera 2 horas para demostrarle todo lo que era capaz de hacerle, y en el pasillo siempre le decía frases morbosas, asímismo cuando la saludaba en el ascensor.
En mayo de ese mismo año, en otra ocasión, él se sentó en el escritorio de ella y en un momento dado le tocó el brazo y le dijo “mire cómo me pongo ...”, se se abrió el cierre, le mostró el órgano y le dijo “¿quiere tocar?”. Y así otros actos morbosos.
La mujer les manifestó a las autoridades que Carlos la acosaba en medio de conversaciones laborales, que bajaba el tono de la voz y que el acoso fue siempre de manera personal y permanente y siempre le decía “preciosa te quiero hacer el amor”; refiere que el 9 de junio empezó a grabarlo con el celular y le pidió a una compañera que pasara los videos a un DVD, y los aportó a la investigación penal.
Temor
En el juicio se dio a conocer que ella le decía que la tratara con respeto, lo único que quería era una relación de trabajo y aseguró que no tuvo ninguna otra relación con el señor Carlos Augusto.
Agregó que no denunció antes porque el puesto le representaba más salario, y no quería perderlo, y además, según le habían dicho, debía tener las pruebas.
Carlos sigue en la Dian
La víctima recibió poco apoyo de la entidad pues al principio no le creían y por el contrario la hicieron a ella responsable de lo que estaba pasando; sin embargo, ante la justicia Carlos sí fue hallado culpable, pese a ello, este hombre sigue trabajando en la DIAN, no lo echaron, caso contrario a la víctima fue reubicada en otro puesto, la aislaron y la mandaron para un piso a trabajar sola.
La víctima manifestó que cuando ella denunció en la entidad lo que estaba pasando con su jefe, inició un proceso disciplinario y el Comité de Convivencia de la DIAN lo citó a él para conciliar, pero Carlos no quería y dijo que estaba cansado de que tiempo atrás le hicieran este tipo de señalamientos de acoso; que él no iba a conciliar nada, por lo cual la entidad mando el caso a la Procuraduría y hace un año está el proceso allí, no han dado respuesta frente a la parte disciplinaria que deberá de enfrentar este funcionario.
Dato
A raíz de estos hechos la víctima recibió atención psicológica por la EPS y acompañamiento en psiquiatría hasta el 2017, y posteriormente en forma particular, porque sentía que la situación la asfixiaba.
Imputación
Carlos fue citado a imputación de cargos el 23 de enero del año 2017 donde no aceptó el delito de acoso sexual ante el juzgado segundo Penal Municipal de control de garantías y se fue a juicio donde terminó culpable.
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