Desde que tenemos uso de razón hemos escuchado que en algún momento la Tierra será destruida, y con ella toda la especie humana, lo que nos ...
Desde que tenemos uso de razón hemos escuchado que en algún momento la Tierra será destruida, y con ella toda la especie humana, lo que nos ha puesto los pelos de punta en más de una ocasión. Esta vez, a raíz de la pandemia del coronavirus a nivel mundial el tema vuelve a salir a flote y hasta han citado varios pasajes de la Biblia para demostrar que efectivamente estamos viviendo el final de los tiempos. Uno de ellos es Lucas 21:10-11, donde Jesús les habla a sus discípulos de las señales que veremos antes del final de los tiempos. “Se levantará nación contra nación, reino contra reino; y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambre y pestilencias, y habrá terror y grandes señales en el cielo”. Otro versículo que lo cita es Mateo 24:6-8 “Ustedes oirán de guerras y de rumores de guerras, pero procuren no alarmarse.
Es necesario que eso suceda, pero no será todavía el fin. Se levantará nación contra nación, y reino contra reino. Habrá hambres y terremotos por todas partes. Todo esto será apenas el comienzo de los dolores”. Q’HUBO consultó a la teóloga Silvia Helena Velázquez, quien ha dedicado años a estudiar la Palabra de Dios y quien nos dice desde sus conocimientos si estamos cerca al temido Apocalipsis.
¿Por qué la gente siente tanto temor por lo que está pasando hoy en día?
En estos tiempos sentimos que hemos perdido el control sobre muchas cosas como la economía, la ciencia y tecnología, la salud e inclusive la vida; estamos preocupados por saber si los acontecimientos a nivel mundial, como el coronavirus que lo asociamos a las pestes, el cambio climático que ha provocado incendios en Australia y distintas inundaciones en todo el planeta, desastres naturales que provocan hambruna y pobreza, nos hacen sentir preocupados por la cercanía del tiempo final para la humanidad.
¿En realidad se acerca el fin del mundo?
Nos encontramos en la misma situación y con la misma expectativa que tenían los discípulos de Jesús cuando él les comentó que se acercaba su hora y que el templo de Israel quedaría destruido y no quedaría piedra sobre piedra. Cuando le preguntaron a Jesús las señales de los tiempos finales y qué marcaría su regreso, el maestro les respondió de tal manera que les hizo entender a ellos, y por lo tanto a nosotros también, que no vamos a ver el final de los tiempos de forma inmediata. Estos sucesos que estamos viendo actualmente son una muestra de su amor y misericordia, y nos abre una ventana al futuro para mostrarnos una pequeña parte de lo que sucederá en la gran tribulación.
¿Qué les recomienda a esas personas tan temerosas?
Es muy importante que cuidemos nuestros ojos y oídos a los comentarios de las personas, no debemos desesperarnos ni dejarnos engañar en medio de los terribles desastres naturales y acontecimientos de hambruna, de pestes que irán sucediendo hasta el tiempo final. Tenemos la certeza de que pase lo que pase estamos en sus manos, creyendo que Dios sigue sentado en su trono, permaneciendo fiel bajo sus principios y creyendo con toda seguridad que Él tiene el control sobre todas las cosas. Debemos permanecer fieles a su Palabra y confiar en sus promesas, creer en la resurrección de Jesús y perseverar en la fe. Además, aún faltan muchos más sucesos por venir antes del final de los tiempos.
La experta
Silvia Helena Velásquez Gómez es teóloga de la universidad Wesleyan de Miami (Estados Unidos). Además, es asesora espiritual y ayuda a mujeres que han sido víctimas de violencia física, mental y sicológica.
Es necesario que eso suceda, pero no será todavía el fin. Se levantará nación contra nación, y reino contra reino. Habrá hambres y terremotos por todas partes. Todo esto será apenas el comienzo de los dolores”. Q’HUBO consultó a la teóloga Silvia Helena Velázquez, quien ha dedicado años a estudiar la Palabra de Dios y quien nos dice desde sus conocimientos si estamos cerca al temido Apocalipsis.
En estos tiempos sentimos que hemos perdido el control sobre muchas cosas como la economía, la ciencia y tecnología, la salud e inclusive la vida; estamos preocupados por saber si los acontecimientos a nivel mundial, como el coronavirus que lo asociamos a las pestes, el cambio climático que ha provocado incendios en Australia y distintas inundaciones en todo el planeta, desastres naturales que provocan hambruna y pobreza, nos hacen sentir preocupados por la cercanía del tiempo final para la humanidad.
¿En realidad se acerca el fin del mundo?
Nos encontramos en la misma situación y con la misma expectativa que tenían los discípulos de Jesús cuando él les comentó que se acercaba su hora y que el templo de Israel quedaría destruido y no quedaría piedra sobre piedra. Cuando le preguntaron a Jesús las señales de los tiempos finales y qué marcaría su regreso, el maestro les respondió de tal manera que les hizo entender a ellos, y por lo tanto a nosotros también, que no vamos a ver el final de los tiempos de forma inmediata. Estos sucesos que estamos viendo actualmente son una muestra de su amor y misericordia, y nos abre una ventana al futuro para mostrarnos una pequeña parte de lo que sucederá en la gran tribulación.
¿Qué les recomienda a esas personas tan temerosas?
Es muy importante que cuidemos nuestros ojos y oídos a los comentarios de las personas, no debemos desesperarnos ni dejarnos engañar en medio de los terribles desastres naturales y acontecimientos de hambruna, de pestes que irán sucediendo hasta el tiempo final. Tenemos la certeza de que pase lo que pase estamos en sus manos, creyendo que Dios sigue sentado en su trono, permaneciendo fiel bajo sus principios y creyendo con toda seguridad que Él tiene el control sobre todas las cosas. Debemos permanecer fieles a su Palabra y confiar en sus promesas, creer en la resurrección de Jesús y perseverar en la fe. Además, aún faltan muchos más sucesos por venir antes del final de los tiempos.
La experta
Silvia Helena Velásquez Gómez es teóloga de la universidad Wesleyan de Miami (Estados Unidos). Además, es asesora espiritual y ayuda a mujeres que han sido víctimas de violencia física, mental y sicológica.
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